Lo «políticamente incorrecto» es el término moderno equivalente a lo que se consideraba «hereje» por la Iglesia la cual era la principal institución política durante la Edad Media y que mediante la Inquisición se dedicaba a desarticular dichas herejías. En la corrección política moderna se pueden identificar varios elementos homólogos a los de la antigua Inquisición eclesiástica:
- Una nueva Iglesia: el Sistema.
- Nuevos dogmas incuestionables: la «igualdad«, la «tolerancia», el feminismo, el multiculturalismo, el «holocausto«, la homosexualidad, la endofobia, la xenomanía, el odio hacia lo superior y el respeto por los grupos que destruyen la economía y la identidad de los pueblos.
- Nuevos inquisidores: los medios de comunicación, la prensa, las ONGs, los lobbies judíos, homosexuales, feministas, democristianos, magnates de las finanzas, científicos corruptos, burócratas, progresistas, políticos de izquierda y de derecha, parásitos decadentes, y demás siervos del Sistema.
- Nuevos templos: las universidades, las instituciones internacionales y los «museos de la tolerancia».
- Nuevos herejes: revisionistas, científicos disidentes, nacionalistas y patriotas.
- Nuevos tabúes intocables: la ingeniería genética, las razas humanas, la eugenesia, el genocidio blanco, etc.
- Nuevas cazas de brujas: escándalos y juicios a los grandes disidentes o a cualquier sospechoso de «racismo» o patriotismo.
- Nuevas hogueras: el ostracismo, la difamación, la condena, el encarcelamiento, el boicot e incluso la agresión física directa.
- Un nuevo Satanás: Hitler.
- Nuevos pioneros arrepentidos «al estilo de Galileo«, como el científico y superdotado inglés James Watson, quien se retractó de su frase «racista» en 2007, so pena de ser quemado en la hoguera de los medios de comunicación.
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FUENTE. Metapedia