ER.- Increíble pero cierto. Estos eventos “culturales” promovidos por asociaciones LGTB son financiados en España. Solo mentes perturbadas y enfermas pueden hacer participes a los niños de estas aberraciones. En la imagen se ve a un niño introduciendo un objeto en el ano de un adulto desnudo con la piel pintada. Lo peor es que el niño está acompañado por sus padres, a quienes solop cabe encuadrarlos en la categoría de depravados. O algo peor aún. En una sociedad sana, esos padres habrían perdido la tutela de sus hijos. Si por algo es odiado Putin por los depravadoss dirigentes líderes occidentales ha sido por blindar a los niños rusos de estas perversiones y evitar que Rusia pase a formar parte de los antros luciferinos que estos días despliegan sus ejércitos en el este de Europa.
Es fácil apreciar la puesta en marcha de ingeniería social para normalizar lo anormal y fomentar la pedofilia, el hecho de hacer que menores interactúen con personas adultas desnudas, haciendo que estos pequeños vean normal algo que no lo es.
La escala de valores en las sociedades occidentales va cada vez más a la deriva, vivimos tiempos extraordinarios que difícilmente podamos leer con precisión en el presente inmediato, pero sin duda en un par de décadas miraremos en retrospectiva esta época y habrá marcado un antes y un después en la humanidad; no sabemos si para bien o para mal, aunque todo parece indicar que hay un declive absoluto, falta ver cómo responderán las masas a las perversiones que intentan implantarse en nuestras naciones, así como al avance de los grupos que promueven la pedofilia.
Un niño de 7 años no debería estar pensando en si es homosexual, heterosexual, bisexual, pansexual, ni muchos debería estar a la merced de un adulto para complacer sus “desahogos” sexuales, como descaradamente han llamado algunos pederastas a sus “necesidades”. Los niños a esas edades están para jugar, familiarizarse con algún deporte, hacer amistades e ir a la escuela sin que sean víctimas de ningún tipo de agenda sexual o política.
Cualquiera con dos dedos de frente puede descubrir fácilmente lo que hay detrás de todas estas iniciativas “artísticas”: penetrar en la mente de los infantes, normalizar su “carácter sexual”, ir generando una mayor aceptación en la sociedad hasta que exista el suficiente apalancamiento para descriminalizar dicha aberración, y luego de la normalización viene la legalización de la pederastia.
Es absurdo tener que explicar las razones por las cuales todo esto va en detrimento de los niños y las nuevas generaciones de hombres y mujeres, pero lamentablemente nos vemos en la obligación de recalcarlo. Todavía no hemos pisado fondo pero allí nos llevan, conduciéndonos a sociedades cada vez más enfermizas, confundidas y desnaturalizadas, donde se intenta otorgarles identidad sexual a menores que apenas comienzan a conocer el mundo.
A los 8 años un niño no está en la capacidad de tomar sus propias decisiones, no tiene el suficiente razonamiento para elaborar un plan de vida, mucho menos es capaz de determinar su carácter sexual; un infante no se lleva los genitales de un adulto a la boca por placer, el simple hecho de tener que aclararlo ya es de por sí aberrante y vomitivo.
Hoy en día la batalla por los valores se hace cada vez más cuesta arriba. Hoy más que nunca los padres del mundo deben brindar cuidado y atención especial a la crianza de sus hijos, vivimos en tiempos peligrosos donde no solo se intenta hipersexualizar a los niños, sino que constantemente se les está adoctrinando con ideologías colectivistas en las escuelas.
Los seres humanos que aspiramos a vivir en un mundo donde prevalezca el respeto, los valores, la justicia y el bienestar, debemos ponernos de pie y luchar contra las desnaturalizadas agendas de los movimientos progresistas. Los españoles deben trazar la línea y luchar por la santidad de los niños, no sea que la nación se pierda ante este globalismo satánico.