Chile presenta un sistema que se contará con la sociedad del régimen israelí, lo que significa vincularse con una entidad acusada de cometer crímenes de guerra.
En octubre del año 2020 el presidente de Chile, Sebastián Piñera, presentó el llamado Sistema Nacional Satelital (SNS) que se supone será el pilar, que permitirá concretar el postergado Programa Espacial de Chile. Lo particular de dicho sistema es que se contará con la sociedad del régimen israelí lo que significa vincularse con una entidad acusada de cometer crímenes de guerra y lesa humanidad.
Una entidad como la sionista, donde su industria militar, aeroespacial, de servicios de seguridad, tecnológica cumplen un papel fundamental en el proceso de ocupación, colonización y el exterminio del pueblo palestino. Dicha afirmación se fundamenta incluso en la máxima de su industria militar, de seguridad y tecnología “probada en terreno” claro, ensayada en los cuerpos de miles de hombres, mujeres y niños asesinados por las bombas, drones, uso de artillería. Los asesinatos selectivos con uso de drones y tecnología de vigilancia satelital son parte d ela dinámica de dominio del régimen sionista contra palestina y su población. Gaseados por las bombas lacrimógenas, veneno puro y aturdidor, exportado para la represión de las manifestaciones sociales en Latinoamérica. Toda la industria israelí está enfocada en mantener en actividad su existencia delictiva.
Esa es la prueba que ofrecen con un descaro que no despierta siquiera una pizca de reclamo en los compradores, que además se benefician de asesorías de sus cuerpos policiales como es el caso de la policía mexicana, colombiana, chilena (cuyo comando jungla, ejecutor del asesinato del comunero mapuche Camilo Catrillanca, se entrenó en Colombia bajo la enseñanza de agentes del Mossad). La realización de conferencias para demonizar al Islam, alertar sobre la supuesta presencia de Hezbolá en América Latina entre otras actividades, llevadas a cabo por el centro sionista Hatzad Hasheni conformada por fanáticos y extremistas de Argentina, Chile, Brasil y Venezuela, coordinados por el relacionador público y activista de la Hasbara, Gabriel Ben Tasgal, colono argentino avecindado en tierras de la Palestina histórica.
Ben Tasgal, sionista argentino, en charla dada a la Policía de Investigaciones de Chile.
En ese mes de octubre del año 2020, acompañado del exministro de defensa y actual candidato presidencial Mario Desbordes, la ministra de transporte Gloria Hunt, el de ciencia Andrés Couve y el comandante en jefe de la Fuerza Aérea de Chile (FACH) General Arturo Merino; el mandatario chileno especificó los hitos considerados en este SNS, entre los cuales destaca: reemplazo del actual satélite Fasat-Charlie que ya cumplió su vida útil. Poner en órbita otros dos satélites, uno de ellos a fabricar en el país, para conformar lo que han denominado una “constelación satelital”, entre otros puntos (1) y que debería estar en funcionamiento el año 2022 con posibilidades de acceder a 250 satélites.
El exministro de defensa Mario Desbordes dio a conocer un punto preocupante respecto a la firma de este acuerdo conjunto para la construcción de satélites “Este es un proyecto que va mucho más allá de lo que se había estado haciendo hasta ahora. Las instituciones chilenas se verán fortalecidas con el desarrollo científico en el país…en los próximos 6 a 12 meses ya se dispondrá de un satélite que se compartirá en proporciones de 60 % para Chile y 40 % para el consorcio israelí que se adjudicó el concurso”. El consorcio al que hizo referencia Desbordes es ImageSat, con sede en la ciudad de Tel Aviv, ubicada en la Palestina histórica ocupada, es la empresa que se adjudicó la licitación en la cual participaron 48 empresas de distintos países. Es decir, Israel compartirá un satélite cuya información militar, cartográfica, información sensible será de utilidad para una entidad extranjera.
Lo mencionado es altamente peligroso, sobre todo cuando el régimen del cual hablamos está acusado de crímenes contra la humanidad, donde su líderes políticos y militares deberán responder de sus crímenes ante la Corte Penal Internacional (CPI). ¿Qué pasa por la mente de las autoridades del Gobierno de Sebastián Piñera, para asociarse con un régimen de estas características? Esta es una pregunta que los congresistas, sobre todo aquellos que pertenecen al Grupo Parlamentario Chileno-Palestino, los líderes de opinión y la sociedad chilena deben exigir como respuesta del gobierno. Como también exigir una completa revisión de los tratados bilaterales firmados hasta ahora.
