Su nombre es Rabino Isser Zalman Weisberg. Escribe y da conferencias sobre profecías bíblicas y escatología judía. Vive en Toronto, Canadá. Es autor, conferenciante y columnista en Chabad.org. Proclama sin tapujos que Donald Trump está ungido como el Mesías no judío de Dios para servir a Israel.
Antes de profundizar en las blasfemias del rabino, quiero recordar a los lectores los elogios que losmiembros de la Asociación Judía Tzedek en Nueva York prodigaron al compañero de fórmula de Trump, JD Vance, el pasado mes de febrero .
En resumidas cuentas, los sionistas de todo el mundo están en una euforia absoluta ante la perspectiva de tener a Trump y a Vance en la Casa Blanca. Esto significa que prevén más guerras y conquistas israelíes, más muerte y destrucción, más asesinatos y genocidios del pueblo palestino, guerra con el Líbano, guerra con Irán, guerra con Siria y el comienzo de la realización del “Gran Israel” bajo la administración Trump.
Ahora, escúchelo delrabino Weisberg .
Al igual que el primer mesías no judío, Ciro, que fue elegido para ayudar a los judíos a restablecerse en la tierra de Israel, después del exilio de 70 años en Babilonia, el actual mesías no judío fue elegido para estar al servicio del pueblo judío y del mesías judío.
La oreja derecha del presidente Trump fue rozada en un gesto simbólico de Éxodo 21:6, donde la Torá establece que un sirviente que quiere permanecer con su amo necesita tener su oreja derecha perforada.
Trump fue designado como siervo de Dios y ungido, al igual que Ciro el Grande hace casi 2.400 años.
Hemos aclarado en varios vídeos que la fecha límite absoluta para la redención es a finales del año judío 5.787, lo que corresponde al 2 de octubre de 2027. Por lo tanto, la redención seguramente ocurrirá durante el mandato de Donald Trump.
Y tengo buenas razones para creer que Donald Trump fue elegido para ser el que redimiera los pecados de Azof al ofrecer su ayuda para reconstruir el templo sagrado en el Monte del Templo yestablecer el reino judío sobre toda la humanidad en Jerusalén . [Énfasis añadido]
Quizás no sea casualidad que el valor numérico [gematría] de Donald Trump en hebreo sea el mismo que el de Mesías Hijo de David: 424.
Invito a los lectores a ver mi Mensaje Profético tituladoLa Bestia, La Marca y El Número De Su Nombre de Apocalipsis 13 en el que muestro a quién Juan estaba identificando como la “bestia” por su gematría: 666. Volviendo al rabino:
Sin embargo, Donald Trump se equivoca si cree que fue elegido para hacer que Estados Unidos vuelva a ser grande. Sin duda hará muchas cosas buenas para fortalecer nuestra economía, proteger nuestras fronteras y permitir que florezca la libertad religiosa. Pero Estados Unidos nunca se convertirá en un gran país por sí solo, porque los días de Azof están contados.
La grandeza de Estados Unidos no reside en su propio éxito. Estados Unidos será grande cuando llegue el Mesías.Y el líder de este país, en nombre de toda la buena gente de este país, se presentará humildemente ante el Mesías judío y le pedirá que acepte a los Estados Unidos de América en una nueva alianza de países que acepten el liderazgo del Mesías. [Énfasis añadido]
Unas nuevas Naciones Unidas reemplazarán al actual pozo negro que lleva ese nombre fraudulento. Unas Naciones Unidas reales, unidas para servir a Dios, lideradas por el mesías y con sede en Jerusalén. Y tengo la sensación de que Estados Unidos, bajo la presidencia de Trump, será la primera nación en unirse.
Insto a los lectores a que vean elmensaje que transmití explicando lo que el rabino quiso decir en el párrafo anterior. Nuevamente, al rabino:
Hay que ajustar el significado del movimiento MAGA. Estados Unidos fue una gran idea, pero nunca se hizo realidad. Durante la Guerra de los Seis Días, Estados Unidos envió un barco espía, el USSLiberty , al Mediterráneo para transmitir información militar vital a los enemigos de Israel. {¡Es una mentira descarada!Lea la verdadera historia del USSLiberty aquí. } ¿Qué tan genial fue eso?
