Comenzamos destacando la meticulosa preparación que efectuaron las fuerzas armadas de Irán para su ataque masivo para marcar un momento histórico y decisivo con el comienzo del fin del régimen Sionista.
Irán transmitió un poderoso mensaje a través de una andanada de misiles y drones disparados a medianoche desde diferentes ciudades iraníes, los cuales provocaron ondas de choque en los corredores de poder de Tel Aviv.
Las fuerzas armadas iraníes lanzaron por primera vez drones de ataque unidireccional de bajo costo Shaheds 131/ 136. Estos drones necesitaron unas 6 horas para alcanzar sus objetivos.
Aproximadamente 4 horas después de que se dispararan los drones, se lanzaron los misiles de crucero de ataque terrestre “Paveh” para que aterrizaran simultáneamente con los drones en territorio Israelí. Ambos tipos de armas representaron los recursos de ataque de largo alcance y de menor costo de las fuerzas aeroespaciales Iraníes
El objetivo de esta operación era obligar al “enemigo” a gastar sus recursos en ellos, comprometiendo su poder aéreo y gastando misiles aire-aire significativamente más caros para interceptarlos.
Destacar que la mayor velocidad de los misiles de crucero y su cantidad lanzada “desconocida” obligaron a los aviones de combate israelíes, británicos, jordanos y potencialmente franceses a utilizar misiles aire-aire en lugar de armas de fuego para ahorrar tiempo.
La relación de los costos que Irán comprometió para la operación versus lo que gastó el régimen israelí requerido para contrarrestarla fue enorme. El temor de Israel a que su suspensión de GPS y Guerra Electrónica no funcionara contra los drones y misiles de crucero llevó a la costosa decisión de interceptarlos cinéticamente. De 5 a 10 minutos antes de que los drones y misiles de crucero supervivientes alcanzaran sus objetivos previstos en los territorios israelíes, Irán lanzó las armas principales de la operación “Promesa Verdadera”.
Los misiles balísticos no fueron lanzados simultáneamente con el propósito de reducir el efecto de choque sobre las defensas antimisiles de Israel, los drones y misiles de crucero supervivientes ejercieron una presión adicional sobre los radares y sensores, creando objetivos completamente diferentes en altitudes más bajas.
Los misiles balísticos que utilizó irán fueron los Emad, Ghadr, Dezul y Kheybar-Shekan, la cantidad de misiles lanzados por Irán sigue siendo desconocida, pero podría oscilar entre 60 y 120.
El propósito de Irán era utilizar los misiles más antiguos que eran los “Ghadr” y “Emad” los cuales descendian desde el espacio como meteoros para defenderse principalmente con señuelos inflables en el espacio para así enfrentar a los primeros interceptores de los misiles Arrow-3 de Israel y el SM-3 estadounidense.
El costoso y avanzado AN/TPY-2 estadounidense podría haber ayudado a las defensas antimisiles de Israel a identificar qué objetos eran ojivas, cuáles propulsores vacíos gastados y cuáles eran señuelos.
El misil Ghadr, de 20 años de antigüedad, creó confusión en los radares, además garantizó su supervivencia al liberar la carga útil de submuniciones mientras aún estaba en el espacio. El objetivo de los vehículos de reentrada de los misiles balísticos que albergaban las ojivas, las etapas propulsoras gastadas y las submuniciones liberadas por los Ghadr y Emad era sobrevivir contra los Arrow-3 y SM-3 exo atmosféricos
Dado que Israel no puede lanzar un misil interceptor para cada una de las diversas submuniciones de Ghadr, estas ojivas imprecisas son inmunes a los interceptores.
Una vez que el vehículo de reentrada del misil Emad entre en la atmósfera, este podrá comenzar a maniobrar y alterar su trayectoria, para así, aumentar su precisión y poder realizar maniobras evasivas aleatorias. Sin embargo, esto dependerá del corto tiempo de vuelo atmosférico, para que su trayectoria de inmersión sea más pronunciada.
Los sistemas Arrow-2, Patriot y David-Sling son los sistemas que intentaron interceptar los vehículos de reingreso de Emad en maniobras
Los misiles Emad también eran los objetos rápidos y brillantes que descendían e impactaban a entre 6 y 7 veces la velocidad del sonido. Los objetos que brillaban lentamente parecían ser las submuniciones de Ghadr y los objetos lentos en llamas eran probablemente las propulsoras separadas.
