El castellano es el idioma que voy usar para escribir este texto, los idiomas nacen, cambian, mueren. Los idiomas se adaptan a un modo de pensar y luego lo reflejan de modo tal que nos dicen por qué cauces debe transcurrir nuestro propio pensamiento para que se adapte a su vez a esa forma de pensar a la que el lenguaje fue adaptado. El castellano no es una excepción. El castellano nace de un idioma pagano ya muerto, el latín, a través de miles de cambios que lo van adaptando a la cultura cristiana y es de ese modo como llega a nuestros días. La palabra “naturaleza” del idioma castellano, nace a partir de la palabra latina “natura” pero no necesariamente significan lo mismo. En el presente texto pretendo aclarar, un poco, el significado que posee originalmente la antigua palabra, pagana, que actualmente, pero de modo confuso, traducimos por “naturaleza”.
“Natura” significaba aquello que es propio de las cosas, todo lo existente tiene características que le son propias, su existencia ya es por ella misma una de sus características. Por ello nada puede haber que no tenga su propia condición natural. Visto de este modo aunque todo lo existente comparte la característica de existir y esto forma parte de toda natura no por ello deja cada cosa de tener otras características, peculiares suyas, que le hacen ser diferente a las demás cosas que existen. Se puede hablar, por tanto, de una “natura” que es global y mínima, pues todo lo existente comparte la característica de existir, y a la vez de “naturas” particulares y hasta exclusivas de tal o cual ser, que reúne en ella todas sus características.
La palabra “natura” guarda relación con otra palabra latina “cosmos”, que la tomaron del griego “kósmos” (κόσμος), esa palabra termino formando parte del castellano con el significado, habitualmente, del espacio externo al planeta Tierra. Pero ese no es su significado original. También tradujeron el termino griego “kósmos” por la palabra latina “mundus” que tenia el significado de ordenado y también de limpio, y es de esa palabra de donde nace la castellana “mundo” que tiene diversos significados según el contexto y con frecuencia, en castellano, se refiere a solo una parte de la realidad y ya no a la Naturaleza en el sentido pagano de “Natura” o “Kósmos”.
Cuando hablaban de “cosmos” o “kósmos”, los antiguos paganos, no se referían a ninguna clase de espacio si no a otra cosa. Kósmos es el conjunto de todo lo existente visto como aquello que surge de un caos que se ve sometido a una serie de leyes que lo ordenan dando lugar a la existencia final de un orden armonioso, dicho orden que pasa a sustituir el estado original de caos, es el que va permitir nuestra existencia, al producir, según leyes naturales, unos procesos, cambios, y un fluir, coherente, de la realidad. El Kósmos es visto como un bien, cosa lógica ya que es aquello que haciendo posible nuestra propia existencia nos permite alegrarnos de estar vivos. Hay que tener en cuenta que la palabra griega “ kósmos” no solo significaba totalidad y orden si no que además, y esto es esencial desde un punto de vista pagano, significa adorno y por lo tanto, a su modo, también belleza, así por ejemplo la palabra “cosmético”, con el que nos podemos referir incluso a un pintalabios, es una palabra del castellano que deriva directamente de esa vieja palabra pagana “cosmos”. Con frecuencia el Kósmos es presentado como opuesto al Caos, pese a que proviene de él, si bien, personalmente, los prefiero ver como complementarios e insertos cada uno en el otro, pero sobre el caos ya he escrito un articulo, cuyo enlace os dejo y no me voy extender más sobre ello aquí por salirse del tema de este articulo.
Hay una tercera palabra que va asociada a las otras dos y es la griega “Physis”, al castellano se la traduce directamente por “naturaleza”, aunque no significa realmente lo mismo que en castellano normalmente se entiende por “naturaleza”. Es una deidad griega, que surge según sus mitos al principio de los tiempos, su nombre proviene de un verbo que significaba “crecer”, “brotar”, se le identifica con diversos dioses, incluso de diferente sexo, pero normalmente con, la Madre Tierra, Gea, de ella proviene la palabra castellana “física” que evidentemente no significa lo mismo. La palabra “Physis” salta de la religión a la filosofía pagana. Hay que tener en cuenta que religión y filosofía son cosas diferentes, pero no se puede hacer filosofía en el vació, siempre se emprende la labor filosófica desde el marco cultural y social en que se vive, pues no tienes otro del que partir. Cosa a parte es si te luego te mantienes dentro o sales de él. La cosmovisión, la forma de ver la realidad, de la que hablamos no es una consecuencia de la filosofía pagana, si no algo que el pensamiento pagano tenia por base y punto de partida y que comparte tanto las distintas formas de religión pagana como sus distintas formas de filosofía. Cuando nace la filosofía lo hace desde la creencia en un “Kósmos” que se mantenía tal gracias a la actividad de los dioses, y dado que ese “Kósmos” es todo los propios dioses formaban parte de él a la vez que lo cuidan, desde este punto de vista fuera del “Kósmos” no puede haber nada y todo lo sí existente necesariamente forma parte de él. Al nacer la filosofía, sus primeros filósofos, centran su interés en tratar de desvelar que es la naturaleza , ven la Physis como el principio a partir del cual surge todo lo demás, es la cuna de la realidad y se muestra como la fuerza, dinámica, de la que todo nace.
