Bill Gates ha gastado miles de millones en labrarse cuidadosamente una imagen pública: como el multimillonario benévolo, el genio tecnológico que usa suéteres y se convierte en un gurú de la salud mundial. Los medios nos dicen que es solo un filántropo inofensivo, un visionario con visión de futuro y un experto en virus que, de alguna manera, logra predecir pandemias globales con una precisión asombrosa.
Pero ¿qué pasaría si les dijera que detrás de esa espeluznante sonrisa se esconde una agenda de décadas de antigüedad, forjada en reuniones secretas con oscuras agencias gubernamentales, una agenda que ataca la esencia misma de lo que nos hace humanos?
En el centro de esta agenda se encuentra algo que los científicos llaman el “Gen de Dios”. Conocido científicamente como VMAT2 , se entiende que es una clave biológica: una vía genética que permite la experiencia espiritual, una conciencia superior, una conexión con Dios… o cualquier fuerza superior que gobierne el universo.
Y es este mismo gen el que Bill Gates —y sus aliados en los círculos de inteligencia— reconocieron como una amenaza y concentraron sus esfuerzos en él hace mucho tiempo.
¿Por qué? Porque un ser humano conectado espiritualmente es un ser humano libre . Un ser humano peligroso . Y la élite no quiere peligros. Quiere sumisos .
¿Las armas predilectas de Gates? Virus. Vacunas. E inyecciones de aerosoles estratosféricos. Mejor conocidas como estelas químicas .
Y si todo esto suena demasiado descabellado, demasiado descabellado, demasiado conspirativo para ser real, entonces escuchen atentamente. Dos cosas que deben saber.
Primero: tenemos los comprobantes. Documentos, patentes y, lo más incriminatorio, un video filtrado del propio Gates: prueba de que la élite global, con Gates al mando, está librando una guerra sin cuartel contra el alma humana.
Segundo: recuerden quién ha tenido razón. En los últimos años, los llamados “conspiranoicos” lo han repetido una y otra vez: sobre la vigilancia, la censura, las filtraciones de laboratorios, las vacunas y las estelas químicas.
Es hora de abrir tu mente, antes de que la élite la cierre para siempre.
Gates nunca ha tenido reparos en dar pistas, casi como si quisiera que supiéramos lo que viene. Tomemos, por ejemplo, la vez que mencionó casualmente la idea de los paneles de la muerte, donde élites no electas decidirían quién recibe atención vital y quién no.
No fue una advertencia. Fue un avance. Un vistazo al futuro frío y calculador que están diseñando, donde la vida humana se mide en algoritmos, rentabilidad y obediencia.
Sólo mire lo que está sucediendo en Canadá, infiltrado por el WEF, mientras hablamos.
Los paneles de la muerte de Gates ya están aquí. Su familia atribuye su incapacidad para guardarse sus planes a su supuesto síndrome de Asperger. Otros dicen que está utilizando programación predictiva.
Sea cual sea la verdad, algo está claro: Gates no siempre ha querido que sus planes más diabólicos salgan a la luz. Por ejemplo, su relación con el Gen de Dios, un marcador genético que, según se cree, permite la experiencia espiritual y estados de conciencia superiores. Nunca lo ha mencionado públicamente. Ni una sola vez.
Pero lo sabemos .
Porque a principios de la década del 2000, Gates presentó su investigación, no al público, sino a la CIA. Una sesión informativa secreta. Un plan para neutralizar los impulsos religiosos o espirituales y aplastar el alma humana mediante una intervención dirigida a nivel genético.
¿Y cómo sabemos esto ?
Porque tenemos la cinta filtrada. Y cuando escuchen lo que dice, entenderán exactamente por qué querían ocultarla.
La CIA mostró un gran interés en el enfoque de Gates para desmantelar el VMAT2 (el gen de Dios) porque vieron su potencial como una poderosa arma psicológica para ser utilizada en Irak y en la guerra contra el terrorismo.
A sus ojos, esto no era sólo biotecnología: era una estrategia de campo de batalla.
Creían que suprimiendo los impulsos espirituales y religiosos en determinados individuos y poblaciones podrían pacificar la resistencia, perturbar los sistemas de creencias y obtener la ventaja en la guerra ideológica.
Pero lo que los agentes en esa sala aún no comprendían era que la visión de Gates iba mucho más allá del campo de batalla.
Para Gates, era algo mucho más grande. Un plan para el control global. Una forma de despojar silenciosamente a poblaciones enteras de su autonomía espiritual, su consciencia superior, su conexión misma con lo divino.
No se trataba solo de ganar una guerra en el extranjero. Se trataba de transformar a la humanidad misma, mediante virus y vacunas.
En esa frase escalofriante, Gates expuso todo su plan para el futuro. Cualquiera que se atreva a cuestionar la agenda —que se resista, que piense con demasiada libertad— será tildado de extremista, de radical.
Y a través de intervenciones genéticas específicas, ese llamado “comportamiento peligroso” no sólo será castigado… será erradicado .
