Sean “Diddy” Combs, el famoso magnate de la música que alguna vez tuvo las llaves de la ciudad de Nueva York, se encuentra en el centro de la controversia tras su reciente arresto por una serie de delitos, entre ellos tráfico sexual y agresión a menores. Su abogado, Marc Agnifilo, ha adoptado una postura audaz pero predecible, atribuyendo las acciones legales contra Combs a la discriminación racial, desestimando en lugar de las acusaciones sustanciales de tráfico sexual y crimen organizado que se han presentado contra su cliente.

La estrategia de defensa de Agnifilo se basa en el argumento de que Combs está siendo injustamente perseguido debido a su raza y su condición de hombre negro exitoso en Estados Unidos. Quieren hacernos creer que Diddy es víctima del racismo sistémico en Estados Unidos, donde simplemente no podemos soportar ver a un hombre negro salir adelante y disfrutar. Este enfoque tiene como objetivo desviar la atención del público y, potencialmente, del jurado de los detalles de los cargos penales a cuestiones más amplias de justicia racial. Por supuesto, esto distrae de la gravedad de los cargos al invocar la raza e intenta polarizar la opinión pública.

La afirmación de que en el arresto de Combs se produjo un sesgo racial puede resonar en algunas audiencias menos informadas, especialmente en los medios de comunicación tradicionales que publican artículos sobre injusticias raciales sistémicas en el sistema de justicia penal. Sin embargo, no parece probable que funcione utilizar este argumento en un contexto en el que las pruebas contra Combs parecen sustanciales. Además, es posible que no tenga tanto peso alegar “racismo” para proteger a Diddy de las repercusiones de sus acciones cuando muchas de sus víctimas son negras.

No es solo el abogado de Diddy el que afirma que el racismo es el culpable de sus acusaciones. Kurt Metzger afirma que Diddy, que había denunciado a Ciroc por “racismo”, fue el motivo de estas acusaciones como una forma de venganza.

También se ha afirmado que Diddy traficaba sexualmente con personas, incluidas menores, debido a la supremacía blanca.

Allanamiento a casa de hombre negro por tráfico sexual es aparentemente “racista”.

Dando vuelta la situación, han salido a la luz varios clips que resaltan el racismo de Diddy contra los blancos.

Ha pedido que se destierren a los hombres blancos como Trump. Entonces, ¿quién es el verdadero racista aquí, Diddy?

El caso de Diddy no es el único en el que se emplean tácticas de defensa de este tipo. A lo largo de los años, varias figuras de alto perfil han utilizado acusaciones de racismo o prácticas discriminatorias como parte de su estrategia legal. La cantidad de veces que estos muchachos han llorado por el lobo del racismo me hace pensar que, con el tiempo, la gente normal va a dejar de tomar en serio estas acusaciones, incluso cuando los medios de comunicación tradicionales insisten en que los pobres criminales negros “no saben nada”.

By Saruman