La carrera postpresidencial de Barack Obama y la élite judía

Barack Obama, el 44.º presidente de los Estados Unidos, ha sido durante mucho tiempo una figura controvertida. También se lo conoce desde hace tiempo como un hombre al que le gusta vivir la alta vida de la élite social. Desde que dejó formalmente el cargo el 20 de enero de 2017, Obama ha estado muy ocupado.

Como escribe Niles Niemuth:

“El expresidente ha pasado gran parte de los primeros tres meses desde que dejó el cargo en enero codeándose con la élite de la élite. En febrero, los Obama viajaron con un séquito de 100 agentes y asesores del servicio secreto a la isla privada del Caribe del multimillonario británico Richard Branson”. (1)

Después de divertirse con el siempre desagradable Branson, Obama rápidamente aprovechó la bondad de uno de sus primeros partidarios: David Geffen.

Geffen –quien resulta ser hijo de socialistas judíos (2) además de ser un homosexual voraz con apetito por hombres más jóvenes que no sean judíos– (3) es una de las personas más ricas del mundo, con un patrimonio neto de 6.500 millones de dólares. Por eso, cuando a Obama y a su esposa Michelle se les ofreció la oportunidad de codearse con los ricos y famosos –incluidos Tom Hanks y Oprah– en el yate de 590 millones de dólares de Geffen,�“The Rising Son” , comprado a su amigo personal y también multimillonario judío Larry Ellison en 2006 (4), no dudaron en aprovechar la oportunidad. (5)

A Obama tampoco le faltará dinero en los próximos años.

Para citar a Niemuth una vez más:

‘Un investigador sugirió a principios de este año que los Obama “podrían ganar hasta 242,5 millones de dólares por discursos, contratos de libros y pensiones”. Pero ese modesto cálculo se basaba en unos 40 millones de dólares en honorarios por la publicación de libros para la pareja y 200.000 dólares por aparición. El contrato para la publicación del libro resultó ser mucho más caro, 65 millones de dólares, y ahora vemos lo que las firmas de Wall Street y las grandes corporaciones están dispuestas a pagar al expresidente por sus dosis de sabiduría.’ (6)

No es exactamente un campeón de los pobres y oprimidos, ¿verdad?

Resulta que Obama también paga 22.000 dólares al mes para alquilar una mansión en el barrio de Kalorama en Washington DC y entre sus vecinos se encuentran Jared Kushner, el ex gobernante judío no electo de los Estados Unidos, y Jeff Bezos (7), quienes pueden ser judíos o no, dependiendo de a quién creas.

¿No es la vida sencillamente maravillosa para Obama y sus amigos y asociados judíos?

Necesitamos una buena guerra de clases a la antigua usanza para cambiar un poco las cosas.