El secretario de Salud y Servicios Humanos, Robert F. Kennedy Jr., declaró que los estudios federales realizados bajo la Comisión Make America Healthy Again confirmarán un vínculo entre las vacunas y el autismo para marzo de 2026. En declaraciones a la periodista Kaitlan Collins, Kennedy enfatizó que el objetivo de los estudios es ofrecer hallazgos definitivos que reformularán radicalmente la política de salud pública.

Kennedy reveló que se esperan los resultados iniciales de la investigación para septiembre, y una segunda tanda de informes para marzo. “No vamos a detener los estudios en septiembre”, declaró a Collins, subrayando el compromiso de la comisión con investigaciones exhaustivas. Los estudios coordinados buscan proporcionar evidencia concluyente, lo que, según Kennedy, impulsará cambios transformadores en la forma de abordar las causas del autismo.

Yournews.com informa: Según Kennedy, varios de los estudios centrados en el autismo que se están realizando actualmente son estudios de replicación, diseñados para verificar los resultados de investigaciones anteriores, mientras que 15 nuevos equipos científicos serán seleccionados dentro de tres semanas a través de un proceso de subvención competitivo.

Esta amplia iniciativa forma parte de la estrategia más amplia de la administración Trump para combatir las enfermedades crónicas infantiles. Las declaraciones de Kennedy se producen tras la publicación de nuevos datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) que muestran que el autismo afecta actualmente a 1 de cada 31 niños en Estados Unidos.

Unos días antes del anuncio de Kennedy, la Comisión Make America Healthy Again (MAHA) publicó un informe  que describe sus prioridades inmediatas. Estas incluyen nuevos ensayos clínicos para estudiar la nutrición, una reevaluación de los sistemas de seguridad de las vacunas infantiles y reformas dirigidas a la exposición a medicamentos y al medio ambiente.

El informe completo   identifica las enfermedades crónicas en los niños como una crisis que empeora rápidamente y cita factores como los alimentos ultraprocesados, los productos químicos tóxicos, la prescripción excesiva de productos farmacéuticos y estilos de vida cada vez más sedentarios.

Entre las diez recomendaciones principales se encuentran:

  • Ensayos de nutrición clínica a largo plazo que comparan dietas de alimentos integrales con dietas ultraprocesadas
  • Nuevos sistemas nacionales para monitorear la seguridad de vacunas y medicamentos
  • Investigación independiente de aditivos alimentarios etiquetados como “generalmente reconocidos como seguros” por la FDA
  • Un grupo de trabajo federal utiliza IA para detectar tendencias de enfermedades crónicas
  • Uso ampliado de modelos de pruebas sin animales para medicamentos y productos alimenticios

“La Comisión se ha comprometido a revertir la crisis de enfermedades crónicas infantiles… descubriendo la verdad sobre por qué nos enfermamos”, afirma el informe, y añade que impulsará “políticas e innovaciones que fomenten el crecimiento para revertir estas tendencias”.

El presidente Trump estableció formalmente  la Comisión MAHA en febrero y ordenó a Kennedy y su equipo examinar “cualquier posible causa contribuyente”, incluidas las técnicas de producción de alimentos, la exposición electromagnética, los factores ambientales, las políticas gubernamentales y la influencia corporativa.

Los datos de los CDC mencionados en el informe indican que más del 40 % de los niños estadounidenses padecen al menos una enfermedad crónica. El Departamento de Defensa ha informado por separado que el 75 % de los jóvenes estadounidenses no son elegibles para el servicio militar, principalmente debido a la obesidad y problemas de salud física.

El trabajo de la Comisión, enfatizó Kennedy, está diseñado para ser tanto científico como práctico. “Empezaremos a tener mucha información para septiembre”, dijo, “pero no nos detendremos ahí. Estos hallazgos están destinados a orientar las políticas, no a quedarse en un segundo plano”.

Si tiene éxito, la investigación federal sobre el autismo y otras enfermedades crónicas podría marcar un punto de inflexión en la salud pública estadounidense, orientada a identificar las causas profundas en lugar de tratar los síntomas, algo que Kennedy se ha comprometido a perseguir como parte de su agenda Make America Healthy Again.

 

Por Saruman