Anthony Fauci se ha visto obligado a admitir que las vacunas de ARNm eluden las pruebas legales y de seguridad habituales debido a que probablemente fallarían y serían consideradas “peligrosas” para el uso humano.
Según Fauci, las vacunas contra la COVID-19 no se sometieron a ningún ensayo con placebo antes de ser autorizadas.
Naturalnews.com informa: El propio señor “experto” en enfermedades infecciosas lo admitió abiertamente. No se han realizado ensayos con placebo. Ninguno. Si alguna vez hubo una prueba irrefutable, es esa. Se revelan las armas de destrucción masiva, y son vacunas. Inmunizaciones. Inyecciones. Inyecciones de coágulos de nanopartículas “tecnología de ARNm”. Los mecanismos de despoblación elegidos ahora son obvios.
La industria más corrupta del planeta afirma que sería “poco ético” realizar ensayos clínicos adecuados con placebo en las vacunas. Es una práctica sucia. Esa es la conclusión y, gracias a Del Bigtree, ahora todos lo sabemos. La seguridad de todos los seres humanos está en juego, incluidos los niños, los bebés y las mujeres embarazadas. Los CDC y la FDA imponen a diario a los estadounidenses las vacunas y su mantra favorito “seguras y eficaces”, y todo es una gran mentira.
A los bebés se les inyectan vacunas contaminadas el mismo día de su nacimiento. Se trata de vacunas cuya seguridad no se ha probado adecuadamente, porque la industria de las vacunas sabe que son peligrosas. Por eso se ocultaron y destruyeron los datos de la vacuna MMR, ya que se demostró que causa autismo en niños menores de tres años. ¿Recuerdan al denunciante del CDC que era el director de las pruebas del CDC, el Dr. William Thompson?
Los defensores de la salud natural en todo el mundo han estado gritando sobre esto durante décadas. Demuestren que las vacunas son seguras. No pueden. Ahora RFK Jr. finalmente está a cargo del HHS y estará investigando esto, exigiendo que se realicen ensayos de seguridad adecuados en todas las vacunas. Esto debería exponerlos y evitar que se inyecten a 270 millones de estadounidenses regularmente según el programa de despoblación que los CDC impulsan para 70 vacunas para cada niño antes de los 7 años.