Toda alusión concerniente a los virus como patógenos es incorrecta y está basada en malinterpretaciones fácilmente reconocibles, entendibles y verificables.

Mientras tanto, las causas reales de las enfermedades y los fenómenos atribuidos a los virus han sido investigados y aplicados. En lugar de utilizar virus, todos los científicos en el laboratorio trabajan con componentes típicos especialmente preparados, de células y tejidos muertos. Ellos creen que los tejidos y las células mueren porque son infectadas por un virus. En realidad, esos tejidos y células de laboratorio, mueren debido a la privación de nutrientes y al envenenamiento, como resultado de las condiciones a las que son expuestos durante el test.

Los virólogos creen en los virus debido a que añaden sangre supuestamente infectada, saliva infectada, u otros fluidos supuestamente infectados a tejidos y células- después de haberles retirado su solución de nutrientes y después de la adición de antibióticos tóxicos. Ellos creen que la muerte de las células y tejidos que ocurre tras esto, está causada por los virus.

Los tejidos y células mueren enteramente por sí mismas, sin la adición de material “ infectado”. ¡Esto aún no se les ha ocurrido a los virólogos! De acuerdo a los principios del procedimiento científico, se tendrían que haber realizado test de control. Con el fin de controlar el método pionero para la supuesta multiplicación de los virus, es decir, para asegurarse de que el método mismo no produce o falsifica los resultados del experimento, uno tendría que haber añadido sustancias estériles o sustancias de sujetos sanos a los tejidos y células en inanición.

Increíblemente, estos procedimientos de control, nunca se han llevado acabo por la “ciencia”. Como parte del procedimiento judicial en al caso del virus del Sarampión, yo encargué estos test de control a un laboratorio independiente.

El resultado: Los tejidos y células morían justo como si hubiesen entrado en contacto con supuestos materiales infecciosos. El cometido de los experimentos de control, es el de descartar la posibilidad de que la técnica o método experimental causen los resultados observados.

Los experimentos de control son la primera prioridad y un criterio obligatorio para poder ser capaces de catalogar el resultado como científico. Como veremos en los procedimientos del caso judicial del virus del sarampión, el experto designado por el Tribunal determinó que las publicaciones presentadas, que constituyen los fundamentos para toda la disciplina de la virología, no contienen ningún experimento de control.

En otras palabras, los científicos involucrados en ésta disciplina conducen sus investigaciones de una manera extremadamente acientífica. La explicación para ésta conducta acientífica, que descalifica los estudios realizados de las credenciales científicas que proclama, tiene un origen histórico.

En Junio de 1954, una conjetura contradictoria y acientífica que fue publicada, de acuerdo a la cual, la muerte del tejido vivo en un tubo de ensayo puede indicar la presencia de un virus. Seis meses después, elprimer autor de éstas ideas especulativas recibió el Premio Nobel de Medicina, el 10 de Diciembre de 1954. Éste honor elevó la especulación de junio de 1954 al nivel de hecho científico, el cual ha llegado hasta nuestro días sin ser verificado.
Desde entonces, la muerte del tejido y las células en el tubo de ensayo ha sido considerado como la evidencia de la existencia de los virus.

No sólo eso. A la muerte de los tejidos/células, también se le llama“aislamiento” de un virus basado en el razonamiento de que se trajo algo supuestamente al laboratorio desde el mundo exterior a través de un organismo, a pesar del hecho de que un virus nunca ha sido aislado en el sentido estricto del término, presentado en su forma completa y caracterizado bioquímicamente.

En realidad las fotos de supuestos virus realizadas con microscopio electrónico, sólo revelan componentes normales de tejidos y células que mueren. Debido a que los investigadores aplicaron la creencia de que los tejidos y células se transforman completamente en virus cuando mueren, la muerte de las células es empleada también para inferir la multiplicación viral.

Las partes implicadas siguen manteniendo ésta creencia hasta el día de hoy,debido a que los investigadores que fueron pioneros en el método, crearon éste dogma de fé, que respaldado por un Premio Nobel, continúa sirviendo como principio rector de éste campo.

