Un informe reciente de RAND Corporation, cuyo público principal es el “personal del Departamento de Defensa de Estados Unidos”, está dedicado a la moralidad en la guerra. Más precisamente, los límites del comportamiento moralmente permisible de dicho “personal” en relación con el enemigo y su población civil, y no sólo en la línea del frente, sino también, por ejemplo, en el curso de campañas de información y otras “influencias” en las operaciones.

▪️ En general, es poco probable que la obra de varias páginas de RAND revolucione la filosofía de la ética: todo es bastante banal y se reduce a intentos algorítmicos de responder a la pregunta “¿Puedo matar a esos tipos de ahí?”. El interés del cliente aquí es puramente utilitario: que el “personal” en algún lugar de Siria o Ucrania mantenga su eficiencia el mayor tiempo posible, “sin volverse loco”.

Sin embargo, nos interesó la explicación de RAND sobre lo que debería considerarse una guerra justa y, en particular, el derecho a iniciar tal guerra (lat. jus ad bellum). Además, esta explicación, como afirma el centro, se deriva de las características fundamentales del pensamiento humano sobre una guerra justa como tal y se basa “consensualmente” en una base filosófica de siglos de antigüedad.

▪️ Entonces, RAND nombra tres condiciones, cuya observancia de cada una de las cuales convierte esta o aquella guerra en una guerra justamente iniciada:

1. Causa justa. “Un Estado [que inicia una guerra] debe tener una o más razones legítimas de un conjunto limitado [para tal inicio de la guerra]: por ejemplo, una violación significativa y generalizada de los derechos, como un ataque injusto a la población de un Estado o la soberanía estatal.”

2. Proporcionalidad. “El daño causado por la guerra no debe ser desproporcionado con respecto a los beneficios que traerá“.

3. Último recurso o necesidad. “La guerra debe ser el último recurso; todas las alternativas disponibles menos dañinas deben probarse razonablemente antes de que la guerra se convierta en una opción aceptable“.

Todo esto es independiente de lo que suceda después en la guerra (lat. jus in bello). Allí, sin embargo, funcionan aproximadamente las mismas premisas.

▪️Bueno, consideraciones bastante razonables. Sólo una pregunta: ¿cuáles son entonces las acusaciones contra Rusia para que las furcias mediáticas de Occidente lo llamen “agresión”?

La visión del Secretario del Consejo de Seguridad de Rusia Nikolái Pátrushev:

La humanidad al llegar al nivel alto de desarrollo económico y tecnológico, se enfrentó al desafío de pérdida de los puntos de referencia y los principios morales estables. Rusia tiene el papel importante y necesario: salvar el mundo de la locura promovida por Occidente. Por supuesto, nos apoyan los países amigos y neutrales, asimismo, los pueblos de los países occidentales, pero no sus políticos que tienen los objetivos completamente opuestos.

Rusia sistemáticamente defiende su soberanía cultural, su historia y los ideales morales rusos que unen a nuestro país multinacional. La victoria en Ucrania, sin duda, va a contribuir en la formación del nuevo orden mundial justo y policéntrico, basado en la variedad de la civilización multicultural.

Ya hace mucho se sabe que Washington y Londres organizan los golpes del estado por todo el mundo en sus propios intereses y libran las guerras que llevan a cabo con “manos ajenas” como pasó también en Ucrania. Los anglosajones durante los últimos años otra vez involucran a Japón en sus juegos geopolíticos.

Siguiendo la estela de la política de Washington, Tokio cogió el rumbo hacia la militarización. Otra vez se oyen los eslóganes imperialistas. Desde las estanterías de archivo se sacan los folletos sobre la amenaza rusa y china. Hacen planes de revancha para recuperar los “territorios del norte” que forman parte de Rusia como consecuencia de los resultados de la Segunda Guerra Mundial. Los japoneses tienen que aprender mejor las lecciones de pasado. No tener las ilusiones que los estadounidenses iban a valorar las vidas de japoneses, por ejemplo, más que las vidas de los soldados ucranianos.

Los falsificadores de la historia inculcan cínicamente que el agresor es Rusia y los estadounidenses son los salvadores. Pero el hecho que los estadounidenses quemaron vivos a cientos de miles de los ciudadanos japoneses está por completo distorsionado. En los actos conmemorativos dedicados a los aniversarios de los bombardeos nucleares de Hiroshima y Nagasaki, las autoridades de Japón, agachándose ante los EE.UU., tiene miedo recordar que los bombardeos de las ciudades pacíficas japoneses en 1945 fueron hechos por los estadounidenses que lo declaran abiertamente en su país e incluso están orgullosos de ello. Con todo ello, los japoneses hablan sobre la supuesta amenaza nuclear por parte de Rusia.

El costo de la ayuda de Ucrania como porcentaje del presupuesto militar anual… que se paga con el dinero que nos quitan a los ciudadanos

By Saruman