El viceministro de Defensa ruso, Alexander Fomin, ha afirmado que la OTAN se está “preparando” para un conflicto “a gran escala” con Moscú y ha manifestado que el bloque identifica desde hace años al país como “la principal fuente de amenaza”.
“La organización militar del bloque ha sido completamente reorientada hacia la preparación de un conflicto armado a gran escala y de alta intensidad contra Rusia”, ha señalado Fomin durante una sesión informativa para agregados militares y representantes de embajadas en Moscú.
Así, ha recordado que aún sigue en pie la Declaración de Roma, donde “se determina que Rusia y la Alianza Atlántica no se consideran adversarias” y ha agregado que esta postura “fue confirmada en la Cumbre del Consejo Rusia-OTAN en 2010 en Lisboa”.
“Cada año, la OTAN realiza 30 grandes ejercicios en los que elaboran escenarios para realizar operaciones militares contra Rusia”, ha dicho, antes de criticar abiertamente el aumento de maniobras en el mar Negro, tal y como ha recogido la agencia rusa de noticias Sputnik.
“Recientemente, la Alianza Atlántica ha pasado a la práctica de provocaciones directas asociadas con un alto riesgo de pasar a un enfrentamiento armado”, ha advertido, antes de incidir en que un destructor británico entró en aguas territoriales rusas en junio.
En esta línea, ha apuntado a un aumento del 60 por ciento de los vuelos de aviones de reconocimiento en el mar Negro respecto a 2020 y ha puntualizado que “en Europa del Este se mantiene de forma permanente la presencia de unos 13.000 soldados de estados del bloque que no pertenecen a la región”.
Fomin ha argüido además que durante los últimos seis años el gasto militar de la OTAN creció un 31 por ciento, con un gasto total entre todos sus estados miembro superior en más de 18 veces al de Rusia, al tiempo que ha culpado del “lamentable” estado de las relaciones entre Moscú y el bloque al uso de “métodos híbridos” por parte de la Alianza.
Por otra parte, ha asegurado que el deterioro de las relaciones empezó antes de la anexión de Crimea por parte de Rusia en 2014 y ha defendido que “desde el final de la Guerra Gría, Rusia ha intentado repetidamente encontrar nuevas formas de interacción con la OTAN, crear para todos un sistema estable y equitativo de seguridad europea”.
“Sería incorrecto creer que el deterioro de las relaciones entre Rusia y la OTAN comenzó en 2014”, ha valorado, antes de hacer hincapié en que el bloque ha ignorado los intereses de Moscú y se niega a dialogar. “Las conversaciones mantenidas entre 2016 y 2021 mostraron que la Alianza no está lista para una conversación seria entre militares”, ha dicho.
De esta forma, ha reseñado que el bloque “evade tomar decisiones específicas sobre la desescalada y rechaza consistentemente cualquier iniciativa rusa” y ha argumentado que la negativa a coordinar acciones con Rusia fue una de las razones del “fiasco” que “sufrió la OTAN en Afganistán”.
Las palabras de Fomin han llegado un día después de que el viceministro de Exteriores ruso, Sergei Riabkov, alertara de que existe una amenaza real de una nueva crisis de los misiles y pidiera que se tengan en cuenta las propuestas de Moscú sobre unas garantías de seguridad, ante el aumento de las tensiones con Estados Unidos y la OTAN.