Sin purificar esta mezcla, consistente en tejidos y células agonizantes de monos y de fetos de vacuno, así como de antibióticos tóxicos, éste preparado se aplica como una vacuna “viva”, debido a que ahora consiste supuestamente en virus debilitados. Todo esto se debe a que la muerte de los tejidos y las células

– en realidad, provocada por la inanición y el envenenamiento y NO por una supuesta “infección”-

ha sido y continúa siendo malinterpretada como prueba de la existencia de virus, como pruebade su aislamiento, y como prueba de su multiplicación.

De esta forma, la mezcla tóxica resultante repleta de proteínas extrañas, ácidos nucleicos extraños, antibióticos citotóxicos, microbios y esporas de todo tipo, se nos presenta como una “vacuna viva”. En el procedimiento de vacunación, la vacuna es normalmente inyectada en los músculos del niño en una cantidad, que de ser inyectada en vena, resultaría con certeza en una muerte inmediata. Sólo con una completa ignorancia y fé ciega en las autoridades estatales, que “testan y aprueban” las vacunas, puede una inyección de éste tipo ser descrita como “un pequeño, inocuo pinchazo”.

Componentes individuales son removidos de partes de tejidos y células muertas, malinterpretándolos como componentes de un virus y ensamblándolos conceptualmente para formar un modelo de virus. Un virus real y completo no aparece en ningún sitio en toda la literatura “científica”.

El proceso para llegar a un consenso, donde las partes involucradas discuten sobre qué pertenece al virus y qué no, llevó décadas para el virus del Sarampión. Con el supuesto nuevo “Covid-19” éste proceso para llegar aun consenso sólo llevó unos pocos clicks de ratón.

Con unos pocos clicks de ratón en un programa que deriva la secuencia molecular a partir de segmentos cortos de ácidos nucleicos, ( que pertenecen al tejido muerto y a la célula), se construye el supuesto material genético completo de cierto virus, conocido o nuevo. De hecho, ni siquiera éstas manipulaciones, llamadas “alineamiento”, resultan en una secuencia genética “completa” de un virus, conocida como genoma.

A través de éste proceso de construcción conceptual de las “cadenas de genoma viral”, secuencias de ácidos nucleicos que no son compatibles, son“eliminadas” y las que faltan se añaden. De ésta manera, se inventa una“secuencia genética” que no existe, nunca ha sido descubierta realmente y nunca ha sido caracterizada como un todo.

Resumiendo: A partir de fragmentos cortos, se construye una secuencia genética más grande en línea con un modelo de genoma viral que no existe en realidad. Por ejemplo, en el caso del modelaje conceptual de genoma del virus del Sarampión, a los fragmentos cortos de ARN y ADN de la propia célula (que están presentes realmente), les faltan bastantes más de la mitad de las secuencias moleculares que representan supuestamente el virus completo. Algunas de éstas son creadas bioquímicamente de forma artificial y el resto simplemente son inventadas.

Esos científicos chinos que ahora claman que la mayoría de los ácidos nucleicos a partir de los cuales el genoma del nuevo virus Covid-19 fue construido, son originarios de unas serpientes venenosas, con, como todos nosotros, víctimas de un desarrollo científico erróneo que es ahora global. Cuantas más cadenas de genoma “viral” son inventadas, más similitudes“encuentran” con todo lo que hay por ahí. Un método se esconde tras éste error. Gran parte de nuestra ciencia académica funciona así: tú inventas una teoría, te mueves dentro de ésta teoría, la llamas ciencia y clamas que representa a la realidad. En realidad, sólo representa a aquello que ha sido ya previamente ideado.

