Occidente está atrapado en una sofisticada trampa satánica. Ha atado su futuro a los fanáticos religiosos judíos que controlan Israel. Para evitar el comunismo de Kamala, los estadounidenses deben elegir a Trump, que está totalmente comprado y chantajeado por Israel. La Tercera Guerra Mundial, como la Segunda, es entre las alas sionista (fascista) y comunista de la masonería judía. Irán, Rusia, China y Hezbolá-Hamás pertenecen al ala comunista. Estados Unidos y Occidente pertenecen a los fascistas nazis, aunque pueden usar ambos sombreros. Todo está orquestado por el MI-6 y la CIA en nombre del cártel bancario Rothschild. El objetivo es el genocidio, que también es el objetivo del Talmud. Como Hitler hizo con Alemania, Trump ha sido elegido para llevar a Occidente a la matanza.
Gurwitz murió en febrero de 2023 a los 53 años . Aquí están sus archivos. Está prohibido en Google y Bing. Yandex funciona como un motor de búsqueda adecuado. La mayoría de los judíos asimilados nunca han leído el Talmud y no comparten estas opiniones.
“Cuando Israel es fuerte”
En 2012, el ex estudiante de una Yeshivá, Yossi Gurwitz, explicó lo que los no judíos pueden esperar cuando los judíos talmúdicos ganen la supremacía total: [“Según el judaísmo], son idólatras y hay que matarlos”, explica Gaza.
Transcripción de la entrevista con Yossi Gurwitz (cortesía de Ken Adachi) 9 de diciembre de 2023
“El judaísmo como religión ha estado congelado en el tiempo durante los últimos 1800 años. En términos generales, el judaísmo rabínico, tal como aparece en el Talmud… es la fuente del judaísmo, no la Biblia. La fuente del judaísmo es el Talmud…
Bien, aclaremos esto con exactitud: define que sólo los judíos que creen en la religión son hombres, es decir, seres humanos completos. Y todos los demás son algún nivel de “otro” que debe ser dejado de lado o, en casos extremos, destruido.
Pero si matas a un no judío, eres culpable, pero no hay castigo. Dios te castigará. Y eso es, ¿cómo decirlo?, un poco problemático. Cuando dices que algo es un crimen, pero no hay castigo por cometerlo, entonces en realidad no es un crimen. Eso es el Talmud.
El peor caso, en mi opinión, es el de Maimónides, que decreta que está permitido tener relaciones sexuales con una niña de tres años. Esa edad de consentimiento es problemática. Y, en segundo lugar, decreta que si un judío viola a una niña no judía de tres años, entonces ella debe ser ejecutada. Ella, no él, porque lo tentó a pecar. Y por eso hay que tratarla como a un animal que pone obstáculos en el camino de una persona. Y cita un versículo sobre un toro o algo así. Y los rabinos saben que estas partes de la religión que son misántropas, que discriminan a los no judíos, les plantean un problema. Porque si intentan implementarlas (hay algunas reglas que son muy desagradables, como la de la niña de tres años de la que acabamos de hablar), si intentan implementarlas, habrá un pogromo.
Para evitar esa situación, el Talmud define dos estados diferentes de la realidad. Uno de ellos se llama “Darkei Shalom” [Vías pacíficas]. En otras palabras, “Esta es la ley religiosa actual, así es como se supone que debes actuar”. “Sin embargo, como causaría un gran desorden y la gente moriría, debido a las ‘vías pacíficas’, no actúas de esa manera”. Ahora bien, ¿hasta qué punto sigue aplicándose la regla de las “vías pacíficas”? Siempre y cuando no exista la otra situación, que es “Cuando Israel es Poderoso”. Es entonces cuando hay un régimen judío. Es independiente y despiadado, puede hacer lo que quiera. En esas circunstancias, se acabó todo, se vuelve a la letra de la ley.
No más “vías pacíficas”, no más nada. Ahora bien, cuando se piensa en la historia judía, mucha gente habla de las Guerras Asmoneas, que fueron prácticamente una de las únicas ocasiones en que los judíos empuñaron armas, y piensan en lo que los asmoneos hicieron con los judíos helenizados [que asimilaron la cultura griega]. Fue extinguirlos, destruirlos. Un pequeño genocidio. Y se lo recuerdo a la gente con frecuencia, cada vez que llega Hanukkah. Pero no se detuvieron allí.
