según informa Usenet, viernes 13 de febrero de 1998
JERUSALÉN (CNN) — El número cada vez menor de cristianos en Tierra Santa se enfrenta a otra amenaza. Judíos e israelíes militantes están tratando de obligar a los miembros de la religión a que busquen conversos en el país.
Lo más alarmante para los cristianos es una nueva propuesta de ley que permitiría a las autoridades encarcelar a cualquiera que comparta literatura cristiana.
“Podría incluso incluir el Nuevo Testamento porque, después de todo, ese es ciertamente un documento del que Jesús diría: ‘Id por el mundo y haced discípulos'”, dice el pastor Ray Lockhart, de la Iglesia de Cristo en Jerusalén.
La legislación propuesta está dirigida a quienes poseen, imprimen, reproducen, distribuyen, importan, rastrean o publicitan información destinada a inducir a la conversión religiosa.
“Somos un Estado judío”, explica el miembro del Knesset israelí y uno de los promotores del proyecto de ley, Niffim Zilli. “Queremos seguir siendo un Estado judío”.
Gran parte de la literatura que se vende en una pequeña librería cristiana de Jerusalén quedaría prohibida por la legislación en su forma actual. Los judíos ortodoxos ya visitan la librería para acosar a los clientes y existe el temor de que, si se aprueba la ley antimisionera propuesta, los militantes intenten cerrar la tienda.
“Considero que esto es totalmente contrario a los derechos humanos, en particular al derecho a la libertad religiosa y a la elección de la religión”, afirma Lockhart.
La respuesta de Zilli: “¡Detengan su actividad misionera en Israel! ¡Deténganla!”
Las misiones evangélicas cristianas dan comida gratuita a los judíos ortodoxos pobres de Jerusalén, y los indigentes hacen fila para aceptarla.
“Algunos de los mejores amigos de Israel en todo el mundo provienen de comunidades cristianas que creen en la Biblia. Y si se ve que Israel o el gobierno se oponen a las personas que han sido los mejores amigos de Israel, entonces tal vez el apoyo hacia ellos podría enfriarse”, dijo Clarence Wagner de Bridges for Peace.
La ley ha superado su primer obstáculo parlamentario. El primer ministro, Benjamin Netanyahu, se opone firmemente a ella, pero algunos creen que podría pasar por alto sus objeciones, especialmente si los judíos ortodoxos deciden hacer alarde de su poder.
Fin del artículo de CNN