Debido a la falta de experimentos de control, los investigadores involucrados han sido incapaces de darse cuenta de que todos los métodos de testeo de “virus” siempre testan a cierto número de personas como“positivo”, dependiendo de cuán sensitivo sea el método de testeo. Las fórmulas requeridas para la supuesta detección de “virus”, no proceden de“virus”, sino de tejidos, células y suero fetal (sangre sin componentes sólidos) de animales, en su mayor parte monos y ganado. Debido a que éstos animales son bioquímicamente muy similares a los humanos, está claro que sus componentes, que son malinterpretados como componentes de virus, pueden ser detectados en todos los humanos usando“el método de testeo de virus”.

Algunos “virus” y sus “vacunas” en realidad vienen de fetos humanos abortados. Es particularmente chocante aquí, que los métodos de testeo detectan moléculas que están presentes en todos los seres humanos y que las vacunas pueden disparar reacciones alérgicas particularmente peligrosas, que se han definido como “enfermedades autoinmunes”.

El suero fetal, que es extraído de una manera extremadamente cruel de fetos no anestesiados, de madres no anestesiadas, y sin el que los tejidos y las células no pueden crecer lo suficientemente rápido en el laboratorio,está especialmente contaminado. Contiene todos los microbios conocidos y desconocidos concebibles, sus esporas, y un gran número de proteínas desconocidas. Aquí tienen también su origen- añadidas a las célula sanimales- los componentes obtenidos que después son mentalmente asignados a un modelo de virus que no existe en realidad y que nunca ha sido identificado como un “virus” completo en toda la literatura “científica”.

Debido a que las vacunas mismas son obtenidas exclusivamente de éstas sustancias, es comprensible porqué particularmente las personas vacunadas tienden a dar “positivo” para todos los “virus” que en realidad fueron meramente conjurados en las mentes y en los modelos de los investigadores y en base a los cuales las “vacunas” han sido y continúan siendo aplicadas. Éstos métodos de testeo detectan meramente proteínas animales y ácidos nucleicos que a menudo resultan ser muy similares o idénticos a las proteínas y ácidos nucleicos humanos. Por ésta razón, los métodos de testeo de virus no detectan nada específico, ciertamente nada “viral”, y por lo tanto los resultados que ofrecen no tienen ningún significado. Lo que consiguen, como en los casos del Ébola, VIH, Gripe etc.es proporcionar un shock debilitante, a veces fatal al cuerpo, debido a un más o menos peligroso, a veces fatal, uso indebido del procedimiento.

Es importante mencionar que todos los así llamados métodos de testeo de virus, nunca dicen “sí” o “no”, sino que son calibrados para que sólo den como “positivo” por encima de un umbral de concentración. Por lo tanto, dependiendo de la calibración del método de testeo, uno puede testar arbitrariamente a unos pocos, a muchos, a ninguno o a todos los sujetos testados como “positivo”. Cuando uno se da cuenta de que síntomas que de otra manera serían “normales,” pueden ser diagnosticados como SIDA, Gripe, SARS, Sarampión, etc. Una vez un resultado “positivo” es recibido en un test, el verdadero alcance de éste engaño se vuelve claro.

Antes de 1952, los virólogos creían que un virus era una proteína tóxica, o una enzima que era directamente venenosa y que de alguna forma se propagaba por el cuerpo y que se extendía a través de él, tanto en personas como en animales. La medicina y la ciencia han abandonado ésta idea desde 1951 debido a que los sospechosos virus nunca fueron vistos bajo un microscopio electrónico y, sobre todo, a que no se habían llevado a cabo experimentos de control.

Se reconoció que el deterioro de los animales, órganos y tejidos producen los mismos productos de deshecho a los que previamente se había nombrado como “virus”. La virología se refutó a sí misma y se dio por vencida. Cuando la esposa del que luego fue laureado premio Nobel Francis Crick,esbozó una doble hélice y éste boceto acabó siendo publicado en la famosa revista científica Nature como un presunto modelo desarrollado científicamente del material genético ( que en aquél tiempo aún no era más que un concepto), fue el amanecer de un despliegue publicitario nuevo y de largo alcance, concretamente, la así llamada genética molecular. A partir de entonces, las causas de las enfermedades se buscaron en los genes.

