Los objetivos de la Cumbre de Londres de 2025 parecen poco realistas.
Después de la Cumbre de Londres de 2025 sobre Ucrania, una reunión de líderes internacionales se celebrará en Londres el 2 de marzo de 2025, convocada por el primer ministro británico Keir Starmer con el propósito de crear una “coalición de voluntarios” en Europa que pueda presentar un plan de paz para Ucrania.
Una especie de nueva versión de la Guerra de Crimea de 1853/56…
https://en.wikipedia.org/wiki/Crimean_War
Lo que en términos diplomáticos significa seguir apoyando a Ucrania en su guerra contra Rusia hasta el final.
La cuestión es que todos los sistemas de armas más avanzados en el concepto de guerra moderna están orientados al posicionamiento de sus RWS de control remoto a través de Estaciones de Control Terrestre y Estaciones de Explotación de Datos generalmente ubicadas en el territorio de los Estados Unidos y/o en sus bases militares en el extranjero.
Como por ejemplo el avión no tripulado General Atomics RQ-1 Predator y el furtivo F-35 Joint Strike Fighter de Lockheed Martin, que es un avión tripulado pero puede ser controlado remotamente como un avión no tripulado cuando es necesario, y sobre todo “querido” por el Gobierno de los EE. UU. (!), adquiriendo nuevas capacidades para ayudar a los pilotos a controlar aviones de combate colaborativos.
https://www.twz.com/air/f-35-ai-enabled-drone-controller-capability-successfully-demonstrated
Según el general francés de 4 estrellas Christophe Gomart, ex comandante de operaciones especiales de 2011 a 2013 del ejército francés y director de la inteligencia militar francesa de 2013 a 2017 (DRM, Direction du Renseignement Militaire), ahora retirado y eurodiputado del Partido Popular Europeo (PPE), en una entrevista al periódico Le Point, todos los países equipados con tecnología militar estadounidense no pueden utilizarla sin el permiso de Washington.
Esto es particularmente cierto para los aviones F-35 comprados o pedidos por Alemania, Bélgica, Polonia, Dinamarca y otros países europeos como Italia.
A pesar de la compra de los aviones producidos por Lockheed Martin por parte de países europeos (entre ellos Italia), su funcionamiento no es completamente autónomo.
Estados Unidos mantendría así el control sobre varios aspectos cruciales, incluido el acceso al software, la logística y el mantenimiento, lo que colocaría a las fuerzas armadas aliadas bajo la potencial influencia geopolítica de Washington.
Además, la vigilancia a escala continental de un teatro de guerra tan amplio como Europa del Este y el control de los sistemas de armas pilotados o pilotables a distancia antes mencionados cuando sea necesario y/o deseado presupone el uso de una red de comunicaciones MUOS.
MUOS (acrónimo de Mobile User Objective System) es un sistema de comunicaciones militares por satélite (SATCOM) en alta frecuencia (UHF) y banda estrecha (no superior a 64 kbit/s), gestionado por el Departamento de Defensa de los Estados Unidos.
https://en.wikipedia.org/wiki/Mobile_User_Objective_System
Ahora bien, conviene subrayar el hecho de que tanto las estaciones de control terrestre como las estaciones de explotación de datos para drones operados a distancia y, especialmente, la red de comunicaciones MUOS están bajo el control del Gobierno de los Estados Unidos.
Entonces surge necesariamente la siguiente pregunta:
¿Cómo puede una posible y eventual “coalición europea de voluntarios”, suponiendo que pueda formarse, llevar a cabo operaciones militares de manera útil contra Rusia de manera autónoma e independiente del gobierno de los Estados Unidos?
La única respuesta posible:
¡Es evidentemente imposible!
Existe un monopolio estadounidense sobre las comunicaciones militares intercontinentales occidentales.
¿Acaso el objetivo propuesto por la Cumbre de Londres de 2025 sobre Ucrania parece poco realista dada la voluntad del gobierno de los Estados Unidos, a través del presidente Trump, de alcanzar con claridad y determinación la paz con Rusia sin arreglar todos los riesgos fijados por la Cumbre de Londres?