El presidente de la Corporación de Profesionales Mapuches (Enama) señala que la baja participación indígena en las elecciones, que no superó el 22%, se debe a la poca difusión y educación que hubo por parte del ministerio y la Conadi. Sobre los escaños obtenidos señala: “Abrir la puerta de la participación política provocará que los grupos radicales no tengan excusas y pierdan fuerza”.
Más de 1 millón 200 mil personas conforman el padrón indígena para elegir 17 representantes para la Convención Constitucional, pero solo sufragaron bajo esta modalidad algo más de 280 mil votantes, es decir, no se superó el 22% de participación.
El presidente de la Corporación de Profesionales Mapuches (Enama), Hugo Alcamán, responsabiliza al Ministerio de Desarrollo Social y a la Conadi (Corporación Nacional de Desarrollo Indígena), instituciones encargadas de desarrollar y ejecutar políticas públicas relacionadas a los pueblos originarios, por no hacer la suficiente difusión con las comunidades. “Solamente se hicieron algunos acercamientos, pero más bien como una propaganda política, de lucimiento de la propia ministra, Karla Rubilar, más que de capacitación”, comenta el dirigente mapuche en conversación con El Líbero.
El temor, según comenta, está en que se use esto como pretexto para no entregarles escaños reservados en el Parlamento, acusando el bajo interés que podría haber. Sin embargo, Alcamán señala que no buscan cupos como “una cuota de poder” sino para avanzar por la vía institucional y no violenta, como lo han hecho algunos sectores. “El logro es que este proceso constituyente indígena abrió una puerta de participación política por primera vez, y eso hay que mirarlo de forma muy positiva porque mucha gente que estaba en el cuestionamiento permanente aceptó entrar al juego democrático de un estado de derecho dejando posturas más radicales, que es lo que hemos dicho siempre”,agrega.
-¿A qué se debe que sólo el 22% del padrón electoral de pueblos originarios haya participado en las elecciones?
-Desde el Gobierno, desde el Ministerio de Desarrollo Social y desde la Conadi, que son los organismos responsables del Estado de Chile en desarrollarse con los diez pueblos originarios, no hicieron la debida difusión, la debida socialización, la debida educación a nuestra gente para que tuviese consciencia de la importancia que tenía este proceso de participar, en escaños reservados para pueblos originarios, y de participar en la redacción de la nueva Constitución, entendiendo que la Constitución es el pacto social que Chile se da.
Es un tema de suma importancia, donde el Ministerio de Desarrollo Social que es el responsable de establecer las políticas públicas, diseñar las políticas públicas, y la Conadi que es la encargada de ejecutar esas políticas públicas, no tuvieron esa preocupación, no hicieron su trabajo debidamente y sólo a último momento hicieron una publicidad que más bien parecía campaña política donde se lucía la ministra, se lucía el director de la Conadi.
-¿Faltó que gente fuera a votar porque no sabía la importancia de esto o que gente que pertenece a los pueblos originarios no pidiera la papeleta verde cuando fue a sufragar?
-La gente no sabía. Fue impresionante, pero la gente nuestra no sabía que tenía que votar. Además del problema de nuestra propia gente que no sabía, los vocales de mesa tampoco sabían esto. Entonces decían “o la papeleta verde o el resto de la votación”. Y la gente decía “sí pero yo quiero votar por mi alcalde, quiero votar por el nuevo gobernador. No, si usted elige la papeleta verde sólo vota la papeleta verde y el resto no tiene derecho”. Y la gente por supuesto tiene una relación más cercana con los alcaldes, y la vida del ciudadano es mucho más afectada por el alcalde entonces preferían votar por el alcalde más que por el constituyente. Eso es producto de la falta de educación, socialización, capacitación y, por otro lado, el Ministerio de Desarrollo Social y la Conadi debieron haber trabajado con las organizaciones sociales e indígenas, ya sea con las comunidades, con la asociación y la institución indígena. Ellos debieron haber hecho un trabajo en equipo con los líderes y no se hizo. Solamente se hicieron algunos acercamientos, pero más bien como una propaganda política, de lucimiento de la propia ministra, más que de capacitación.
Los líderes que salieron elegidos fueron porque, o tienen una larga trayectoria o porque hicieron un trabajo de hormiga por su cuenta, pero no por el apoyo del Estado de Chile, y específicamente, de las instituciones que están para trabajar con nosotros”.
Nosotros tenemos una experiencia con la última consulta que se hizo en 2017, por el ministerio de Pueblos, donde se trabajó con las organizaciones, donde hubo una tremenda convocatoria, y por tanto, conocemos cuándo se hace el trabajo bien hecho, que en esto no ocurrió. Hoy día los líderes que salieron elegidos fueron porque, o tienen una larga trayectoria, o porque hicieron un trabajo de hormiga por su cuenta, pero no por el apoyo del Estado de Chile, y específicamente, de las instituciones que están para trabajar con nosotros. No nos sorprende, porque con la salida del ministro Moreno, ningún otro ministro de Desarrollo Social ha realizado acciones previas hacia los pueblos originarios.
-¿Esta baja participación podría marcar un antecedente para la búsqueda de escaños reservados en el Congreso?
-Ese es el temor que tenemos, que detrás de esto esté la intención de invalidar el interés que podemos tener los pueblos originarios de tener nuestros propios representantes en el lugar donde se ejercita el poder, que es el Parlamento, ya sea con diputados o senadores. Recordemos que la ministra Rubilar encabezó la propuesta inicial de los escaños reservados. El Gobierno partió ofreciendo tres escaños reservados fijos y de acuerdo al padrón que se quería armar con la Conadi solamente, podríamos llegar hasta 5 y nosotros reclamamos porque dijimos que somos el 13% de la población chilena y el 13% de 155 son 20. Los dirigentes de oposición pedían 24 representantes. Los indígenas cercanos al oficialismo pedíamos 20. La pelea fue muy dura; tuvimos que pelear contra nuestro propio Gobierno. Ellos subieron a 10 escaños, después a 15, nosotros conversamos con nuestros hermanos de oposición y logramos bajarlo a 18 todo, tanto de izquierda como de derecha, y finalmente el Congreso aprobó los 17.
Entonces la señal que dio el propio Gobierno y el oficialismo fue muy negativa en otorgarnos la justa representación en el proceso constituyente. Y esta falta de capacitación, de preocupación de la ministra Rubilar se debería quizás -no quiero ser mal pensado, pero los hechos me llevan para allá- a que hay una doble intención: que en el día de mañana no nos otorguen los 20 representantes, los 20 diputados indígenas que nos corresponde de acuerdo a nuestra proporción y los 6 senadores que nos corresponden de acuerdo a nuestra proporción del 13%.
En materia indígena, los indígenas de derecha o de izquierda están planteando lo mismo porque la base de nuestras demandas está en los tres documentos que Chile ha ratificado o suscrito ante la comunidad internacional”.
-¿Hay un predominio de la izquierda en los constituyentes que salieron electos en escaños reservados?
-Sí, absolutamente. Yo quiero dejar claro que en materia indígena, los indígenas de derecha o de izquierda están planteando lo mismo porque la base de nuestras demandas está en los tres documentos que Chile ha ratificado o suscrito ante la comunidad internacional. En estos tres documentos está toda nuestra demanda. Si alguien quiere saber qué es lo que queremos los pueblos originarios, solamente se tiene que remitir a estos documentos porque ahí está todo establecido.
Mapuches de derecha, de izquierda e independiente estamos pidiendo lo mismo. Lo que nos separa son otras cosas. Uno, la forma, y dos, que como nosotros además de ser miembros de nuestros pueblos originarios, también somos chilenos y vivimos en Chile, convivimos con Chile, la visión de sociedad desde el punto de vista chileno es la que nos diferencia. Ahí ya entramos en el sistema de mercado y otras consideraciones que más bien son ideológicas, propias de la izquierda o propias de la derecha.
-Ya se está hablando de ciertas negociaciones con la Lista del Pueblo. ¿El grupo de constituyentes electos de los escaños reservados podría comenzar a hacer alianzas con esa lista?
-Eso es consecuente con lo que acabo de decir. Como indígenas, no necesitamos pacto ni nada porque nosotros sabemos lo que queremos y creo que va a haber unanimidad en toda la exigencias de los pueblos originarios en conjunto, ya sea con los que están en la izquierda o en la derecha política chilena. Pero luego, cuando estos constituyentes, que no sólo van a ver temas indígenas sino que también van a ver temas propios del Estado de Chile, ahí se van a hacer estos pactos y ellos se van a sumar a lo que digan otros grupos en materia que corresponde más bien al Estado de Chile, no indígena.
-Tomando el caso del candidato a constituyente Santos Reinao, que recibió disparos en el día de las elecciones, ¿se podría decir que a los candidatos a constituyente no radicales se les dificultó hacer campaña?
-Sí, y probablemente había más temores hacia la represalia o agresiones que se pudieran dar en los grupos radicales. De hecho, no olvidemos que, por ejemplo, Aucán Huilcamán-que presenta una situación curiosa porque cuestiona al Estado y sin embargo postuló como gobernador-, hizo mucha crítica con la gente que lo sigue a los constituyentes indígenas, tanto de izquierda como de derecha.
El logro es que este proceso constituyente indígena abrió una puerta de participación política por primera vez y eso hay que mirarlo de forma muy positiva porque mucha gente que estaba en el cuestionamiento permanente aceptó entrar al juego democrático”.
Esto también da motivos para que los radicales agredan no solamente a la gente que está más a fin a la derecha, sino que también ponía en riesgo a los que estaban más afines a la izquierda. Todos los candidatos a constituyentes estuvieron arriesgándose, estuvieron, de alguna manera, con esa amenaza presente permanentemente de que los grupos radicales podían agredirlos. El logro es que este proceso constituyente indígena abrió una puerta de participación política por primera vez y eso hay que mirarlo de forma muy positiva porque mucha gente que estaba en el cuestionamiento permanente aceptó entrar al juego democrático de un Estado de Derecho dejando posturas más radicales, que es lo que hemos dicho siempre. Los escaños reservados no los pedimos porque queramos solamente tener cuotas de poder, sino porque creemos que el abrir la puerta de la participación política a través de la institucionalidad del Estado va a provocar que los grupos radicales no tengan ya las excusas, no tengan los motivos y pierdan fuerza.
-¿Cuál es su opinión respecto a que Francisca Linconao, implicada en el caso Luchsinger Mackay, obtuviera la primera mayoría en los pueblos originarios?
– Siempre se habla de Estado de Derecho, pero parece que de repente nuestro propio sector habla de Estado de Derecho cuando le conviene. La machi fue absuelta por lo tanto no se le puede vincular a nada. Si los tribunales de justicia declararon que ella es inocente, y además hubo que compensarla, eso es lo que tenemos que respetar todos. Ella no tiene ningún impedimento y tampoco debiera ser cuestionada porque fueron los tribunales los que la absolvieron.