El filósofo griego Platón es mejor conocido por sus ideas espartanofílicas que expresó principalmente en su obra‘República’, pero también es bien conocido que a menudo expuso en sus numerosas obras sobre pueblos de los que había oído hablar en todo el mundo.
En esta línea de pensamiento, Platón tiene varias cosas que decir sobre los fenicios: quienes, como he comentado en otra parte, (1) pueden ser equiparados aproximadamente a los judíos, dado que en ese momento escribieron Platón y muchos pensadores griegos clásicos. Dado que los judíos probablemente eran casi indistinguibles de los cananeos/fenicios entre quienes habitaban en este punto de la historia del Cercano Oriente.
Por lo tanto, es razonable suponer que cuando Platón habla de los fenicios, sus comentarios también tienen una aplicabilidad general a los judíos, a quienes Platón habría visto como parte de la civilización fenicia.
Platón describe así a los fenicios:
“Pero si no puede, involuntariamente creará en ellos, en lugar de sabiduría, el hábito de la astucia, mala tendencia que se puede observar en los egipcios y fenicios, y en muchas otras razas, a través de la vulgaridad general de sus actividades y adquisiciones, ya sean algún legislador suyo indigno ha sido la causa, o algún impedimento del azar o de la naturaleza.’(2)
En este extracto podemos ver que Platón describe la naturaleza de los fenicios, y por tanto también de los judíos, como un estado de extrema codicia: una especie de protocapitalismo, por así decirlo. Esto concuerda muy bien con la descripción ligeramente posterior que Estrabón hizo de los judíos explícitamente, esta vez de la misma manera. (3)
También vale la pena señalar que Platón implica aquí que los egipcios y los fenicios -y por lo tanto también los judíos- son inherentemente supersticiosos ya que los describe como personas con poca sabiduría o interés intelectual en la ciencia aprendida (es decir, ya que no están interesados en aprender entonces deben estar interesados en los rituales y las costumbres por sí mismos, lo cual es una superstición de facto) y sugiere que su obsesión por las cosas materiales (‘el hábito de la artesanía’) bien puede deberse a su religión o a sus leyes (‘algún legislador indigno de la de ellos ha sido la causa’), aunque deja explícitamente abierta la posibilidad de que pueda haber una causa biológica de esto (‘algún impedimento del azar o de la naturaleza’).
El hecho de que Platón atribuye un carácter supersticioso a los fenicios se ve en su‘República’cuando afirma:
‘”¿A qué clase de ficción te refieres?” dijó el. “Nada sin precedentes”, dije, “sino una especie de cuento fenicio, algo que ha sucedido antes en muchas partes del mundo, como nos cuentan los poetas y han inducido a los hombres a creer, pero eso no ha sucedido y tal vez no sucedería”. Es probable que suceda en nuestros días y exige no poca persuasión para hacerlo creíble”.‘ (4)
En el extracto anterior, que trata del concepto de“Cuento fenicio”o“Mentira noble”,como se la conoce mejor, Platón describe implícitamente cómo se había hecho creer a los fenicios en todo tipo de tonterías supersticiosas, lo que sirve para explicar el orden social existente, la desigualdad económica e induce una especie de orgullo nacional, a saber, un mito (o mitos) nacional.
En otras palabras, así como los judíos con los diversos mitos inventados por la clase sacerdotal (5) (los que no olvidan son los que escribieron, compilaron y luego editaron el texto de la Torá y el Tanaj), (6) los fenicios Son un pueblo esclavizado sin saberlo a sus sacerdotes y gobernantes que inventan mitos y cuentos sin sentido para justificar el grado de orden de las cosas en las tierras que están bajo su dominio. Luego, con el tiempo, estos se vuelven aceptados y crean prohibiciones religiosas y tabúes sociales que a su vez impiden la investigación adecuada de los contornos de la filosofía y la ciencia hasta que dichas prohibiciones y tabúes sean desafiados.
Esto significa entonces que para Platón: los fenicios (y por tanto los judíos) eran bárbaros esencialmente supersticiosos y materialistas que no apreciaban las cualidades más sutiles del intelecto y la sabiduría que la investigación y el debate filosóficos podían proporcionar en última instancia.
Referencias
(1) Vea mi artículo: https://karlradl14.substack.com/p/homer-the-phoenicians-and-the-jews
(2) Plat., Leg. 747C
(3) Estrab. 16.2.28
(4) Plat., Rep. 3:414c
(5) Véase, por ejemplo, David Kraemer, 2009,‘Jewish Eating and Identity Through the Ages’, segunda edición, Routledge: Nueva York, págs. 14-24; Robert Davidson, A. Leaney, 1970,‘Crítica bíblica’, primera edición, Penguin: Baltimore, págs. 121-133
(6) David Freidenreich, 2011,‘Los extranjeros y su comida: construyendo la alteridad en la ley judía, cristiana e islámica’, primera edición, University of California Press: Berkeley, págs. 5-10