Rusia considera “inaceptable” cualquier potencial despliegue militar de las fuerzas estadounidenses o de la OTAN en los países centroasiáticos, ha aseverado este jueves el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, durante la sesión plenaria de la reunión de los países vecinos de Afganistán, que contó con la participación de China, Irán, Pakistán, Tayikistán, Turkmenistán y Uzbekistán.

“Como ya hemos declarado, consideramos inaceptable el despliegue de cualquier infraestructura militar de los EE.UU y la OTAN y que haya afganos que los atiendan en el territorio de los estados vecinos, principalmente en Asia Central”, declaró Lavrov.

En opinión del Gobierno ruso, “semejantes intenciones contradicen los intereses de nuestros estados en materia de seguridad y van en contra de los compromisos que derivan de los documentos de la carta de la Organización el Tratado de Seguridad Colectiva”, resumió el canciller.

Durante su discurso, Lavrov instó a tratar “con mucha cautela” los llamamientos para acoger a los refugiados afganos en los países vecinos y a sopesar las “posibles consecuencias negativas, que conllevan altos riesgos” antes de tomar la decisión. “Aunque estos planteamientos se presenten bajo nobles lemas humanitarios, no está de más una mayor vigilancia”, concluyó el ministro ruso.

Rusia prohíbe a los líderes de la UE entrar en su territorio en respuesta a las sanciones

El Ministerio ruso de Exteriores ha anunciadoque prohíbe entrar en Rusia a una amplia cantidad de dirigentes políticos y funcionarios de la Unión Europea, “en respuesta a las sanciones unilaterales masivas de la UE” y en conformidad con Eel principio de reciprocidad”, básico para el derecho internacional.

Las restricciones afectan a altos dirigentes de la UE, incluidos varios comisarios europeos y jefes militares del bloque, así como a la gran mayoría de los diputados del Parlamento Europeo que promueven la política antirrusa.

La ‘lista negra’ recíproca incluye también a altos funcionarios, entre ellos representantes de los gobiernos y parlamentos de algunos países miembros de la UE, así como a personalidades y profesionales de los medios de comunicación que son “personalmente responsables de promover sanciones ilegales contra Rusia, de incitar los sentimientos rusófobos y de vulnerar los derechos y libertades de la población de habla rusa”.

“Tratando de presentar a nuestro país como responsable de una crisis sistémica de la seguridad europea, los funcionarios europeos de Bruselas se niegan a reconocer que durante años han consentido el fortalecimiento del sentimiento rusófobo y neonazi en Ucrania, su militarización y su incorporación a los esfuerzos de la OTAN para contener militarmente a Rusia”, se indica en el comunicado.

El Ministerio de Exteriores señala que, pese a los reiterados llamados de Moscú, los dirigentes comunitarios permitían que el régimen de Kiev “sofocara el habla rusa en Ucrania” y “saboteara los acuerdos de Minsk” sobre la resolución del conflicto en Donbass, pasando por alto la eliminación sistématica de civiles en esa región.

El Ministerio subrayó que cualquier nueva acción hostil por parte de la UE y de sus Estados miembros “seguirá recibiendo respuestas duras“.

Las insidias británicas

El Reino Unido adopta una postura más dura que Estados Unidos, Francia y Alemania en las conversaciones entre Rusia y Ucrania, y recomienda que Kiev no concluya un acuerdo con Rusia, informó The Times.

Según la fuente del periódico en el gobierno británico, Londres está preocupado por la disposición de Washington, París y Berlín para presionar a Ucrania para que haga concesiones significativas al Kremlin. Las autoridades del Reino Unido no comparten el deseo de sus aliados de lograr la conclusión de acuerdos ruso-ucranianos a corto plazo, ya que creen que el acuerdo debe firmarse solo cuando Ucrania “esté en la posición más fuerte posible”.

Se observa que el fantoche primer ministro británico, Boris Johnson, aboga por una mayor presión de sanciones sobre la Federación Rusa hasta que “las tropas rusas abandonen Ucrania, incluida Crimea”.

Nigel Farage: Occidente provocó a Rusia “deliberadamente” con sus “juegos de guerra en Ucrania”

Al intervenir en el programa ‘Tucker Carlson Tonight’, el político británico Nigel Farage opinóque la necesidad de expandirse se convirtió en una dogma para los “imperios” de la OTAN y la UE, que, en “un acto de provocación deliberado”, causaron “gran parte” del conflicto entre Rusia y Ucrania.

