Benjamin Netanyahu no solo predijo el 11-S, sino que lo detalló cinco años antes de que ocurriera. Y ahora, el mismo patrón escalofriante emerge con el asesinato de Charlie Kirk.
Hace años, Netanyahu advirtió a Estados Unidos que con un solo clic, esta nación podrÃa quedar de rodillas.
Como dijo Netanyahu, Âcualquier sistema puede ser hackeado para hacerlo explotar y servir a los fines polÃticos de Israel… incluso algo tan pequeño como un micrófono de solapa.
Parece impensable. Pero la evidencia que les mostraremos a continuación apunta a una conclusión inquietante: el caos no fue aleatorio. Fue planificado.
¿TenÃa Turning Point USA conocimiento previo del asesinato? ¿Adivina cuándo alquilaron el Estadio State Farm para el funeral de Charlie Kirk?
Muy extraño. Casi tan extraño como la vez que Benjamin Netanyahu, en 1996, predijo los atentados del 11-S contra las Torres Gemelas, hasta el último detalle.
Dondequiera que Netanyahu va, hay explosiones. A principios de este mes, en Qatar, atacó a un aliado de EE. UU., intentando aniquilar a todo un equipo negociador. Y luego está el infame ataque con buscapersonas de Hezbolá, planeado con años de antelación.
Luego, el lunes, apareció en la Casa Blanca, y apenas unas horas antes, una camioneta del Servicio Secreto estacionada afuera explotó misteriosamente. ¿Era un mensaje?
No serÃa la primera vez. El Servicio Secreto ha pillado a agentes israelÃes colocando dispositivos electrónicos en sus vehÃculos de emergencia, no una, sino dos veces.
El patrón no es nuevo. El propio gobierno estadounidense concluyó que Israel era el principal responsable de las escuchas telefónicas en la Casa Blanca durante la visita de Netanyahu en 2017.
Las propias palabras de Netanyahu sirven como una advertencia escalofriante para Estados Unidos: Âno crean que Estados Unidos no puede ser derribado con unas cuantas explosiones bien colocadas.  Como él mismo dijo: Â«Todo sistema puede ser hackeado».
Los expertos en balÃstica están desmontando la versión oficial del asesinato de Charlie Kirk. La teorÃa de la “bala mágica” impulsada por miembros de la TPUSA no solo es improbable, sino imposible.
En su lugar, cobra fuerza una explicación más siniestra: a Kirk no le dispararon. Lo mataron con la explosión de un micrófono de solapa, lo hackearon y lo convirtieron en un arma oculta.
Fotograma a fotograma, la evidencia se vuelve más clara. La explosión se origina en el DJI Mic 2 de Kirk. Su cuello y orejas se rompen por la onda expansiva, su auricular sale volando y su cuerpo se eleva ligeramente por la fuerza. Muchos expertos ahora dicen que no es una bala, sino una detonación. Y esto explica la falta de orificio de salida.
Mientras el mundo se pregunta si Israel realmente se atreverÃa a atacar a Estados Unidos —para manipular la percepción pública y realizar operaciones psicológicas—, el profesor Jeffrey Sachs afirma que esto no es hipotético en absoluto. Según él, es una práctica habitual en Israel.
Sachs afirma que Israel dirige a Estados Unidos a través de la CIA. Ahora, miembros de la CIA afirman que el intento de asesinato de Charlie Kirk fue una operación dirigida por el gobierno federal de principio a fin, al igual que el 6 de enero.
Desde un avión espÃa de la CIA volando en cÃrculos a una distancia alcanzable esa mañana hasta nuevas revelaciones que aparecen ahora, el patrón es imposible de ignorar.
Estas revelaciones destaparon un programa encubierto de la CIA en la Universidad del Valle de Utah durante los meses previos al asesinato. Los investigadores descubrieron que un profesor aparentemente común y corriente era en realidad un agente de la CIA: uno de los siete especialistas en inteligencia y seguridad discretamente integrados en funciones universitarias relacionadas con la seguridad del campus.
