Una segunda querella fue declarada admisible el 24 de diciembre, continuando con la criminalización protagonizada por China Three Gorges Corporation, encargada del proyecto Central Hidroeléctrica Rucalhue, contra jóvenes que han apostado por la defensa del río Biobío.

Fue el 23 de diciembre la fecha en la que Eduardo Gaspar Soto Delgado, en representación de la empresa Rucalhue Energía SpA, ingresó al Juzgado de Letras y Garantía de Santa Bárbara una querella tras el desalojo, por parte de Carabineros y guardias de seguridad de la empresa, de jóvenes que levantaron un campamento a orillas del río Biobío, lugar en donde se pretende instalar la que sería la cuarta hidroeléctrica en el cauce.

RESUMENtuvo acceso a la querella, la cual fue declarada admisible al día siguiente -24 de diciembre- y que apunta a los delitos de amenazas simples contra funcionarios de la empresa, daños calificados y robo con intimidación. En este contexto, pese a que la querella se dirige «contra de quienes resulten responsables», la empresa que responde a capitales transnacionales representados por China International Water and Electric Corporation, subsidiaria de China Three Gorges Corporation –la responsable de la hidroeléctrica más gran del mundo– nombra a cerca de diez jóvenes como personas que «el personal de turno logró reconocer», además de dos patentes de vehículos.

Esta querella se suma al proceso de criminalización contra habitantes de la provincia del Biobío que se han opuesto a la instalación del cuestionado proyecto hidroeléctrico. Fue en julio de este año que RESUMENhizo público que la misma empresa se querelló tras la ocupación de inmediaciones donde la transnacional se encontraba realizando trabajos, causa que aún sigue abierta y que tuvo un punto álgido tras el desalojo de dicho campamento.

En esta oportunidad, China Three Gorges busca, entre otras penas, retribución económica, 541 días de presidio menor en su grado máximo por el delito de amenazas y hasta cinco años de reclusión menor en su grado máximo por el de daños calificados. Sin embargo, la que suma más tiempo es la referida a robo con intimidación, donde la empresa solicita una pena de 10 años de presidio mayor en su grado máximo.

En lo que respecta a las diligencias, además de solicitar tomar declaración de funcionarios de la empresa, el gigante hidroeléctrico chino ha solicitado realizar pericias sobre pertenencias de jóvenes que participaron del campamento levantado a orillas del río, los cuales no fueron devueltos tras el desalojo, sino que entregados al Ministerio Público.

De parte de las comunidades se ha apuntado a una secuencia de vulneración protagonizada por la empresa china, lo cual se gráfica no solo en la querella anteriormente ingresada, sino que en el irregular proceso de detención de jóvenes. Desde las organizaciones que participan en la defensa del río Biobío, informaron que el proceso de detención fue totalmente violento, incluyendo golpes por partes de guardias de la empresa en presencia de Carabineros, junto a amedrentamientos que habrían realizado con perros propios de Rucalhue SpA.

En este contexto es que la lucha en defensa del río Biobío ha ido cobrando mayor visibilización. Ejemplo de aquello fue el rechazo transversal de parte de organizaciones como la Red de Ríos Libres que, en referencia al segundo desalojo, indicaron que «las acciones de la empresa en complicidad con Carabineros, con detenciones irregulares, amenazas y amedrentamiento, a demás de retención de sus implementos de trabajo y artículos personales, son inaceptables».

Asimismo, el Colectivo sobre Financiamiento e Inversiones Chinas, Derechos Humanos y Ambiente (CICDHA), el cual reúne a organizaciones latinoamericanas, ha enviado misivas tanto a la empresa como a la embajada china alertando acerca de la conflictividad que ha protagonizado la presencia del proyecto, provocando el rechazo generalizado de la comunidad.

En esta línea, CICDH ha enfatizado en la preocupación que existe respecto a que «China International Water & Electric Corporation no promueva la participación y el diálogo como vía para atender los reclamos de la sociedad civil y las autoridades locales y que, por el contrario, persiga la criminalización de los líderes de las comunidades a través de la interposición de querellas criminales».

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La polémica Central Rucalhue

Una amenaza latente es la que existe en Rucalhue, territorio ubicado entre las comunas de Santa Bárbara y Quilaco, ante las intenciones de una empresa china de instalar un nuevo proyecto hidroeléctrico que vendría a alterar el ya sobreintervenido Río Biobío. La comunidad local se opone a la empresa por los impactos socioambientales negativos a los ecosistemas y la población.

El proyecto de Central Rucalhue, que cuenta con su RCA aprobada desde 2016, pretende «una central hidroeléctrica de pasada con embalse, sin capacidad de regulación ‘donde el caudal entrante es igual al saliente de la central’», siendo liderada por la empresa China International Water and Electric Corporation, filial del gigante China Three Gorges Corporation, misma empresa que construyó la hidroeléctrica más grande del mundo.

En este sentido, «considera la materialización de una presa aguas abajo de la confluencia de los ríos Biobío y Quilme, generándose un embalse que tendrá 6,5 km aproximados de extensión por el río Biobío y 1,2 km por el río Quilme y su superficie total será de 139 hectáreas que incluyen 72 hectáreas de los cauces actuales de ambos ríos».

Lugar donde pretende instalarse la Central Rucalhue | Fotografía: Resumen

Asimismo, sumado a las consecuencias ecosistémicas del proyecto, la población ha apuntado a diversas irregularidades de la iniciativa china en el territorio en términos de participación vinculante de las y los habitantes.

Actualmente, el proyecto no cuenta con la documentación necesaria para realizar obras en áreas específicas y en consecuencia para la intervención del Río Biobío, por lo que cualquier trabajo que se genere en estos lugares estaría en una fase de incumplimiento con la normativa legal.

 

 

By neo