“No apruebo en ningún momento mucho de lo que ha hecho Putin desde el 24 de febrero, pero entiendo que nuestros enormes errores geopolíticos provocaron una gran parte de todo esto”, afirmó.

Países como el Reino Unido, EE.UU., Canadá y Australia, dijo, tienen “mucho en común”, pero “han perdido el camino por completo” al no saber evaluar las amenazas reales. Y agregó que ante la amenaza “del extremismo islámico y del Partido Comunista de China”, Occidente debería intentar cooperar con el presidente ruso, en vez de “darle un casus belli”.

Farage reivindicó de ese modo las “proféticas” palabras que pronunciara en 2014, cuando advirtió que Occidente estaba provocando a Rusia “innecesariamente” con sus políticas expansionistas y utilizando a Ucrania para sus propios fines.

“En la larga lista de los fracasos y las contradicciones de la política exterior de los últimos años, incluidos, sin duda, el bombardeo de Libia y el deseo de armar a los rebeldes en Siria, está también la provocación innecesaria contra Vladímir Putin“, afirmó Farage en aquel entonces al dar un discurso ante el Parlamento Europeo.

Allí sostuvo, asimismo, que los países occidentales “avivaron directamente la insurrección” de ese año en Ucrania. “El imperio de la UE, que siempre trata de expandirse, planteó su demanda territorial sobre Ucrania hace unos años. Y solo para empeorar las cosas, sin duda, algunos miembros de la OTAN dijeron que les gustaría que Ucrania se uniera a la OTAN”, precisó ante los legisladores europeos.

Todo esto, agregó, fue percibido por Rusia como una amenaza y generó un fuerte rechazo en ese país. “¿De verdad queremos una guerra con Putin? Porque si la queremos, sin duda la estamos acercando de la manera correcta”, subrayó.

Farage recordó que “si pinchas al oso ruso con un palo, no te sorprendas cuando reaccione”.

Ya hace ocho años, el político advirtió que Occidente vive su mayor crisis, que amenaza su modo de vida y que fue despertada por el extremismo islámico. “En la guerra contra el extremismo islámico, Vladímir Putin, pensemos lo que pensemos sobre él como ser humano, de hecho está a nuestro lado”, recalcó.

“Propongo que crezcamos. Propongo que reconozcamos la amenaza real que afrontan todos nuestros países, comunidades y sociedades; que dejemos de jugar juegos de guerra en Ucrania y empecemos a ayudar a países como Siria, Irak, Kenia, Nigeria, para intentar ayudarlos a manejar las amenazas reales que afrontamos”, dijo. “No debemos seguir provocando a Putin, nos guste o no”, concluyó Farage en 2014.

Las locuras bálticas: Letonia prohíbe usar los símbolos Z y V en eventos público

MOSCÚ (Sputnik) — El Parlamento de Letonia aprobó enmiendas que prohíben usar en eventos públicos las letras Z y V, consideradas símbolos de la operación militar especial rusa en Ucrania, informó el servicio de prensa de la Saeima (Parlamento unicamaral leton).

“El jueves, el 31 de marzo la Saeima (…) apoyó las enmiendas urgentes a la ley de seguridad de eventos masivos y actos festivos. Se prohíbe el uso en eventos públicos de los símbolos de estilo identificado con agresión militar y crímenes de guerra”, indica el comunicado, precisando que se trata de los símbolos Z y V.

Además, la enmienda prevé prohibir la “popularización y glorificación” del nazismo y el comunismo durante eventos públicos.

Las enmiendas también prevén prohibir a los organizadores celebrar eventos, en caso de que se lleve a cabo a distancia de menos de 200 metros de cualquier monumento que glorifique la victoria y la memoria del ejército soviético o sus soldados.

La violación de la ley prevé una multa de un máximo de 400 euros para individuos y 3.200 euros para entes jurídicos.

Ya ves, te lo dije

Andrey Martyanov

Bueno, ¿no dediqué toda mi carrera de escritor a este momento tratando de explicarle a la gente de DC que saben una mierda sobre Rusia y que es mejor que sigan mi consejo y, siguiendo el consejo de Bismarck, hagan “un buen tratado con Rusia”?