Otro misil (Dezful) , que aparentemente fue lanzado contra objetivos israelíes en los Altos del Golán ocupados. Dezful está limitado a la parte noreste de los territorios ocupados por su alcance máximo y puede aprovechar la distancia a las baterías de defensa antimisiles israelíes para realizar su misión en la periferia de Israel.
Este misil (Dezful) de bajo costo evitaría entrar dentro del alcance de Arrow-3 al volar una trayectoria relativamente baja. Este misil maniobraría aleatoriamente de manera similar a Emad para contrarrestar a los interceptores endoatmosféricos como Arrow-2, Patriot y David-Sling’s Stunner.
El misil balístico más avanzado que se sabe que se utilizó en la operación es el “Kheybar-Shekan”. El Objetivo de este misil era evitar completamente los interceptores Arrow-3 y SM-3 al volar dentro de las capas superiores de la atmósfera.
Una vez cerca de Arrow-2, Patriot y David-Sling, descenderia aún más para interactuar con la atmósfera terrestre y así comenzar sus maniobras evasivas aleatorias con sus aletas.
El Kheybar-Shekan realiza sus maniobras en las capas superiores de la atmósfera y una vez que ha reducido su velocidad hasta un umbral determinado, se sumerge en un ángulo pronunciado. Dependiendo de su trayectoria seleccionada, su velocidad de impacto puede llegar a ser 5 veces la velocidad del sonido, combinada con sus maniobras previas. Este misil está clasificado como la primera arma hipersónica de Irán.
El Kheybar-Shekan y Emad fueron los candidatos que causaron algunos de los impactos más claros, los cuales se reportaron al menos 5 impactos sucesivos.
Otros de los misiles que podrían haber participado en la operación son el “Rezvan” y el “Haj-Qasem” , pero hasta el momento no ha aparecido ninguna grabación clara de su lanzamiento o de etapa propulsora gastada. Los objetivos de estos misiles eran las bases aéreas israelíes, las cuales representan activos de alto valor del régimen sionista, estas bases son difíciles de atacar ya que están altamente protegidas.
El ataque iraní y las trompetas de Jericó
Augusto Zamora.
De entrada (luego vamos con las salidas), debemos partir de que el ataque iraní contra Israel -el primero en la historia, aunque no el último-, fue un ataque programado, examinado y acordado entre Irán y EEUU, con Rusia, Arabia Saudita y China como testigos de honor. Fue anunciado anticipadamente a bombo y platillo, lo que daba, de antemano, motivos para inferir que algo subterráneo se estaba cocinando, y no eran frijoles, precisamente. Nadie anuncia un ataque de esa repercusión política (lo militar era importante, pero secundario, luego ampliaremos), a menos que se quiera dar tiempo a ‘arreglos’ que permitan ejecutar el ataque sin que dicho ataque termine en una guerra general. Todas las partes, en primer lugar, Irán, estaban conscientes de las repercusiones políticas que provocaría un ataque a Israel, por tanto, no podía dejarse al albur que dicho ataque abriera un ciclo de ataque-contraataque duro-respuesta más dura y, así, hasta desembocar en una guerra implacable que reventara la economía mundial.
Según The Washington Post, en los previos del ataque iraní se dieron conversas con EEUU, en las que EEUU sugirió a Irán que, para prevenir una reacción violenta y descontrolada del ya de por sí demente y genocida gobierno israelí, Irán tomara represalias recurriendo a fuerzas irregulares aliadas, es decir, Hezbolá o los hutíes. Irán no habría aceptado la propuesta, porque el ataque terrorista israelí contra la sede diplomática de Irán en Siria era una afrenta directa a Irán, que Irán debía responder directamente. Según Bloomberg, EEUU y sus aliados se habían estado preparando para el ataque iraní durante diez días. Washington mantuvo comunicación constante con sus aliados, intercambiando también mensajes con Irán, a través de la embajada suiza en Teherán. EEUU habría optado por aceptar el ataque directo iraní, a cambio de que Irán empleara medios que no causaran mayores daños en Israel. Irán habría aceptado el trato, lo que significaba que Irán emplearía drones y misiles de baja tecnología y fácilmente derribables, para resolver el envite sin caer en el abismo de una guerra sin control.