Creo que este hombre fue elegido para representar a la sociedad occidental en el saludo al Mesías en Jerusalén,elegido para inclinar su cabeza en humildad ante el Mesías y para ofrecer la asistencia completa e incondicional de Estados Unidos para erradicar por completo a todos los enemigos de los judíos y de Dios y para establecer el reino eterno del Mesías .[Énfasis añadido]
Una estrella saldrá de Jacob yun bastón se levantará en Israel, aplastando a sus enemigos y dominando a toda la humanidad . [Énfasis añadido]
Este último párrafo es una interpretación libre de Números 24:17, que es una profecía del verdadero Mesías de Israel, el Señor Jesucristo, QUE YA VINO, y a Quien los fariseos, rabinos, ancianos y gobernantes de Israel rechazaron y crucificaron, lo cual el rabino Weisberg aplica a un falso mesías supuestamente aún por venir.
Hay que reconocerle al rabino el mérito de hablar con franqueza y sin ambigüedades.
Al leer sus palabras, debería haber resultado obvio para usted que rabinos como Weisberg continúan abrazando un profundo odio y rechazo hacia el verdadero Mesías del Israel bíblico, Jesucristo. Con cada aliento que el rabino Weisberg usa para promocionar la llegada de un nuevo mesías judío, “crucifica de nuevo para sí mismo al Hijo de Dios y lo exponea vituperio público” (Hebreos 6:6).
En otras palabras, el apóstol Pablo (quien era judío de la tribu de Benjamín) dice que lo que el rabino Weisberg está haciendo es crucificar a Jesús una y otra vez con su rechazo blasfemo del Mesías Jesús.
Escuchemos la exhortación de Pablo a los hebreos:
Pero estando ya presente Cristo, sumo sacerdote de los bienes venideros, por el más amplio y más perfecto tabernáculo, no hecho de manos, es decir, no de esta creación{NO el tabernáculo de Moisés ni el templo de Salomón, sino el templo de Su propio cuerpo} , y no por sangre de machos cabríos ni de becerros, sino por su propia sangre, entróuna vez para siempre en el Lugar Santísimo, habiendo obtenidoeterna redención. Por eso es mediador de un nuevo pacto, para que interviniendo muertepara la remisión delas transgresionesque había bajo el primer pacto {Pacto Mosaico}, los llamados recibieran la promesa de la herencia eterna. (Hebreos 9:11, 12, 15) [Énfasis añadido]
En esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hechauna vezpara siempre . Pero Cristo, habiendo ofrecidopara siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios. Porque conuna sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados. (Hebreos 10:10, 12, 14) [Énfasis añadido]
El rabino no ve el pozo en el que está cayendo. Pablo vuelve a dirigirse a los hebreos:
¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que pisoteare al Hijo de Dios, y tuviere por inmunda la sangre del pacto en la cual fue santificado, e hiciere afrenta al Espíritu de gracia? (Hebreos 10:29)
Pero el rabino recalcitrante prevé un mundo conquistado por el Israel sionista. Ve a Donald Trump liderando a Estados Unidos en su reverencia al Estado de Israel. Ve a Estados Unidos uniéndose a Israel en la conquista no sólo del Medio Oriente sino del mundo entero. Si cualquier otro líder espiritual o político dijera tales cosas, sería marcado para siempre como un dictador mundial en potencia. Pero un rabino judío puede hacer declaraciones abiertas como estas con total impunidad.
Pero lo verdaderamente trágico de esta sórdida historia es el hecho de que hay millones de cristianos evangélicos que comparten muchos de los sentimientos del rabino. Ellos también ven al Israel sionista como un objeto de culto. Creen sinceramente que el principal propósito de la existencia de Estados Unidos es proteger a Israel y luchar contra sus guerras de agresión. De hecho, he escuchado a pastores cristianos decirme cara a cara que no importa lo que le pase a Estados Unidos mientras Israel esté protegido.
Los evangélicos han olvidado casi por completo que el lema de la Guerra de Independencia de Estados Unidos fue “No reconocemos a ningún otro soberano que a Dios, ni a ningún otro rey que a Jesús”. Están negociando con entusiasmo una nación que fue construida sobre los principios del cristianismo y las leyes naturales de Dios (estos Estados Unidos) y la están entregando al espíritu del anticristo.
Los propagandistas sionistas cristianos como John Hagee, John MacArthur, Jack Graham, Robert Jeffress y la gran mayoría de los pastores evangélicos, evangelistas y presentadores de radio y televisión constantemente promueven al Israel sionista como la “Tierra Santa” y el “Pueblo Elegido de Dios”. Apoyan todas y cada una de las guerras israelíes, sin importar cuán diabólicas y genocidas puedan ser. Se regocijan ante la perspectiva de construir un tercer templo judío, con sacrificios de animales incluidos.