ImageSat, vinculada al ministerio de guerra sionista, se define como un proveedor comercial profesional de servicios superiores de imágenes satelitales de alta resolución, obtenidos a través del funcionamiento de sus satélites de observación remota de la tierra (EROS A / B) de alta resolución, que se proporcionan a los gobiernos y sus fuerzas de defensa con fines de inteligencia y seguridad nacional. Las diversas aplicaciones de las imágenes de EROS incluyen las fuerzas aéreas, terrestres y navales, la seguridad nacional, la cartografía y las aplicaciones de infraestructura. Los servicios de ImageSat se distinguen por la rápida adquisición y entrega de imágenes, factores de imagen flexibles y opciones de recepción y asignación directa, así como paquetes de servicios exclusivos, incluido el uso exclusivo de satélites EROS. (2)
El día 26 de mayo pasado, en una ceremonia efectuada en el Museo Aeronáutico Nacional estuvieron presente: los ministros de defensa, Baldo Prokurica, de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación Andrés Couve, de Bienes Nacionales, Julio Isamit; los subsecretarios de Defensa, Cristián de la Maza, la subsecretaría de Telecomunicaciones, Pamela Gidi; el comandante en jefe de la Fuerza Aérea de Chile, general del aire Arturo Merino; la embajadora de Israel en Chile, la argentina-israelí Marina Rosenberg, y el vicepresidente de marketing regional de ISI Imagesat International, Liron Vine (Vid de Liron), entre otros. Allí pudimos conocer más en profundidad con quien se trabajará un área sensible para la seguridad del país, su territorio, sus riquezas naturales y población. En un acuerdo firmado por distintos ministerios de Chile en conjunto con la mencionada empresa israelí Image Satellite International (ImageSat) que se adjudicó la licitación por 124,7 millones de dólares.
Este grupo anunció “el lanzamiento de un nuevo programa aeroespacial que constará del lanzamiento de 10 nuevos satélites para la órbita chilena en reemplazo del actual sistema FASat-Charlie (lanzado el año 2011), y la apertura a nuevas constelaciones satelitales”. En palabras del actual ministro de defensa, Baldo Prokurica “este SNS ayudará a cubrir temas de seguridad y de soberanía, y usos civiles relacionados con la observación del territorio, del océano, de los fenómenos de cambio climático, también para proyectar actividades económicas como la actividad agrícola, y así como también observar y contar con información frente a desastres de origen natural”. (3)
Por su parte, la embajadora de la entidad sionista, la argentina-israelí Marina Rosemberg, que representa a esta entidad acusada crímenes de guerra y lesa humanidad por su ocupación y colonización de Palestina, en una típica actividad de lavado de imagen y tratar de obtener réditos en momentos que el mundo denuncia los crímenes de Israel. La mencionada representante, destaca los logros de este acuerdo conjunto “Chile está dando un paso gigantesco, y también lo está haciendo la amistad entre Chile e Israel. Para nosotros, más allá de la colaboración bilateral en la que hemos trabajado en los últimos años en temas de impacto social, la agricultura, agua, innovación, salud, etc; hoy en día, esta colaboración está dando un paso adelante, pensando no solamente en la colaboración entre Gobiernos sino en la colaboración entre los pueblos”. Se equivoca rotundamente la diplomática sionista, el pueblo chileno lo que menos quiere es vincularse con criminales, terroristas y quienes violan permanentemente los derechos humanos. Aquí no existe una colaboración entre pueblos, sino que entre una entidad criminal, un gobierno chileno en agonía y fuerzas armadas con un amplio rechazo social y vinculadas a acusaciones de corrupción.
Tal es el caso del ejército chileno vinculado al caso de las facturas duplicadas, en un desfalco que supera los 200 millones de dólares y que involucra a dos empresas de armas israelíes: la mencionada Elbit Systems Land and C4 Tadiran con 22 millones de dólares y la compañía de armamento Rafael Advance Defense System con 19 millones de dólares. Caso que sigue sin salir completamente a la luz pública (4). Sumemos el llamado caso Milicogate, que consistió en una operación de fraude y desviación de fondos públicos de la Ley Reservada del Cobre, denunciado en su momento por el periodista Mauricio Weibel. La lista suma y sigue con la renovación de tanques Leopard, que significó el pago de comisiones por 8 millones de dólares a los latos mandos del ejército chileno. La Armada con acusaciones por la adquisición de 4 fragatas holandesas y el pago de millonarias comisiones en la compra total de 350 millones de dólares. En el caso específico de la FACH han sido los denominados casos “Mirage” y “Helicópteros Belt 412” caso que significaron el procesamiento del otrora Comandante en Jefe de la FACH, General (R) Ramón Vega, mientras que en el contexto del ‘Caso Bell 412’, el General Patricio Ríos, de la misma institución terminó renunciando a la Comandancia en Jefe. (5)
Por su parte el vicepresidente de la compañía israelí ImageSat, Liron Vine (que aparece en la página web de la empresa con el nombre de Vid de Liron) destacó estar en Chile “para ayudar y trabajar junto con los especialistas chilenos y hacer que este programa funcione. Estamos muy orgullosos de ser el socio principal de la fuerza aérea chilena, esto es algo muy progresivo, muy avanzado y estamos felices de ser socios de Chile”. Los antecedentes que obran de este ejecutivo indican que ha trabajado muy profundamente con el ejército de ocupación israelí en el campo de las fuerzas terrestres, aéreas, marítimas y de inteligencia, que incluyen más de 20 años de experiencia liderando el marketing y el desarrollo comercial en los mercados de defensa globales para programas a gran escala en el campo de las fuerzas terrestres, aéreas, marítimas y de inteligencia, ocupando cargos en la empresa BVR Systems & Elbit Systems. Esta última empresa, involucrada en el caso de facturas duplicadas con el Ejército chileno.