Fue así que pasó lo que pasó y por eso está pasando lo que está pasando. Irán realizó un espectacular ataque sobre Israel, sin tocar ciudades ni zonas pobladas, no porque no tuviera armamento para poder hacerlo, sino porque era atacar sin causar víctimas ni daños mayores, condición esencial pedida por EEUU para atarle las manos a Israel. Puede parecer política ficción, pero no lo es, para fortuna de todos, créanlo así. La razón primaria de este acuerdo insólito es que hay conciencia de que Israel está en manos de locos genocidas, a los que poco les importaría provocar una guerra nuclear en nombre de Yavé, si con ello satisfacen su devoción por la sangre y sacian su rencor. Sólo EEUU tiene poder para controlar a estos dementes, y lo hizo amenazando con el corte de suministros militares, que es el único argumento capaz de contener a los nazionistas.
De ese trato resultó que los aliados de Israel (EEUU, Gran Bretaña, Francia y Jordania, el Judas árabe) tuvieran desplegados y preparados aviones suficientes para derribar los drones y misiles iraníes -unos cuantos de ellos sobre cielo sirio y jordano-, como nenes preparados para aporrear una piñata. Explica que el gobierno genocida de Israel se encuentre -todavía-, como perro rabioso amarrado, ladrando, pero sin aliados que le quieran acompañar en otra de sus típicas venganzas homicidas. También explica que EEUU se haya apresurado a proclamar que Israel había ganado el reto lanzado por Irán, porque “el 99%” de misiles y drones iraníes habían sido derribados por el mítico escudo de hierro que protege a Israel del vecindario. Que proclamarse ‘vencedor’ cerraba el capítulo y que EEUU “no apoyaría” ninguna respuesta contra Irán. Dentro de ese cóctel de película de Hollywood (que el kibutz ‘joligudense’ sionista jamás filmará), Biden le dijo al genocida Netanyahu que tragara el sapo y se olvidara de venganzas, y ya.
Al día siguiente, John Kirby, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, expresó que la decisión de cómo responder al ataque de Irán dependería de Israel, pero enfatizó que el presidente Biden se había esforzado por evitar “una guerra regional más amplia”. “Cada decisión, cada discusión que ha tenido está diseñada para no permitir que esto se convierta en una guerra regional amplia, y ahí es donde todavía está su cabeza”, dijo Kirby en el programa “Fox News Sunday”. El mismo estribillo han entonado desde el gallinero europeo, disciplinado que es. En otras palabras, si Israel no obedecía, se quedaría sólo y, sólo, poco podría hacer. Israel, sin el apoyo que le presta EEUU, es como un muñeco Robocop sin pilas. De hecho, quien está perpetrando el genocidio en Gaza es EEUU, pues suyas son las máquinas y bombas que usa Israel. Fue así que la respuesta israelí fuera una traca sin pólvora, para cubrir sus vergüenzas internamente.
¿Es que Biden y su equipo se volvieron, de repente, pro iraníes? Ni en sueños. Ocurre que EEUU se encuentra atragantado en tres desafíos colosales, que tienen a la casta dirigente sumida en una crisis inédita en la historia de EEUU. Para situar las piezas en su perspectiva es mejor ir por partes, empezando por lo más actual, que es el ataque iraní sobre Israel (un acto que ya ha marcado un antes y un después en la historia de la región del petróleo y el gas). Pensemos que acciones de tal envergadura no se toman a la ligera ni, mucho menos, en solitario. Suicidas políticos hay, pero en Irán no gobiernan, como ocurre en Israel y, en gran medida, en ese país de pistoleros que es EEUU, donde hay más gente armada que soldados tiene el gallinero europeo.
Antes, una nota bene: para entender los sucesos de este siglo XXI es preciso asumir que estamos en un planeta tremendamente conectado, y no sólo por Internet. Es un mundo de vasos comunicantes o, para ser más precisos (y preciosos), de crisis comunicantes. Quien crea que los conflictos en Ucrania, Gaza y Asia-Pacífico son conflictos aislados y sin relación entre sí, deben hacer una rectificación severa. Ni siquiera la ola antifrancesa que ha barrido buena parte del Sahel, en África, está fuera del circuito. Esto es así porque vivimos un cambio de ciclo, de época, una confrontación sistémica entre eso que es hoy el Accidente colectivo y las potencias emergentes, Rusia y China. La posición actual de EEUU y su gallinero europeo, inflexible y violenta, no ha dejado espacio para la negociación y el diálogo, como ejemplifica Ucrania. Tras las buenas palabras, hay una implacable carrera armamentista y un posicionamiento militar que no deja espacio -por ahora-, a los pensamientos positivos. Donde se rasque, huele a pólvora. De esa pólvora ha salido la decisión del Congreso de EEUU, de entregar nuevos fondos multimillonarios a Israel, Ucrania y Taiwán, los tres grandes focos de confrontación.
