A las Naciones Unidas se les ha concedido silenciosamente un control regulatorio total sobre Internet, lo que permite a la organización no elegida censurar o castigar a cualquiera que amenace con perturbar la agenda globalista.
Si bien cita la necesidad de una regulación de Internet por parte de “múltiples partes interesadas”, el proyecto de ley de 59 páginas de UNECSO se titula Directrices para la gobernanza de las plataformas digitales .
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Activistpost.com informa: Esto es el doble pensamiento orwelliano en su peor expresión: promover la libertad de expresión que es contraria a la libertad de expresión. La “mayor amenaza a la estabilidad y la cohesión social” tiene que ver con su estabilidad y la cohesión social que quieren imponer en el mundo. Ahora la UNESCO generará un frenesí de ONG y gobiernos tiranos ansiosos por promover y defender la narrativa globalista. — Patrick Wood , editor de noticias y tendencias de tecnocracia
Por: Comunicado de prensa de la UNESCO
La tecnología digital ha permitido un inmenso progreso en materia de libertad de expresión. Pero las plataformas de redes sociales también han acelerado y amplificado la difusión de información falsa y discursos de odio, lo que plantea importantes riesgos para la cohesión social, la paz y la estabilidad. Para proteger el acceso a la información, debemos regular estas plataformas sin demora, y al mismo tiempo proteger la libertad de expresión y los derechos humanos.
El plan de acción de la UNESCO es el resultado de un proceso de consulta a una escala sin precedentes dentro del sistema de las Naciones Unidas, con más de 10.000 contribuciones de 134 países recaudadas durante los últimos dieciocho meses. En cuarenta páginas, describe los principios que deben respetarse, así como las medidas concretas que deben implementar todas las partes interesadas: gobiernos, autoridades reguladoras, sociedad civil y las propias plataformas.
Representantes de reguladores independientes ya han acogido con satisfacción la iniciativa de la UNESCO, y varios de ellos –especialmente en África y América Latina– han indicado que están listos para comenzar a implementar estas medidas. Para ello, la UNESCO organizará la primera Conferencia Mundial de Reguladores a mediados de 2024.
La Organización también apoyará a sus Estados miembros en la transposición de este plan de acción a sus propias leyes y reglamentos. Para ello, la UNESCO está movilizando financiación específica, incluido un millón de euros ya prometido por la Comisión Europea.
7 principios fundamentales a respetar
Las medidas de la UNESCO se organizan en torno a 7 principios que deben respetarse para que:
- El impacto sobre los derechos humanos se convierte en la brújula para toda la toma de decisiones, en cada etapa y por cada parte interesada.
- En todo el mundo se crean reguladores públicos e independientes, con funciones claramente definidas y recursos suficientes para llevar a cabo su misión.
- Estos reguladores independientes trabajan en estrecha coordinación como parte de una red más amplia, para evitar que las empresas digitales se aprovechen de las disparidades entre las regulaciones nacionales.
- La moderación de contenidos es factible y eficaz a escala, en todas las regiones y en todos los idiomas.
- La rendición de cuentas y la transparencia se establecen en los algoritmos de estas plataformas, que con demasiada frecuencia están orientados a maximizar la participación a costa de información confiable.
- Las plataformas toman más iniciativas para educar y capacitar a los usuarios para que piensen críticamente.
- Los reguladores y las plataformas toman medidas más enérgicas en momentos particularmente sensibles como elecciones y crisis.
Hay que proteger la libertad de expresión
“Nuestro trabajo ha estado guiado por un requisito central: la protección en todo momento de la libertad de expresión y de todos los demás derechos humanos. Restringir o limitar la expresión sería una solución terrible. Disponer de medios de comunicación y herramientas de información independientes, cualitativas y gratuitas es la mejor respuesta a largo plazo a la desinformación”, subrayó el Director General.
En particular, las plataformas deben contar con equipos de moderadores cualificados, en número suficiente y que hablen todos los idiomas principales de sus redes sociales, para que puedan llevar a cabo un control fiable y eficaz del contenido que se publica en línea. Deben garantizar la transparencia del proceso de moderación, incluso cuando esté automatizado mediante algoritmos. También deben facilitar su uso, en todos los idiomas principales del país en el que operan, e informar sobre las quejas de los usuarios.
Secciones de esta estrategia también están dedicadas a las medidas necesarias para garantizar la integridad electoral –en particular a través de evaluaciones de riesgo electoral, una señalización clara del contenido y una mayor transparencia de la publicidad política y su orientación– y para responder a situaciones de emergencia, como conflictos armados y desastres.
También se han incluido elementos específicos del sector cultural, destacando los riesgos que enfrentan los artistas y la necesidad de acceso en línea a “contenidos culturales diversos” como un derecho humano fundamental que debe salvaguardarse, en referencia a la Declaración adoptada por unanimidad por los Estados miembros de la UNESCO en la Conferencia MONDIACULT en septiembre de 2022.
Una encuesta mundial confirma la urgente necesidad de actuar
La publicación del plan de acción de la UNESCO va acompañada de una encuesta de opinión realizada por IPSOS para la UNESCO, con más de 8.000 encuestados en 16 países donde se celebrarán elecciones en 2024. Muestra que el 85% de los ciudadanos están preocupados por el impacto de la desinformación en línea, en una época en la que las plataformas de redes sociales se han convertido en la principal fuente de información para una gran mayoría de ellos.
La misma encuesta indica que el 87% de los ciudadanos cree que esta desinformación ya ha tenido un impacto importante en la vida política de su país y teme que influya en los resultados de las elecciones de su país el próximo año. Como resultado, el 88% pide a los gobiernos y reguladores que resuelvan este problema rápidamente regulando las redes sociales.