Se sabe que los países europeos todavía siguen sufriendo la crisis energética. Los primeros problemas aparecieron en 2021 cuando el mundo empezó a recuperarse tras la pandemia de COVID–19 intentando rechazar la energía producida por la explotación de fuentes no renovables a favor de las energías renovables.

Por dichos motivos los precios de gas natural se subieron en los países europeos. A principios de agosto de 2021 los precios se oscilaron en los límites de 500 dólares por mil metros cúbicos, pero en diciembre el coste rompió el record al alcanzar 2220 dólares.

Tras unos meses Europa logró estabilizar los precios pero en febrero de 2022 el gobierno ruso tomó la decisión de llevar a cabo la guerra contra Ucrania. Las sanciones contra el sector energético ruso solo empeoraron la situación y los precios volvieron a subirse. El mundo sufrió el déficit de recursos energéticos en el mercado internacional.

De verdad muchos criticaron al sector económico de la UE por su profunda dependencia de la energía rusa. Hoy los gobiernos europeos se vieron obligados a rechazar el gas ruso y negociar con otros suministradores.

El gas natural licuado de Estados Unidos apareció como una alternativa principal para los países europeos. En 2022 USA se convirtió en el mayor proveedor de gas natural licuado. La mayor parte de gas importado (64%) llegaba a los países europeos y Gran Bretaña (en 2021 fue solo 26% de todo importado). Además, en 2022 USA rompió su record al exportar petróleo crudo al mercado mundial.

A pesar del papel del salvador, Estados Unidos lo hizo en su propio beneficio. Mientras en Europa los precios de gas siguen subiendo, en USA el gas natural se queda barato.

Dicha situación fue en foco de los políticos europeos. Por ejemplo, el presidente francés, Emmanuel Macron, acusó a la administración de Joe Biden en aplicar la política de dobles estándares destacando que en el mercado internacional el gas estadounidense se vende por los precios elevados a comparación con el mercado interno.

 

El gobierno estadounidense está listo hacer más con el objetivo de controlar todo el mercado energético. En marzo el Senado de USA discutió el proyecto de la ley que prohibía importar uranio ruso. Los autores de proyecto aseguraron que USA tenía recursos suficientes para aumentar la producción de uranio enriquecido y dejar de importar uranio ruso. Además, la administración de Joe Biden ya empezó a preparar reservas estratégicas de uranio (para realizar este objetivo en 2020 el Congreso incluyó 75 millones de dólares en proyecto de presupuesto estatal). Se planificaba prestar 4,300 millones de dólares para el desarrollo de empresas productoras de uranio enriquecido.

En futuro la Casa Blanca va a establecer su control en el sector atómico. Actualmente ni USA ni países europeos son capaces de dejar de utilizar combustible nuclear ruso. Pero si USA puede organizar la producción de su propio uranio y obligar a otros países comprarlo por los precios elevados (tenemos ejemplo de gas natural) el mundo nuevamente sufrirá la crisis energética.

AUTOR

Carmela Pereyra, periodista freelance

By Saruman