La idea de lo que era un virus cambió, y virtualmente de la noche a la mañana, el virus ya no era una toxina, sino una peligrosa secuencia de código genético, una sustancia hereditaria peligrosa, un peligroso genoma viral. Fueron jóvenes químicos los que fundaron la nueva disciplina de la virología genética. Éstos químicos no tenían ni idea de biología y medicina, pero tuvieron acceso a vastos fondos de investigación. Tampoco se dieron cuenta de que la vieja virología había sido abandonada.

Por 2000 años, el viejo proverbio sigue siendo cierto:…”porque no saben loque hacen…”.

Desde 1995, cuando pedimos pruebas de la evidencia y publicamos las respuestas, algo se ha añadido con claridad: ”porque no pueden admitir que lo que han aprendido y practicado es incorrecto y, además, es una amenaza para la salud humana”. Debido a que nadie ha tenido una perspectiva amplia y el coraje de decir la verdad hasta ahora, más y más hipótesis tipo “sistema inmunitario” o “epigenética” se están desarrollando con el fin de – como Goethe apuntó en su día- apoyar las irrealistas teorías inventadas.

Por consiguiente, fue a partir del razonamiento de la vieja teoría de la célula maligna-venenosa (nota: veneno=”virus” en latín), que fue elevada al estatus de dogma en 1858, de donde derivó ésta idea de los virus indefinidos. Luego vino la idea de las bacterias patógenas, luego de las toxinas bacterianas, luego la de los virus-toxina, hasta que incluso ésta idea fue abandonada en 1952. Desde 1952, la idea de enfermedad-veneno de Virchow se convirtió en la idea de gen-virus; de aquí surgió la idea de los genes del cáncer que inspiró “la guerra contra el cáncer” ( término acuñadopor el presidente de EE.UU Richard Nixon), y más tarde, la idea de que los genes eran los responsables de cualquiera y de todas las enfermedades posibles. Todas las teorías concernientes a los genes fueron refutadas total y completamente en el año 2000 con la publicación de datos contradictorios del así llamado proyecto genoma humano y la vergonzante afirmación de que el genoma humano entero había sido leído, incluso aunque más de la mitad tuvo que ser inventado.

Hasta la fecha, la población general no es consciente de que es muy difícil para los académicos implicados, admitir su propia participación en ésta serie de desarrollos equivocados, en nombre de la ciencia.

El modelo para la idea de virus-gen en humanos, animales y plantas, que se desarrolló a partir de 1953, fueron los así llamados devoradores de bacterias, llamados “fagos” de los que se tiene noticia desde 1925.

Desde 1938, cuando los comercialmente disponibles microscopios electrónicos empezaron a usarse ampliamente en la investigación, estos fagos pudieron ser fotografiados, aislados como partículas completas, y todos sus constituyentes pudieron ser determinados y caracterizados bioquímicamente de una vez.

Éste procedimiento de concentrar las partículas y separarlas de todos los demás constituyentes (=aislamiento), fotografiándolas inmediatamente después de forma aislada, y caracterizando todos sus constituyentes de una sola vez, nunca ha sido llevado a cabo con éxito para los supuestos virus humanos, animales y vegetales, debido a que no existen

Los investigadores de bacterias y fagos, por otra parte, que trabajaban con estructuras realmente existentes, proporcionaron el modelo al que los virus humanos, animales y vegetales se podían parecer.

Al interpretar a los fagos como devoradores de bacterias, sin embargo, los “especialistas en fagos” fallaron en reconocer que el fenómeno de la formación de éstas partículas es un efecto de la endogamia extrema en las bacterias

Éste efecto de la formación y la liberación de fagos (devoradores de bacterias, también conocidos como virus bacterianos) no existe en las bacterias naturales que se obtienen “frescas” de organismos o del ambiente. Una vez su solución de nutrientes empieza a escasear o sus condiciones de vida se vuelven insostenibles, las bacterias normales responden formando las bien conocidas estructuras de supervivencia llamadas “esporas”, que pueden sobrevivir por largos períodos de tiempo, e incluso indefinidamente. Nuevas bacterias surgen automáticamente a partir de éstas esporas una vez las condiciones requeridas para la vida sonrestablecidas.

