“No sé cómo un católico puede votar por los demócratas, porque ellos están detrás de los católicos, casi tanto como están detrás de mí”, dijo Trump.“Yo diría que yo los supero, me enorgullece admitirlo, pero ellos en realidad están detrás de los católicos”.
Bajo la administración Biden-Harris, los católicos que asisten a misa en latín también han sido etiquetados como “extremistas” y espiados por el FBI, y los ciudadanos que se oponen a la política de identidad racial y la ideología sexual en las aulas han sido comparados con terroristas domésticos por el Departamento de Justicia.
“Harris ha dejado constancia de su voluntad de perseguir a los pro-vida y a cualquiera que se oponga a las ideologías LGBT”, advirtió Michael Hichborn, del Instituto Lepanto. “Si lleva su agenda hasta su conclusión lógica, la América de Harris no sólo eliminaría la libertad religiosa, sino toda la libertad, convirtiendo a los ciudadanos en autómatas que cumplen las órdenes del Estado”.
“Esto no sólo es una forma flagrante de intolerancia antirreligiosa, sino que también es inconstitucional”, dijo Burch la semana pasada. “La versión de Harris de ser católico es la de un católico que renuncia a sus creencias fundamentales”.