Los seguidores del ex mandatario rompieron las barreras en torno a las sedes de los tres poderes y pidieron la intervención militar para derrocar al Presidente brasileño Lula da Silva, quien asumió hace exactamente una semana. Los manifestantes entraron al hemiciclo del Parlamento y causaron destrozos en los edificios.
Cientos de seguidores del ex mandatario brasileño Jair Bolsonaro invadieron el Congreso, el Palacio de gobierno de Planalto y la Corte Suprema en Brasilia en medio de manifestaciones contra el Presidente Lula da Silva.
Los manifestantes, quienes reclaman una intervención militar para derrocar a Lula, llegaron al lugar desde el Cuartel General del Ejército, ubicado a nueve kilómetros, donde se encuentran acampando desde que Bolsonaro perdió las elecciones a fines de octubre pasado.
Las patrullas de la Policía Legislativa, que entregan seguridad al Congreso, fueron atacadas y las barreras que acordonaban las sedes de los tres poderes fueron destruidas por los manifestantes, en un hecho que recuerda el asalto al Capitolio realizado por seguidores de Donald Trump dos semanas antes de la toma de posesión de Joe Biden en enero de 2021. De hecho, rompieron ventanales de la sede del Poder Judicial y del Congreso.
El ministro de Justicia brasileño Flávio Dino, señaló que “este absurdo intento de imponer la voluntad por la fuerza no prevalecerá. El Gobierno del Distrito Federal asegura que habrá refuerzos. Y las fuerzas a nuestra disposición están trabajando. Estoy en la sede del Ministerio de Justicia”. Diversos gobernadores del país también condenaron la violencia desatada por los seguidores de Bolsonaro. El presidente del Senado, Rodrigo Pacheco, por su parte, manifestó su repudio a estos actos y señaló que los manifestantes deben “sufrir con urgencia el rigor de la ley”.
El mandatario no se encontraba en el lugar, ya que está de gira al interior del estado de Sao Paulo, producto de las inundaciones en la zona.
Lula asumió el pasado domingo la presidencia de Brasil, en medio de tensiones por las protestas en los días previos de seguidores de Bolsonaro y sin la presencia del saliente mandatario, quien viajó a Estados Unidos. El pasado 30 de octubre Lula se impuso estrechamente a Bolsonaro (50,9% contra 49,1%) en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales.