Gracias a un trabajo investigativo del medio The National Pulse, se reveló que la mega-empresa tecnológica Google Inc., a través de la organización EcoHealth Alliance, financió el trabajo del Laboratorio de Virología de Wuhan, ampliamente acusado de ser el lugar donde se creó el SARS-CoV-2, que generó la pandemia de COVID-19.
Más específicamente, Google, junto al Departamento de Defensa de Estados Unidos y la Fundación Rockefeller, contribuyeron financieramente para que EcoHealth lleve a cabo una investigación científica en 2010 del flavivirus del murciélago, donde se estudió su composición genética, su capacidad para transmitirse a los humanos y otras cosas.
Extracto del estudio “Encuesta de riesgo serológico y de comportamiento de trabajadores con contacto con la vida silvestre en China” (2018).
En otra investigación del 2014, Google financió a EcoHealth nuevamente para que se analice la posibilidad que el henipavirus pase del murciélago al humano. Y en 2015, Google contribuyó para que estudie el pasaje del herpesvirus de los monos al humano.
Como si esto fuera poco, en 2018 se dio la contribución más clara. Google financió un estudio de EcoHealth en la provincia de Guangdong, China, junto al Laboratorio de Virología de esa región, para estudiar el “riesgo serológico y de comportamiento de los trabajadores con contacto con la vida silvestre en China”.
El resumen del artículo de 14 páginas resume: “Informamos sobre un estudio realizado en la provincia de Guangdong, China, para caracterizar comportamientos y percepciones asociados con la transmisión de patógenos con potencial pandémico en poblaciones humanas altamente expuestas en la interfaz animal-humano. Se administró una encuesta de factores de riesgo / exposición a personas con altos niveles de exposición a la vida silvestre”.
Este estudio del 2018, llevado a cabo por científicos chinos del régimen, científicos norteamericanos de EcoHealth, y con plata de Google, parece sentar las bases para la teoría que los coronavirus similares al SARS podrían convertirse en una epidemia peligrosa si se liberara uno en un mercado de animales como el de Wuhan.
“La mayoría de las enfermedades infecciosas humanas tienen un origen animal, por lo tanto, comprender la interfaz entre humanos y animales en lo que respecta a la aparición y el riesgo de enfermedades es de suma importancia La creciente frecuencia y variedad de interacciones entre humanos y vida silvestre en China brindan oportunidades para la transmisión de enfermedades zoonóticas patógenos de animales a humanos”, asegura el paper.
Este estudio pudo haberle dado a los científicos de Wuhan la oportunidad perfecta para ensayar los virus del SARS, con estudios de ganancia de función, para aumentar su letalidad y lograr el pasaje de animal a humano.
“La manipulación, el transporte y la matanza de la vida silvestre cazada o criada plantea un riesgo de propagación de patógenos a los seres humanos. En las provincias del sur de China, incluida Guangdong [y Wuhan] un porcentaje significativo de la población obtiene carne fresca para el consumo de los mercados húmedos, mercados comunitarios que se especializan en vender y sacrificar animales vivos, incluidos animales raros y en peligro de extinción. La investigación ha demostrado que las interfaces entre humanos y animales, como en estos mercados húmedos, proporcionan un entorno ideal para la aparición, transmisión y amplificación de enfermedades infecciosas”, concluye el artículo científico.
EcoHealth Alliance también canalizó cientos de miles de dólares de los contribuyentes estadounidenses del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID) del Dr. Anthony Fauci a su socio de investigación, el Instituto de Virología de Wuhan, para realizar estudios sobre los coronavirus de murciélagos “asesinos”.