El peligro oculto tras la vacunación: cuando el cuerpo se convierte en transmisor.

¿De una teoría conspirativa a una realidad médica? Lo que antes se consideraba alarmismo absurdo ahora es el foco de la investigación científica: la llamada diseminación, la posible transferencia de componentes de la vacuna a personas no vacunadas. Durante un año, el médico anónimo A Midwestern Doctor y otros médicos, incluido el Dr. Pierre Kory, analizaron más de 1500 informes de víctimas. Su conclusión: el fenómeno es real y alarmante.

Síntomas sin inyección

Desde la introducción de la vacuna de ARNm, innumerables personas que nunca se han vacunado contra la COVID-19 han reportado síntomas extraños, a menudo poco después de un contacto cercano con personas recién vacunadas. Los síntomas:

  • Períodos menstruales irregulares o repentinos, incluso en mujeres menopáusicas o niñas prepúberes.
  • Dolor de cabeza, síntomas parecidos a los de la gripe, sarpullido, tinnitus, ganglios linfáticos inflamados, pérdida de cabello, fatiga crónica.
  • Y en algunos casos: herpes zóster, alteraciones del sueño, incluso reacciones en las mascotas.

Algunos también informan de un olor extraño cerca de compañeros de trabajo o familiares recién vacunados: un olor metálico y dulce que los afectados asocian con los síntomas.

Contacto sexual, saliva, aliento: ¿vías de contagio?

Sorprendentemente, muchos de estos casos ocurren tras el contacto sexual con parejas vacunadas, lo que plantea interrogantes sobre las posibles vías de transmisión. La teoría científica más extendida es la siguiente:

Tras la vacunación, el cuerpo produce exosomas, pequeñas vesículas que pueden contener la proteína de la espícula. Estas pueden penetrar en otros organismos a través de la respiración, la piel o los fluidos corporales.

Un estudio de 2023 documentó que los hijos no vacunados de padres vacunados tenían anticuerpos contra la proteína de la espiga, sin haber sido infectados ni vacunados. La única explicación: transmisión parental.

Censura en lugar de ciencia

Durante mucho tiempo, el tema de la descamación fue tabú. Las personas afectadas que hablaban públicamente eran objeto de burla, expulsadas, bloqueadas o etiquetadas de locas, incluso por sus colegas médicos. Sin embargo, ahora cada vez hay más médicos que se toman el tema en serio y buscan soluciones.

  • Algunos ahora recomiendan medidas como:
  • Terapias antiinflamatorias
  • Dietas desintoxicantes basadas en nutrientes (NAC, glutatión, vitamina C, zeolita)
  • Evite el contacto cercano con personas recientemente vacunadas en la zona, también en la vida cotidiana.

La verdad se filtra

Los autores del estudio instan a un debate abierto sobre los efectos a largo plazo de las vacunas de ARNm, incluso en terceros. El verdadero problema no es solo la diseminación en sí, sino la pérdida de confianza en las autoridades sanitarias.

Nos han mentido durante demasiado tiempo. Quienes solo querían saber qué les pasaba a sus cuerpos fueron ridiculizados. La verdad ahora está empezando a salir a la luz, y es desagradable.

El estudio de 1500 casos no constituye una prueba definitiva, pero sí una llamada de atención. Quienes presentan síntomas sin estar vacunados ya no son una excepción, sino parte de un rompecabezas mayor. Y ese rompecabezas plantea preguntas fundamentales sobre el paradigma de la vacunación del siglo XXI.

Fuente:ÂLo que hemos aprendido de un año de datos sobre la propagación de la vacuna

Por Saruman