Si, por otra parte, las bacterias que han sido previamente separadas de forma artificial se están multiplicando constantemente, éstas van perdiendo todas sus propiedades y habilidades gradualmente. Sin embargo, muchas de ellas no son automáticamente exterminadas en éste proceso de reproducción y en su lugar se transforman súbitamente y completamente en partículas que son malinterpretadas como fagos devoradores de bacterias ,desde la perspectiva de ésta forma predominante de mirar el mundo como“bueno-malo”.

En realidad, sin embargo, las bacterias realmente surgen de éstos “fagos” y vuelven a mutar a éstas formas si sus condiciones de vida son súbita y drásticamente comprometidas.

Günther Enderlein (1872-1968) describió exactamente éstos procesos de emergencia de las bacterias a partir de estructuras invisibles, su consiguiente desarrollo hacia formas más complejas, y su reversión de nuevo a éstas formas. Por éstas razones, rechazó la teoría celular que sostiene que la vida sólo se forma y se organiza como células.

Como joven estudiante, yo mismo aislé una de éstas estructuras, un “fago” a partir de una alga marina, y creí en aquél momento, que había descubierto el primer virus inofensivo y el primer“sistema huésped-virus” estable.

La idea de que las bacterias existen como organismos viables, aislados que pueden existir por sí mismos sin otros seres vivos es incorrecta. En su forma aislada, inevitablemente mueren después de cierto tiempo. Los investigadores no se han percatado de esto, porque después del“aislamiento” exitoso de una bacteria, parte de ella es congelada y puede ser usada durante décadas. El concepto tipo de bacteria, la idea de que ellas solas son organismos vivos viables e independiente, es un artefacto de laboratorio y una malinterpretación.

La afirmación de que las bacterias son inmortales, es por lo tanto falsa. Las bacterias son inmortales sólo en simbiosis con muchas otras bacterias, hongos y probablemente muchas más formas de vida desconocidas que son difíciles de clasificar, por ejemplo la ameba.

Las amebas, bacterias y hongos forman esporas tan pronto como las condiciones de vida no son las adecuadas y reemergen de nuevo tan pronto como las condiciones de vida se restablecen, si comparas esto con nosotros los humanos, resulta ser lo mismo, sin un entorno vivo, nada funciona.

Pero esto va más profundo aún. No es sólo que éste concepto extravagante se esté disolviendo actualmente, sino también la idea y la aseveración tras el hecho aparente de la existencia de materia inanimada o muerta.

Las observaciones y conclusiones acerca de una “materia activa” ( como le llaman los físicos), animada, ha sido desestimada por ser considerada vitalismo acientífico. Sin embargo hay muchos indicios que apuntan a que todos los elementos a los que la “opinión prevalente” de la “ciencia” no atribuye ninguna propiedad posible de vida, se desarrollan a partir de la sustancia membranosa del agua, la sustancia original de la vida. De éstos elementos emergen los ácidos nucleicos y de éstos a su vez, la vida biológica en la forma de amebas, bacterias, tardígrados y organismos crecientemente complejos.

Dos comprensiones claras salen a la luz a partirde ésta perspectiva. Una de ellas puede ser observada por todo el mundo en ellos mismos y en los demás, concretamente, que la vida biológica en la forma de nuestro cuerpo es una materialización de unidades de consciencia.

Éstas pueden ser nombradas específicamente, y las muy específicas interacciones y cambios en nuestros órganos y nuestra psique, basados incuso en pura información, por ejemplo, un comentario hiriente o favorable, son comprensibles, verificables en uno mismo y en otros, y permiten la predictibilidad.