Según señaló el portal Infodefensa.com, la compañía estadounidense SpaceX (6) se adjudicó, junto a la israelí ISI Imagesat International, el lanzamiento de los diez satélites del nuevo Sistema Nacional Satelital (Snsat) de Chile. Un proyecto considera poner en el espacio entre 2021 y 2024 los satélites Fasat-Delta, Fasat-Echo 1 y Fasat Echo-2. Los otros siete satélites más pequeños, de entre 12 y 13 kilos, se lanzarán: uno en 2023, tres en 2024 y tres en 2025. Ocho de los diez satélites serán construidos en Chile por técnicos e ingenieros nacionales, pertenecientes a la Fuerza Aérea y también a varias universidades del país.
Para operar estos satélites se inaugurará en 2022 en la base aérea Cerrillos el nuevo Centro Espacial Nacional (CEN). Allí habrá un laboratorio especializado en la fabricación de satélites y cargas útiles; un Centro de Emprendimiento e Innovación Espacial; el Centro de Control de Misión Espacial y otro centro destinado al análisis y procesamiento de la información geoespacial. Además, en Antofagasta, Santiago y Punta Arenas se levantarán estaciones de monitoreo de la información que transmitan estos satélites, lo que permitirá contar con una mayor gama de imágenes recibidas con mayor frecuencia y a un menor costo”
El pasado mes de abril, específicamente el día 22 conocimos a través de la página de la subsecretaria para las Fuerzas Armadas, que el Ministerio de Defensa de Chile, con el jefe de cartera Baldo Prokurica y el gobierno regional de Magallanes a través de la Intendente regional Jennifer carrasco, firmaron acuerdo de cooperación como parte del Sistema Nacional Satelital (SNS). El ministro Prokurica anunció que “se hará una inversión de 5 mil millones de dólares para esta nueva estación que se construirá en la Base Aérea Chabunco, dotada de antenas y un edificio central donde se albergará el Data Center y un sistema de procesamiento de Big Data. Las obras deberían comenzar en diciembre de este año 2021 y el inicio de sus operaciones se proyecta para diciembre de 2022”.
La narrativa, para justificar la instalación de esta estación de monitoreo en Punta Arenas, refiere a que se podrán concretar “proyectos educacionales, de investigación y desarrollo de tecnologías, transformándose en un polo de generación de capital humano, apoyando la retención de talentos en la región y de la misma forma, un polo de generación de servicios espaciales”. El punto sospechoso es, que en este proyecto, vuelve a aparecer una entidad israelí, la Fundación Ramon, que recuerda a un aviador militar sionista y primer astronauta de esa entidad. Un militar vinculado también como director del Departamento de Operaciones de Requerimientos para el Desarrollo y Adquisición de Armas de la aviación israelí.
Una vinculación con una entidad sionista que según las autoridades chilenas permitirá incorporar a la comunidad escolar de la región en temas satelitales y en ámbitos de investigación científica. ¿No existen instituciones no vinculadas a un régimen criminal como el sionista? ¿No existen universidades chilenas, centros de estudio que puedan desarrollar esta labor? Sobre todo por las acusaciones que existen sobre la presencia de ex soldados y personal vinculado a las fuerzas armadas de Israel que suelen visitar en forma permanente la región de Magallanes y que han recibido denuncias sobre el papel de recolección de información en esta parte del mundo como lo denunció en su oportunidad el diputado Eugenio Tuma y que significó la indignación de la comunidad sionista de Chile (7) y que hoy, a través d ela firma de este acuerdo, con un sistema de monitoreo instalado precisamente en la Patagonia vuelve a reflotar las sospechas.