En ese intento de explicar racionalmente la Naturaleza, los antiguos paganos se encontraron con dos problema básicos, la Naturaleza se muestra como una y a la vez múltiple, lo cual parece contradictorio; y por otro lado nuestra condición humana limita nuestra capacidad para comprender lo que ella es. Las creencias religiosas e incluso distintas experiencias de tipo místico parecen haber jugado un importante papel desde un principio en esa búsqueda de comprensión. Buscan descubrir cual es ese principio a partir del cual se genera todo lo demás, pero es un principio interno de la propia naturaleza, no algo ajeno a ella, el primer principio que nos proponen es el agua, todo lo existente es agua tomando tal o cual forma, me parece muy difícil de creer salvo si el que lo propuso se estaba refiriendo con ello al Caos, del que hablaban los mitos religiosos y que estaba asociado el agua como símbolo, pero conservamos tan pocos fragmentos y tan cortos de su pensamiento que sospecho que jamás sabremos lo que quiso decir realmente con ello. La más ingeniosa me parece la que propone tomar un principio absolutamente indeterminado para explicar la pluralidad como resultado de él. Pero una y otra vez lo que vemos es que para ellos la naturaleza era sobre todo un misterio, además de todo. No confunden la Naturaleza con la naturaleza sensible, es decir con aquella que podemos ver, tocar, oler, etc. Para ellos la naturaleza, el “Kósmos”, se escapa a nuestros sentidos, en ese sentido podríamos decir que, para ellos, una piedra es algo muy distinto a lo que un ateo ve cuando la mira. Es aquí donde adquiere sentido la gnosis pagana. El intento de contemplar lo que la naturaleza es más allá de los limites de nuestros sentidos. Parménides, por ejemplo, uno de los primeros filósofos, sostiene que la realidad no es lo que vemos los mortales, que nuestras opiniones sobre ella son infundadas, aunque inevitables, en su lugar nos habla de experiencia religiosa que le lleva ante una diosa que le desvela la realidad, seguro que sus palabras tienen mucho de simbolismo, metáfora, pura alegoría, pero nos está hablando de un cambio en la forma de ver, obtenida a través de una experiencia religiosa, de que clase es esa experiencia es asunto que se discute hoy en día, me falta formación para entrar en esa discusión, pero al igual que otros considero que probablemente guarda relación con las experiencias en los misterios e iniciaciones de la religión griega.
Lo mismo volvemos a encontrar en Platón, por ejemplo, lo que vemos solo son sombras de la realidad.
Sombras puede ser, pero en todos ellos, siempre, la realidad es la Naturaleza, aunque la veamos de un modo y sea de otro. Una realidad, la Naturaleza, que trasciende nuestra capacidad de ver y comprender lo que ella es, pero fuera de la cual nada puede haber, por lo que nada la trasciende a ella. Y, podemos como humanos hacernos mil formas diferentes de imaginar lo que Ella es, por supuesto, pero siempre va ser más de lo que seamos capaz de imaginar.
Por ello para aquellas gentes, da igual cual fuera su forma de religión o filosofía, la naturaleza no era algo que se pudiera realmente ver a simple vista, pero lo era todo. Era, es, la Naturaleza un misterio dentro del cual existe todo lo existente y fuera del cual nada hay. Y, si alguien aspira a desvelar el misterio le queda la esperanza de el camino de la gnosis pagana, y ver si ese camino, o caminos, funcionan como algunos creyeron y afirmaron hace tantos siglos o si por el contrario hasta esa esperanza es esperanza vana y el misterio perdura y ni aun de ese modo desvela al ojo humano la Naturaleza sus secretos profundos, los que la desnudan.
Mi forma de entender la naturaleza ya di cuenta de ello en en otro lugar, es la mía y también la de otros, pero lo que importa es que cada pagano la puede entender como buenamente quiera siempre y cuando en su forma de entender jamás olvide que la Naturaleza es misterio, origen y todo.
En cuanto a si lo que vemos son sombras o otra cosa, más bien pienso que son adornos y joyas con los que la bella Natura, esa de la que hablaban los antiguos, se reviste y con los que nos invita a tratar de entender su profundo misterio y grandeza; al fin y al cabo de Ella venimos, en Ella vivimos y hasta Ella misma somos y es que ni la nada puede existir fuera de Ella. Por lo que esos adornos, esas joyas, tales galas, no dejan ellos de ser, a su vez, parte de Ella y de su belleza. Aunque a veces esas galas, tales joyas, esos adornos, de tantos que ellos son, corremos el riesgo, y grande, de que nos deslumbren y entonces nos impidan ver la luz de su mirada.