Esto cumple con los tres criterios de la ciencia. Ésta comprensión, el conocimiento de éstas conexiones, nos libera de la mentalidad bueno-malo que nos llena de miedo y dispara el miedo y también de las respuestas conductuales basadas en éste. Con estos esclarecedores hallazgos científicos, el fenómeno de la enfermedad, la recuperación, las crisis curativas, interrupciones en la sanación, así como los consecuentes fenómenos como las enfermedades sucesivas, conocidas como contagio en la vieja forma de ver el mundo, son clarificadas.

Virus….estás despedido.

La pesadilla de los científicos materialistas- que incluso la materia aparentemente inanimada contiene vida- parece ser cierta. Éste vitalismo,de acuerdo al cual hay una fuerza vital inherente presente en todo, fué combatido por los filósofos post-Socráticos griegos Demócrito y Epicuro, así como por los pensadores de la Ilustración que apelaron a éstas figuras y las legitimaron. Esto se hizo con la justificación explícita de restringir de una vez por todas el abuso de la fé y prevenir su reemergencia. Por ahora todo bien. Sin embargo, mediante su desestimación de la consciencia, el espíritu y sus mecanismos, por no ser mensurables empíricamente, los pensadores de la ilustración inadvertidamente se convirtieron en los destructores de la vida y en los enemigos mortales de la humanidad. Al mismo tiempo, adoptaron las históricamente desarrolladas conjeturas sobre el “bien” y el“mal” de los filósofos, profesores del estado y las religiones en su visión materialista del mundo.

Debido a la presión constante para la obtención de rendimientos, que Silvio Gesell descubrió para el ámbito general, y que Ivan Illich, describió en el campo de la medicina, éstos supuestos concernientes a lo que constituye lo“bueno” y lo “malo” están intensificándose constantemente y automáticamente.

Las consecuencias de la presión inherente en nuestro sistema monetario hacia el siempre creciente crecimiento perpetuo, que genera catástrofes cíclicas, ganadores cada vez más poderosos en paralelo a un empobrecimiento creciente, son interpretados por aquellos que no reconocen el mecanismo matemáticamente determinado tras el sistema monetario, como prueba de la existencia de un principio independiente maléfico. De la misma forma, aquellos en el bando vencedor, ven sumatemáticamente inevitable generación de ganancias como una prueba de bendición divina o de providencia única.

Esto se volvió no sólo la base del Maniqueísmo, sino que fue y es la fuerza motora tras los peligrosos aspectos y efectos de la industrialización, tal y como Max Weber y otros han reconocido.

A partir de 2014 en adelante, presentamos en la revista Wissenschafft Plus, un marco de referencia más amplio del estudio del incorrecto desarrollo de la biología y la medicina, a saber, el dogma persistente de la así llamada teoría celular, de acuerdo a la cual, el cuerpo se desarrolla fisiológicamentea partir de las células y no a partir de los tejidos. La teoría celular de la vida, fundada por Rudolf Virchow en 1858 bajo el nombre de “patología celular” que sigue siendo la base exclusiva de la biología y la medicina, afirma que todas las enfermedades ( como toda vida) surge a partir de la degeneración de una sola célula y de la enfermedad-veneno ( Latín-virus) que se forma como resultado.

Dos factores cruciales fueron el prerrequisito y la base de la aceptación globalactual de la patología celular, de la que han derivado inevitablemente las teorías de la infección, los genes, el cáncer y la inmunidad:

a)

La teoría celular fue capaz de reivindicarse a sí misma, gracias a que Rudolf Virchow suprimió conocimiento decisivo en lo concerniente al tejido. El conocimiento y la comprensión a cerca de la estructura, función e importancia central de los tejidos en el desarrollo y la plasmación de la vida, que eran conocidas en 1858, fundamentalmente refutan la teoría celular y las teorías que se han desarrollado a partir de ésta, como la genética, la inmunológica y la del cáncer.

b)

La teoría de la infección sólo pudo ser establecida como dogma global a través de la política concreta y eugenésica del Tercer Reich. Antes de 1933, los científicos se atrevían a contradecir éstas teorías;después de 1933, éstos científicos críticos fueron perseguidos.