¿Cómo puede proceder semejante sacrilegio de la boca de quienes profesan ser salvos por la sangre de Cristo derramada UNA VEZ PARA SIEMPRE por nuestros pecados? ¿Cómo pueden renunciar al templo del cuerpo de Cristo por considerarlo insuficiente hasta el punto de que se deba construir de nuevo un templo del Antiguo Pacto y reinstaurar los sacrificios de animales?
¡LOCURA!
El sionismo de Scofield ha dejado helados los corazones de los cristianos profesantes. Mientras la bandera israelí ondee sobre el derramamiento de sangre, no importa cuántas personas sean torturadas y asesinadas.
Incluso el periódico israelíHaaretz publicó recientemente un informe de investigación que demuestra que al menos la mitad de los israelíes que murieron en el ataque de Hamas el 7 de octubre fueron asesinados deliberadamente por las Fuerzas de Defensa de Israel bajo el nombre en código deOperación Hannibal . El informe también informó de manera convincente que hubo más de 180.000 palestinos muertos en la guerra en Gaza, NO 40.000. Y cuando finalmente se descubran todos los cuerpos (algunos de ellos nunca serán encontrados), se espera que el total supere los 250.000, en su mayoría hombres, mujeres, niños y bebés inocentes.
Sin embargo, en general, los cristianos evangélicos de Estados Unidos son completamente insensibles, desapasionados e insensibles a todo. La guerra de Israel en Gaza está matando a más palestinos: está matando la conciencia de los cristianos evangélicos de Estados Unidos.
Y no puedo cerrar esta columna sin citar el análisis de Scott Ritter del discurso de Benjamin Netanyahu ante el Congreso y las innumerables ovaciones que recibió de nuestros serviles congresistas y senadores.
En primer lugar, debemos preparar el terreno. No se trata tanto de que el Congreso de Estados Unidos invite al primer ministro israelí a hablar, sino de que el primer ministro israelí haga un llamamiento a las autoridades para que asuman los deberes y las responsabilidades del Congreso que Israel ha comprado y pagado a lo largo de los años.
Acabamos de tener una temporada de elecciones primarias en Estados Unidos, donde todos los candidatos respaldados por el lobby pro israelí (AIPAC) ganaron gracias al dinero que se puso sobre la mesa.
Israel se jactó de haber comprado el Congreso de Estados Unidos. Y este es el resultado: un criminal de guerra, un hombre acusado de genocidio, contra quien se están preparando órdenes de arresto por parte de la Corte Internacional de Justicia, un hombre que dirige un Estado que ha sido definido legalmente como un “Estado de apartheid”, que lleva a cabo una ocupación ilegal e injusta y, una vez más, un genocidio del pueblo palestino, ha exigido una audiencia en el Congreso que él mismo ha comprado y pagado.
Eso es lo que está sucediendo aquí. Debemos verlo desde esa perspectiva. No se trata de un honor que el Congreso de Estados Unidos le otorga a Netanyahu. Se trata del Congreso de Estados Unidos obedeciendo las órdenes del hombre que dirige la nación y que es dueño del Congreso de Estados Unidos.
Y también son dueños de la Casa Blanca. Son dueños del presidente. Son dueños de ambos candidatos a la presidencia.
Ésta es la triste realidad de la situación política actual en Estados Unidos. No actuamos como una nación soberana, actuamos básicamente como una extensión de esa entidad genocida conocida como Israel.
Las falsas doctrinas del futurismo profético de Scofield han deformado completamente las mentes y los corazones de la mayoría de los cristianos evangélicos en Estados Unidos y han convertido al gobierno estadounidense en nada más que una máquina militar servil para el régimen sionista ateo en Israel.
Mientras persista esta situación en nuestras iglesias, ni Donald Trump ni ningún otro candidato político podrá “hacer que Estados Unidos vuelva a ser grande”. De hecho, si Trump y los evangélicos que lo apoyan continúan con su locura impía de adoración a Israel, Estados Unidos estará tan condenado como lo estuvoJerusalén en el año 70 d . C.
Como escribióJonathan Cook : “Sólo un imperio estadounidense en decadencia sería tan ciego como para aplaudir a Netanyahu y su genocidio”.
Hermanos, ¡estamos allí!
©Chuck Baldwin