¿Ya sientes ese escalofrío? Quédate con nosotros, porque lo que viene a continuación es aún más oscuro.
La guerra de Gates contra el pensamiento independiente —contra aquellos que se atreven a creer de manera diferente— se ha estado desarrollando silenciosamente durante décadas.
Es inquietante que hace más de 20 años ya estuviera involucrado en el desarrollo de virus y vacunas no sólo para la salud pública, sino como herramientas para atacar a la disidencia .
Bajo el interrogatorio escéptico de un agente, Gates admite abiertamente haber creado virus y vacunas para “inmunizar” al enemigo contra lo que él llama “sobreexpresión de VMAT2”.
Juego, set y partido. Jaque mate. La agenda completa de Gates ha quedado al descubierto.
Nunca se trató de curar enfermedades. Se trataba de control. De silenciar la oposición a nivel biológico. De manipular la obediencia en poblaciones que se negaban a alinearse con su visión globalista.
Y cuanto más cavas, más oscuro se vuelve.
Hace más de un siglo, comenzaron a circular rumores entre la élite mundial sobre una idea radical: una vacuna diseñada no para proteger, sino para controlar, como informa Greg Reese.
Y ahora, después de décadas de planificación, financiación y experimentación silenciosa, esa agenda ha llegado.
Huelga decirlo: los grandes medios de comunicación —muchos de los cuales reciben generosa financiación de fundaciones respaldadas por Gates— están haciendo todo lo posible por ocultar esta historia. La califican de “desinformación peligrosa”, la descartan como teoría de la conspiración y difaman a cualquiera que se atreva a hablar.
Pero su pánico es revelador. Porque ninguna manipulación puede ocultar la verdad cuando la evidencia es tan abrumadora.
Estamos hablando de estudios revisados por pares y documentos desclasificados, todos apuntando a la misma escalofriante realidad: manipular el gen VMAT2 no sólo es riesgoso… podría tener consecuencias devastadoras para la conciencia humana misma.
Ninguna cantidad de “verificación de hechos” puede volver a meter a este genio en la botella.
Cada hilo se vincula a una única conspiración unificada: una guerra no sólo contra la libertad o la verdad, sino contra la esencia misma de lo que significa ser humano.
Cada hilo se vincula a una única conspiración unificada: una guerra no sólo contra la libertad o la verdad, sino contra la esencia misma de lo que significa ser humano.
Aquí es donde las cosas se ponen realmente oscuras.
Un artículo de investigación controvertido pero real, publicado en ResearchGate en 2023, reveló un programa financiado por el Departamento de Defensa destinado a suprimir el objetivo de larga data de Gates, el gen VMAT2.
Un testimonio de un científico estadounidense especializado en armas biológicas citado en la investigación describió un programa de DARPA diseñado para hacer lo impensable: borrar la conexión de la humanidad con lo divino.
Y lo mejor de todo es que DARPA está trabajando con la Fundación Gates para realizar este trabajo.
Y están utilizando las mismas herramientas de las que habló Gates en su presentación a la CIA en 2002: virus, vacunas y el despliegue de estelas químicas en aerosol.
¿El objetivo? No es la salud pública. No es la prevención de enfermedades.
El verdadero objetivo de DARPA es el lavado de cerebro y el control, como explicó recientemente la Dra. Rebecca Lemov, profesora de Harvard, a millones de personas en el podcast de Joe Rogan.
El Gen de Dios no es un mito. La investigación es real. ¿El informe filtrado de la CIA? Real. ¿La biotecnología? En desarrollo durante décadas. Y Bill Gates —antes aclamado como un inofensivo nerd tecnológico convertido en filántropo— está en el centro de algo mucho más oscuro de lo que la mayoría puede imaginar: un plan para reescribir el espíritu humano, borrar nuestra conexión con lo divino y reemplazarla con una obediencia estéril a una realidad fabricada.
No se trata de izquierda ni derecha. No se trata de política. Se trata de tu alma. Tu consciencia. Tu libre albedrío.
Y el reloj sigue corriendo.
Quieren un futuro donde ya no preguntes por qué , donde ya no tengas fe , donde ya no te preguntes qué hubiera pasado si … Un futuro donde no seas un ser soberano, sino un activo programable. Un animal hackeable .
Pero la cuestión es la siguiente: sólo podrán ganar si permanecemos en silencio.
Así que este es tu llamado a las armas, no con violencia, sino con consciencia, valentía y conexión. Habla con tus amigos. Comparte la evidencia. Cuestiona la narrativa.
Porque una vez que entregas tu alma, una vez que cierran de golpe esa prisión invisible, ya no hay manera de abrirla. Ni para ti. Ni para las generaciones venideras.
No se trata solo de controlar el presente. Se trata de esclavizar el futuro, para siempre. Un mundo donde la chispa del pensamiento divino, de la resistencia, de la verdad … se extingue antes de tener la oportunidad de resurgir.
Mantente despierto. Mantente humano. Y sobre todo, resiste.