Para poder trabajar con “virus” y llevar a cabo aparentes intentos de infección, los “virólogos” se vieron forzados a licuar y filtrar tejidos“enfermos” y en descomposición hasta que la virología fué abandonada en1952. Creían que los filtrados concentrados, contenían un patógeno-veneno,una toxina en forma de proteína, que, como una enzima, causaba daños de una forma desconocida, que podía causar y transmitir una enfermedad.

La idea del virus después de 1953, año en el que se anunció un supuesto material genético bajo la forma de una supuesta estructura alfa-helice, fue que se trataba de una sustancia genética maligna cubierta por una capa de proteínas. Así que de 1952 a 1954 hubo un cambio de paradigma en lo referente a la comprensión conceptual de lo que un virus debería ser.

Los “experimentos infecciosos” con animales fueron llevados a cabo con líquidos filtrados de órganos en descomposición, o líquidos que supuestamente contenían las proteínas/enzimas que supuestamente representaban los virus. Los resultados probaron supuestamente que un virus estaba presente y que estaba causando la enfermedad que se le atribuía.

Sin embargo, lo que nunca se menciona en público, es que los síntomas atribuidos al virus (en experimentos animales) nunca se pudieron producir en humanos, sino que siempre se trataba de síntomas simplemente “similares”. Éstos síntomas similares fueron equiparados con enfermedades humanas. Nada fue probado aquí de ninguna manera que sepueda calificar como ciencia.

En el caso de éstos “experimentos infecciosos”, los experimentos de control siguen sin realizarse aún a día de hoy. En otras palabras, la evidencia de que los síntomas generados no han sido causados por el “tratamiento”implicado en el procedimiento del así llamado “experimento infeccioso”, sino por un virus. Con el fin de descartar la posibilidad de que el líquido putrefacto proveniente de tejido en decadencia es el responsable de los síntomas observados en los test con animales, habría que haber hecho exactamente la misma cosa, sólo con fluidos esterilizados u otros no putrefactos. Sin embargo, esto nunca sucedió.

Hasta éste día, se llevan a cabo experimentos animales extremadamente crueles en los que, para probar las transmisibilidad del Sarampión, por ejemplo, a monos que han sido encerrados en un cámara de vacío, se les introducen éstos fluidos supuestamente infecciosos en su tráquea o sus pulmones a través de tubos introducidos por la nariz. Los mismos daños y síntomas correspondientes pueden ser causados con un líquido salinoestéril, sangre esterilizada, pus o saliva. Sin embargo, éstos síntomas, que son solamente “similares” a aquellos asociados con el sarampión, son equiparados con el sarampión. Dado que los supuestos fluidos infecciosos eran presionados a través de filtros supuestamente a prueba de bacteriasy/o calentados ligeramente, los científicos clamaban que el sufrimiento y la muerte de los animales en el experimento infeccioso, no podían ser causados por bacterias, sino por patógenos más pequeños, los virus.

Los investigadores ignoraron los hechos ya conocidos en aquella época, concretamente, que existen extremadamente muchas más bacterias desconocidas que las que se conocen, y que un gran número de bacterias son resistentes al calor y que forman esporas que no pueden ser filtradas.

Es importante mencionar que tampoco hay ninguna evidencia de que las bacterias causen enfermedades. Éstas están a menudo presentes en los procesos de enfermedad, pero sólo en el mismo sentido en el que una brigada de bomberos está presente en la extinción de un fuego. No son la causa, sino componentes biológicos esenciales en el proceso de reparación. Como evidencia aparente del supuesto rol perjudicial de las bacterias, están sólo- al igual que con los virus- los extremadamente crueles y carentes de sentido experimentos animales, que otra vez, todos ellos comparten el rasgo común de carecer de experimentos de control.

Por Saruman