Desde estas páginas resaltó la necesidad que Chile, sus sociedad, sus parlamentarios, los que tienen el deber de fiscalizar lo que se concreta en acuerdos que involucran dineros públicos y sobre todo con quienes se firman, revisen la licitación adjudicada a esta empresa israelí, no sólo por su estrecha relación con el ejército ocupante sionista y los crímenes cometidos contra el pueblo palestinos y las acciones de desestabilización sobre Asia Occidental, sino también por la experiencia de corrupción que empresas de Israel tienen con algunas ramas castrenses chilenas. Como también el que uno de los ejecutivos firmantes del programa SNS haya tenido un papel principal en el caso conocido como facturas duplicadas.
El deber político es, al menos investigar este contrato y sobre todo devolverle algo de dignidad a nuestro país en materia de defensa de los derechos humanos, condenado efectivamente las violaciones a los derechos humanos palestinos y condenar y sancionar los crímenes de guerra y lesa humanidad en los cuales está comprometido el régimen sionista. No en balde, el propio Consejo de Derechos Humanos de la ONU ha señalado que los ataques contra Gaza en las últimas semanas son crímenes de guerra. Human Rights Watch (HRW) ha hablado de crímenes de apartheid. Las resoluciones de la ONU han sido claras: retiro de las tropas ocupantes, derribo del muro de segregación, salida de los colonos en territorio de Cisjordania y en Chile no podemos estar ajenos a exigir que esa entidad ocupante y colonizadora cumpla el derecho internacional, lo que nos obliga a no generar tratados y menos acuerdos con criminales.
- En la página del ministerio de defensa de Chile. https://www.defensa.cl/noticias/presidente-pinera-presenta-el-nuevo-sistema-nacional-satelital/, se dan a conocer cuáles son esos hitos. A los dos mencionados se agregan los siguientes. información autónoma que entregarán estos tres equipos se complementará con otras constelaciones satelitales, lo que permitirá contar con una mayor gama de imágenes, recibidas con mayor frecuencia y a un menor costo. Se habilitarán tres estaciones terrestres de control orbital en Santiago, Punta Arenas y Antofagasta. Esta última será móvil y se podrá desplazar hacia otras regiones de ser necesario. Se construirán 7 microsatélites en Chile, en alianza con universidades, la industria nacional y el sector Defensa. Se creará un Laboratorio de Construcción de Satélites y de Desarrollo de Tecnologías Espaciales, abierto a universidades y sector privado, coordinado por los ministerios de Defensa y de Ciencias. Se crea un Centro Nacional Espacial y dentro de él operará un Centro de Procesamiento Avanzado de Data Geoespacial que contará con los computadores más avanzados del país. Se crea un Geo portal web que permitirá el desarrollo de aplicaciones para dispositivos móviles para dar acceso expedito al sector Defensa y civil. Se establece un modelo de gobernanza del sistema espacial chileno que incorporará una nueva institucionalidad que permita una coordinación e integración efectiva entre distintos servicios públicos y la participación del mundo académico y el emprendimiento nacional en materias espaciales.
- https://www.imagesatintl.com/
- https://www.cjch.cl/2021/05/israel-chile-se-unieron-lanzar-amplio-sistema-satelital-chileno/
- https://www.biobiochile.cl/especial/noticias/reportajes/reportajes-reportajes/2018/07/09/milicogate-descubren-e-investigan-facturas-duplicadas-por-200-millones-de-dolares.shtml
- https://obtienearchivo.bcn.cl/obtienearchivo?id=repositorio/10221/22526/1/Corrupci%C3%B3n%20en%20las%20Fuerzas%20Armadas%20casos%20m%C3%A1s%20recientes.pdf
- El ministro de defensa chileno, Baldo Prokurica recordó que “en esta ocasión utilizaremos un lanzador estadounidense. Recordemos que el Fasat-Alfa y Bravo se enviaron al espacio en cohetes rusos y, el Fasat-Charlie en uno europeo. Esta vez utilizaremos la empresa privada que pertenece a Elon Musk, que está a la vanguardia de estas tecnologías que implica que a fines de año el nuevo Fasat-Delta saldrá al espacio desde su puerto aeroespacial de Hawthorne, en California”.
- Denuncia donde resulta válida “toda sospecha de posibles exploraciones, disfrazadas de turismo, llevadas a cabo por soldados israelíes desde hace ya décadas. No queremos para la Patagonia chilena el mismo destino que Palestina ha debido sufrir desde 1948. Confirma lo razonable de las dudas, lo escrito por el ideólogo judío Theodor Herzl (1882) en su libro El Estado Judío (Der Judenstaat), donde establece la posibilidad de la creación de un Estado judío en Palestina o en la Patagonia argentino-chilena.