El partido de izquierda de Justin Trudeau, presentó una ley llamada en Canadá como «Bill C36«, que busca enmendar el código penal canadiense y convertir en un delito los “crímenes de odio en redes sociales”.
Esta ley se suma a la aprobada en 2017, conocida como «Bill C16«, que tipificaba como delito penal decirle a un travesti «él» cuando se identificaba como «ella», y viceversa, tanto en el ámbito público como en Internet. Ambas atentan contra la libertad de expresión de los canadienses.
La Ley C36, en caso de aprobarse, permitirá a una persona comparecer ante un tribunal si cree que otra persona ha cometido un delito “motivado por prejuicios, odio por motivos de raza, origen nacional o étnico, idioma, color, religión, sexo, edad, discapacidad mental o física, orientación sexual, identidad o expresión de género, o cualquier otro factor similar” en su contra en redes sociales o cualquier foro de internet.
En otras palabras, con esta ley es judicializable cualquier crítica que una persona pueda recibir en una publicación de Twitter, Facebook, Instagram o cualquier medio online. Estos delitos quedan tipificados como «crímenes de odio«, y pueden tener hasta arresto domiciliario por 3 años y multas de 70 mil dólares canadienses.
Incluso si la publicación «en falta» no está dirigida hacia ninguna persona en particular, se puede constatar como delito ya que se tipifica además el «discurso de odio«.
El mismo proyecto de ley define «odio» como «la emoción que implica detestación o vilipendio y que es más fuerte que la aversión o el desdén«, y que «desacredita, humilla, hiere u ofende«.
El proyecto de ley enmendaría la Ley Canadiense de Derechos Humanos para convertir en una «práctica discriminatoria» comunicar discursos de odio a través de Internet cuando sea «probable que fomente el desprecio o la difamación de un individuo o grupo de individuos sobre la base de una ley prohibida«.
Esta ley, ya existió por muchos años en Canadá. En 2001, el primer ministro izquierdista Jean Chrétien pasó una modificación del artículo 13 de la Ley Canadiense de Derechos Humanos, y creó la categoría de «discriminación de odio» en Internet con su respectiva pena.
El art. 13 leía: «Es una práctica discriminatoria que una persona o un grupo de personas que actúan en concierto se comuniquen telefónicamente o hagan que se comuniquen así, repetidamente, en todo o en parte, mediante las instalaciones de una empresa de telecomunicaciones [internet], cualquier asunto que pueda exponer a una persona o personas al odio o al desprecio por el hecho de que esa persona o esas personas son identificables sobre la base de un motivo prohibido de discriminación».
Esta ley fue usada por más de una década para censurar la libertad de expresión de los canadienses en Internet, pero el boom de las redes sociales al principio de la última década hizo que el primer ministro derechista Stephen Harper derogara esta ley en 2014.
Ahora, casi 7 años después, el Ministro de Justicia canadiense, David Lametti, quiere reintroducir la ley, pero con clausulas incluso más exigentes. “Estos cambios están diseñados para apuntar a las formas más atroces y claras de discurso de odio que pueden conducir a la discriminación y la violencia”, aseguró.
«El proyecto de ley permitiría a cualquier persona tomar medidas si están recibiendo odio en línea«, dijo. «El odio en línea es una realidad… C36 es un primer paso importante para hacer que nuestra plaza pública en línea sea tan segura como la plaza pública que caminamos todos los días«, cerró.