Los israelíes que presencian el “cambio de casi 180 grados en Ucrania de la administración Biden a la administración Trump” temen que pueda suceder algo similar con Israel, según un nuevo informe del Jewish Insider.
Según los expertos, el cambio de postura de Washington respecto de Ucrania es un «desafío» para Israel :
El cambio de casi 180 grados en Ucrania de la administración Biden a la administración Trump —del apoyo vocal y un flujo de armas a la amenaza de detener los envíos de armas y un llamado a terminar abruptamente la guerra sin garantías de seguridad— es casi una imagen reflejada del cambio en Washington cuando se trata de Israel, donde hubo congelamientos de algunas armas y un plan de alto el fuego que mantendría a Hamas en el poder y ahora se aprobaron 4.000 millones de dólares en armas y la Casa Blanca apoya a Israel bloqueando la ayuda a Gaza.
Sin embargo, después del enfrentamiento del presidente Donald Trump con el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky la semana pasada, algunos expertos advierten que la implosión de los lazos entre Washington y Kiev podría tener ramificaciones para Israel.
Según Ksenia Svetlova, miembro de la Cámara de Representantes y ex miembro del Knesset, “lo que sucedió en la Casa Blanca con Zelensky demuestra que Estados Unidos no tiene una política constante ni aliados permanentes. Si no hay aliados permanentes, si Ucrania es arrojada a la basura después de todos estos años… nadie es inmune”.
Según Svetlova, el hecho de que la administración Biden haya congelado algunos envíos de armas a Israel en medio de presiones políticas internas demuestra que “no existen vacas sagradas, ni siquiera Israel”.
“Incluso en el actual mandato, Trump puede cambiar. Si no hay intereses o doctrinas constantes, eso significa que todo puede cambiar. Israel debe estar preparado para convertirse en algo como Ucrania”, afirmó.
No sé si la situación va a cambiar pronto, pero el hecho es que cuando entras a Twitter las únicas personas que apoyan la financiación estadounidense a Israel son testaferros pagados por Israel o por representantes israelíes.
Si bien Twitter no siempre refleja la opinión pública, con frecuencia refleja lo que se convertirá en opinión pública dentro de unos años, y en este momento no hay ningún interés en que nuestra “relación especial” continúe.