PorKarl Radl
Una de las afirmaciones más comunes sobre la “invención judía” es que “los judíos inventaron el monoteísmo” o la adoración de uno y no de muchos dioses, lo que se ejemplifica con la afirmación de “Israel Hayom” de que:
El monoteísmo, la creencia en un solo Dios, ha influido profundamente en el pensamiento religioso a lo largo de la historia. Se atribuye al judaísmo la introducción de esta idea radical, que desafió las creencias politeístas predominantes en las culturas antiguas. Este concepto fundamental ha moldeado las creencias de miles de millones de personas hoy en día, ya que más de la mitad de la población mundial practica religiones monoteístas.
El monoteísmo ha fomentado marcos morales que guían el comportamiento ético y los valores comunitarios. Las implicaciones de este sistema de creencias trascienden la práctica religiosa e influyen en el arte, la cultura y la filosofía. (1)
Afirmaciones como ésta son repetidas rutinariamente por los judíos (2), pero por lo general son tonterías mal investigadas, dado que la primera forma conocida de monoteísmo surgió en el antiguo Egipto con el “faraón hereje” Akenatón alrededor del año 1400 a. C.
Para citar a Redford:
Akenatón era claramente monoteísta. Todos los ingredientes conocidos están presentes: la revelación y la enseñanza, la iconoclasia beligerante, la negación de la pluralidad de lo Sobrenatural, la anatematización de otros “dioses”, la purga de las formas de expresión religiosa. Creía en un único dios universal, Atón, que había creado el mundo y que continuaba influyendo en él mediante su presencia activa. (3)
De hecho, se ha sostenido durante mucho tiempo que la religión emergente del zoroastrismo en Babilonia/Mesopotamia (actual Irán e Irak) también era monoteísta (4), aunque esto no está exento de una oposición significativa. (5)
Esto tendría cierto sentido dado que la mayoría de los intentos de afirmar que “los judíos inventaron el monoteísmo” están –para citar a Smith– “evidentemente impulsados por preocupaciones postbíblicas” . (6)
También es digno de mención señalar que los griegos –en particular los filósofos presocráticos Tales de Mileto y su alumno Anaximandro de Mileto– crearon, adhirieron a un monoteísmo filosófico y lo defendieron a principios y mediados del siglo VI a. C. (7), varias décadas antes de que encontremos las primeras expresiones del monoteísmo en los textos bíblicos (es decir, el Segundo Isaías, que data de mediados y fines del siglo VI a. C.).
Ahora bien, dado esto, podemos ver claramente que los judíos ciertamente no inventaron el monoteísmo y, dada la historia del Éxodo y el cautiverio babilónico justo en el momento en que comenzaron a “desarrollar” adecuadamente el monoteísmo en su fe religiosa, es razonable sugerir que los judíos no solo inventaron el monoteísmo, sino que probablemente simplemente adaptaron los sistemas de creencias monoteístas ya existentes de quienes los rodeaban para formar lo que llamamos Judaísmo del Segundo Templo, que posteriormente se convirtió en el judaísmo rabínico.