El Dr. David, pediatra certificado en Florida y ex asesor de la FDA durante el lanzamiento de la vacuna COVID-19, ha expresado su preocupación por un nuevo estudio innovador de Corea que vincula las vacunas de ARNm contra la COVID-19 con un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer, incluso en niños.
La enfermedad de Alzheimer es un trastorno cerebral progresivo que hace que el cerebro se encoja y provoque la muerte de las células cerebrales, y se caracteriza por pérdida de memoria, confusión y dificultad para resolver problemas. La enfermedad empeora con el tiempo y provoca una pérdida debilitante de la independencia.
Esteestudio titulado “La posible asociación entre las vacunas COVID y el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer” se publicó en elJournal of Pathology, Microbiology and Immunity e involucró a 600.000 participantes.
Los investigadores coreanos dividieron a los pacientes en dos grupos para el estudio: los que recibieron la vacuna COVID-19 y los que no.
Buscaron específicamente códigos ICD (códigos médicos utilizados para el reembolso de seguros) que indicaban enfermedad de Alzheimer o su precursor, el deterioro cognitivo leve.
El estudio también incluyó grupos de control que buscaron enfermedad de Parkinson y demencia vascular para compararlos con los hallazgos relacionados con el Alzheimer.
Los resultados fueron alarmantes. Se observó un aumento significativo tanto del deterioro cognitivo leve como de la enfermedad de Alzheimer en las personas que recibieron las vacunas de ARNm contra la COVID-19, mientras que no se encontró un aumento similar en aquellas con enfermedad de Parkinson o demencia vascular.
El Dr. David enfatizó la importancia de estos hallazgos, señalando que el riesgo fue particularmente mayor en aquellos que recibieron vacunas basadas en ARNm.
“Este es un hallazgo bastante significativo”, afirmó el Dr. David, enfatizando la importancia de realizar más investigaciones. Señaló que la pregunta clave ahora es si el desarrollo del Alzheimer está relacionado específicamente con la proteína de pico a la que se dirige el sistema inmunológico después de la vacunación o si está vinculado a la tecnología del ARNm en sí.
La proteína de pico, que se forma en la superficie externa del virus de la COVID-19, es el objetivo de la respuesta inmunitaria desencadenada por la vacuna. El sistema inmunitario crea anticuerpos contra esta proteína de pico para prevenir futuras infecciones.
Sin embargo, los hallazgos del estudio plantean preguntas importantes sobre si esta respuesta inmune (o el mecanismo de ARNm utilizado para administrar la vacuna) podría contribuir al deterioro cognitivo en algunas personas, incluidos los niños.
A medida que surgen más datos, este estudio destaca la necesidad de realizar más investigaciones sobre los posibles efectos a largo plazo de las vacunas contra la COVID-19, particularmente en relación con trastornos neurológicos como la enfermedad de Alzheimer.