Se embarcaron en campañas de saqueo y conquista y al principio, durante sus primeros 20 años, allá donde llegaban, destruían los templos locales. Estaba prohibido que en un lugar que estuviera bajo dominio judío hubiera un templo pagano. De eso estamos hablando. También obligaron a los edomitas a convertirse al judaísmo bajo pena de muerte. Era una conversión forzada. Algo que nos enteramos que hizo la Inquisición [española] más tarde. Cogían a la gente y les decían: “O estás muerto o te conviertes al judaísmo”. Y a partir de ahí las cosas sólo empeoraron.
Ahora bien, cuando los sionistas religiosos analizan la realidad, dicen: “Tenemos un Estado, tenemos armas, tenemos un ejército judío. Esto no ha sucedido en los últimos 2.000 años”. “Lo que esto significa es que Dios quiere que traigamos al Mesías, que Dios quiere que construyamos el Templo”.
En otras palabras, la única diferencia entre la época de Maimónides (murió en 1204) y la época del Mesías es quién está subordinado a quién. ¿Están los judíos subordinados a los “reinos”, a otras naciones? ¿O pueden subordinar a otras naciones? Y así es como Maimónides comienza su Libro de los Reyes. Explica cuáles son las reglas para un rey, lo que un rey puede hacer. Surge de la creencia de que, sí, puede haber un rey. No es necesario tener primero un templo. No es necesario que Dios baje del cielo y señale a alguien y diga: “Ese es el Mesías”. Se puede tener un rey, y si sale victorioso, entonces también será el Mesías. Y luego mira lo que los sionistas religiosos están haciendo al respecto. Quieren un Mesías. Lo quieren ahora.
Debe haber una purificación. La ley religiosa prohíbe el contacto con los no judíos. Por supuesto, las leyes kosher prohíben comer con ellos. Otras leyes prohíben tratarlos de manera justa. Está prohibido devolver un objeto perdido a un no judío, excepto para “mantener la paz”. No está prohibido robarle a un no judío, excepto para “mantener la paz”. No se les puede decir “hola”, a menos que no haya otra alternativa. Y así sucesivamente.
Hay todo tipo de prohibiciones que son completamente psicóticas y que se basan en una religión de venganza. Los sionistas religiosos tienen un serio problema con el hecho de que aquí haya no judíos. Se supone que la Tierra de Israel es sólo para judíos. Así que, irónicamente, se las arreglarían para llevarse bien con los musulmanes más o menos si no estuviéramos involucrados en un conflicto militar con ellos. Porque según el judaísmo, los musulmanes no son idólatras. Los musulmanes creen en un solo Dios. No tienen ídolos, no tienen estatuas, no tienen nada parecido. Así que, irónicamente, durante la Era Medieval, los judíos se llevaban mejor con los musulmanes que con los cristianos. Pero ¿qué se puede hacer?
Conquistamos un territorio habitado principalmente por musulmanes, y los musulmanes nos están combatiendo, así que esas defensas se están derrumbando. Y ahora están empezando a hablar de genocidio. Tenemos el libro “Torá de Hamelech” [La Torá del Rey], que dice que se pueden matar niños si hay una razón para creer que un día podrían causar daño. Ahora bien, si matamos a toda la familia de alguien y dejamos sólo a esa persona con vida, esa persona tendrá una razón para causar daño. Si le robamos sus tierras, lo convertimos en refugiado, lo arrojamos a Jordania o al Líbano, tendrá una razón para causar daño. Mucha gente dijo que los argumentos del libro no son sólidos según la ley religiosa, etcétera, pero nadie lo abordó de frente. Y no es de extrañar que se convirtiera en un éxito de ventas, porque en general, lo que los sionistas religiosos quieren en realidad es que la Tierra de Israel sea sólo para los judíos.
Ahora, en cambio, la situación de los cristianos será realmente mala. Según el judaísmo, son idólatras y hay que matarlos aunque no se resistan al poder judío. En Jerusalén, los estudiantes de los seminarios religiosos tienen una costumbre despreciable: orinan o defecan en las iglesias. Si vas allí y hablas con el personal de la iglesia, lo oirás en todas las iglesias. Escupir a los clérigos en la calle es algo que ocurre a menudo. Si el sacerdote tiene el descaro de devolverle el golpe, darle una bofetada o algo similar, lo deportan discretamente. Le cancelan el permiso de residencia en el país. Si quieres justificar un pogromo, lo único que tienes que hacer es decir las palabras “amenaza misionera”.
Desde esa perspectiva, el cristianismo, que es el archienemigo histórico del judaísmo, va a sufrir un duro golpe una vez que los sionistas religiosos estén en el poder. Los fundamentalistas cristianos que les envían dinero aparentemente no entienden con qué se enfrentan. Pero, ya saben, en realidad se trata de un caso de “viruela para ambas casas”.
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