El Kremlin dijo el jueves que las afirmaciones de que el presidente Vladimir Putin fue engañado por su propio ejército solo prueban lo poco que Estados Unidos sabe realmente sobre Rusia. La respuesta se produjo después de que la Casa Blanca y el Pentágono sugirieran que los funcionarios tenían miedo de decirle la verdad a Putin sobre el desempeño del ejército ruso en Ucrania. El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo a los periodistas que estaba consternado por las afirmaciones de que los asesores habían engañado al presidente. “Resulta que ni el Departamento de Estado ni el Pentágono tienen la información real de lo que está pasando en el Kremlin. Simplemente no entienden al presidente Putin, no entienden el mecanismo de toma de decisiones y no entienden el trabajo que hacemos”, dijo.

Estoy de acuerdo, no lo hacen, nunca lo hicieron: el 99% de los “expertos” de EE. UU. sobre Rusia son fraudes en términos académicos y humanos que venden fakes que suenan bien a unas “élites” estadounidenses muy provinciales e incultas para reforzar el engreimiento de esas élites. Esto está sucediendo desde la Segunda Guerra Mundial y nunca cesó, pero, de nuevo, lo dije y escribí tantas veces que no hay necesidad de repetirlo. Obtener a los verdaderos expertos profesionales y despedir a la mayoría de los académicos de “Rusia” de los EE. UU., tal vez después de eso, obtenga algo positivo, como relaciones normales.

Análisis: La cancelación temporal de la bandera eslovena en Kiev lleva la rusofobia a un nivel surrealista

Andrew Korybko

El encargado de negocios esloveno en Kiev revelóel miércoles que “Izamos las banderas eslovena y europea con orgullo cuando regresamos a Kiev (después de evacuar brevemente antes del último conflicto). Pero por la mañana, representantes de la guardia nacional (ucraniana), seguidos por representantes de la policía, me visitaron y muy amablemente me preguntaron si podíamos quitar temporalmente la bandera eslovena porque es demasiado similar a la rusa”. Este impactante desarrollo muestra el nivel surrealista que ha alcanzado la rusofobia en las últimas semanas tras el inicio de la operación militar especial en curso de Rusia en Ucrania y debe ser condenado universalmente.

Es absolutamente vergonzoso que Eslovenia capitulara ante esta demanda etnoracista, ya que ese país balcánico debería haber tenido mucho más respeto por sí mismo y orgullo. La bandera eslovena representa a toda la nación, su historia y su futuro. El parecido coincidente con el ruso se debe a su herencia eslava compartida. Ningún esloveno debería avergonzarse de eso, y sus propios diplomáticos no deberían haber quitado su bandera porque los nazis locales exigieron que se hiciera por razones “políticamente correctas” para evitar provocar involuntariamente a los neonazis. Este último ejemplo de “cancelar cultura” es ridículo, sobre todo porque fue completamente voluntario y no tenía que terminar de esta manera.

Si los funcionarios eslovenos tuvieran la suficiente confianza en su identidad nacional, habrían rechazado cortésmente la demanda de Kiev y habrían recordado a sus anfitriones la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas de 1961 que RT señala que “establece que se debe permitir que una embajada extranjera exhiba su bandera nacional”. Ya es suficientemente malo que el primer ministro polaco Mateusz Morawiecki se jactarade cómo la rusofobia se ha convertido en la norma hoy en día y dos estados alemanes equipararon la “Z” rusa con la esvástica nazi, pero es un nivel completamente diferente de la cultura de cancelación rusofóbica para eliminar temporalmente la bandera eslovena de su embajada en Ucrania.

Teniendo en cuenta lo que acaba de suceder, no se puede descartar que Eslovenia tal vez podría incluso considerar cambiar su bandera nacional bajo la presión de sus patrocinadores occidentales liderados por Estados Unidos. Por ridículo que parezca, pocos podrían haber predicho lo que acaba de suceder, lo que significa que otros escenarios igualmente surrealistas tampoco pueden descartarse de inmediato mientras el nazismo rusofóbico continúa extendiéndose por todo Occidente. Esos eslovenos patriotas que están disgustados por la capitulación de su gobierno ante las autoridades de Kiev deberían considerar expresar pacíficamente su disidencia escribiendo a sus funcionarios si se sienten cómodos haciéndolo sin temor a una posible persecución política por ir en contra de la narrativa.

Por Saruman