¿Y cuándo se expuso esta red? Sus perfiles en lÃnea desaparecieron. Borrados. Borrados de la memoria, como si nunca hubieran existido.
Según fuentes internas, Charlie Kirk estuvo rodeado de serpientes en sus últimos meses. Desde su propio equipo de seguridad, pasando por los poderosos que rodeaban a TPUSA, hasta el personal universitario que comenzó a preparar el terreno para su visita con meses de antelación.
Pero las revelaciones más explosivas podrÃan no provenir de los sospechosos habituales. PodrÃan surgir de su propia casa, de la familia de su esposa, Erica Kirk.
Una familia del Estado Profundo, vinculada al complejo militar-industrial… y con vÃnculos directos con Israel. Las implicaciones son asombrosas.
No solo se trataba de la multitud repleta de agentes federales, sino también del cielo. La semana pasada dimos a conocer la noticia de un Âavión espÃa de la CIA  cerca del lugar de los hechos. Ahora hay aún más confirmación: el avión N1098L, un Bombardier Global 6500 con el indicativo AXEL10, se encontraba en un radio de acción visible cerca del asesinato de Charlie Kirk mientras ocurrÃa.
El Global 6500 no es un avión de pasajeros, sino una plataforma para inteligencia militar, vigilancia e incluso operaciones con drones armados. Y ese dÃa, su vuelo desde el Aeródromo Militar Biggs hasta el Aeropuerto Internacional Glacier Park se desvió misteriosamente justo en el momento crÃtico.
De vuelta en tierra, el equipo de seguridad de Charlie Kirk se movÃa con la precisión de una jugada coreografiada, como un ataque de fútbol americano ejecutando un ejercicio. Sin embargo, al observar con atención, sus acciones no tienen sentido.
Mientras Kirk yacÃa sangrando, el equipo lo rodeó, aparentemente para prestarle ayuda. Pero entonces, en medio del caos, toma una decisión. Tranquilo. Controlado. Levanta la mano hacia sus gafas Meta y pulsa el botón de grabación.
¿Estaba empezando a filmar la escena… o deteniendo una grabación que no querÃa que nadie más viera?
Este es un comportamiento verdaderamente extraño, y no lo decimos solo nosotros. Cientos de expertos forenses, de escena del crimen y de seguridad lo consideran “anormal”  en este momento.
Blake Bednarz lo explica.
Exponer los crÃmenes de la élite nunca parece surtir efecto. ¿Por qué? Porque no sienten vergüenza. Y no sienten vergüenza porque han abandonado cualquier brújula moral. Operan bajo un único lema satánico: Âel fin justifica los medios.
Este precepto impregna cada rincón de su ideologÃa: desde las elecciones hasta la apertura de fronteras, el cambio climático y los asesinatos. Nada está prohibido cuando el control es el premio.
Y cuando se trata de operaciones de falsa bandera, nada está descartado para Israel. Tomemos como ejemplo la Operación Susana, más conocida como el Caso Lavon. Durante décadas, Israel lo negó rotundamente.
Pero la verdad finalmente salió a la luz: aunque afirmaban ser el aliado más cercano de Estados Unidos, habÃan estado llevando a cabo atentados contra instituciones estadounidenses en Egipto durante años, incriminando a otros por los ataques.
Lo llaman coincidencia. Nosotros lo llamamos patrón. Desde el caso Lavon hasta la Casa Blanca, desde el 11-S hasta Charlie Kirk, las huellas son las mismas.
Esto ya no es una teorÃa: es un ataque contra Estados Unidos, que se desarrolla a plena vista. Desde los pasillos del gobierno hasta el cielo, las señales están por todas partes. Si no despertamos ahora, la próxima explosión no será una advertencia… será el punto de no retorno.