Retomemos el hilo.
Detengámonos un momento en un mito alimentado por EEUU y el nazisionismo: la supuesta simetría de poder entre Irán e Israel, país al que la propaganda accidental sitúa como potencias equivalentes e, incluso, como la mayor potencia militar de la región. Cifras y datos desmienten tal construcción ideológica, porque ocurre lo contrario: no hay comparación posible entre el poder de Irán y el poder de Israel, por más que los medios desinformativos del Accidente colectivo se empeñen en decir lo contrario.
Empecemos con la masa territorial, que es determinante en muchísimos sentidos. Irán posee 1.780.000 kilómetros cuadrados, por 22.000 kilómetros Israel. En Irán cabrían 80.900 países del tamaño de Israel. Vayamos a la población. Hay 90 millones de iraníes por 7 millones de israelitas, resultando que hay 12,8 iraníes por cada israelí. Con una diferencia fundamental: en Irán, todos son iraníes y, en Israel, los israelitas deben coexistir -a tiros- con 8 millones de palestinos. Irán posee un complejo militar-industrial propio, mientras que Israel depende, agónicamente, en todo lo militar, de EEUU.
El genocidio en Gaza -que tiene 360 kilómetros cuadrados, no lo olviden- evidencia, además del carácter genocida del nazisionismo, la dependencia casi total de Israel de los suministros de EEUU y de sus aliados europeos. Sin puente aéreo de EEUU no habría Israel. Casi ocho meses después de haber lanzado su campaña genocida contra Gaza, Israel no ha podido destruir a Hamás ni ha logrado borrarlo del mapa político. Ha ocurrido al revés. Hamás resiste y su fuerza política ha casi borrado a la OLP. ¿Se imaginan, viendo esos resultados, lo que pasaría en una guerra con Irán? Israel duraría pocas semanas si EEUU no entra en guerra. La fuerza de Israel no radica en Israel, radica en EEUU. Las guerras con Israel terminan siendo guerras con EEUU y esta realidad explica por qué Irán, ni ningún otro país, va a la guerra contra Israel, por ahora.
Si Israel se ha visto incapacitado ante el movimiento de resistencia palestino. ¿qué podría hacer contra Irán? ¿Lanzar un ataque nuclear? Podría, pero eso equivaldría al suicidio de Israel y, por extensión, de los judíos del mundo. Andan circulando noticias de que Israel quiso detonar una bomba atómica sobre Irán y que un avión ruso derribó al israelí que la portaba. Política ficción. Cuando la guerra del Yom Kipur, en 1967, en la que Israel estaba siendo derrotado, Golda Meir planteó un ataque nuclear contra Egipto. La URSS envió un cazabombardero con bombas nucleares y Golda Meir debió calmarse. Eso es historia. Hoy no hay condiciones para emplear armas nucleares contra Irán. Sería como invitar a la destrucción de Israel, cuya pequeñez territorial y escasa población permitiría destruir al Estado nazisionista con dos únicas bombas atómicas. No olvidemos que Corea del Norte y Paquistán tienen armas nucleares, cuya tecnología podría entregarse a Irán. Agreguemos el temor que tal ataque provocaría en otros países, como Arabia Saudita o Egipto, por aquello de “si ves las barbas de tu vecino cortar, pon las tuyas en remojo”. Nadie pararía una carrera nuclear para dotarse de armas atómicas y veríamos al mundo entero pidiendo la desaparición de Israel. La lógica indica que el menos interesado en abrir la espita nuclear es Israel, si quiere sobrevivir como Estado.
Agreguemos el control del estrecho de Ormuz y de la zona del petróleo y del gas que alimentan a Europa y Asia-Pacífico. Teherán tiene avisado que, si está en riesgo su supervivencia, lo primero que hará será cerrar el estrecho de Ormuz. Para el mercado petrolero este sería el escenario más terrible imaginable. Por el Estrecho de Ormuz pasa cada día el 20% del comercio mundial de petróleo. Por demás, Qatar, uno de los mayores proveedores de GNL del mundo, quedaría encerrado dentro del Golfo Pérsico. Imaginemos que la mayor parte del petróleo de Arabia Saudita, Irak, Kuwait, el gas condensado de Qatar y parte del petróleo del propio Irán quedan bloqueados, aunque fuera por unos pocos días. Habría un shock mundial. Los precios del petróleo subirían a 150 o 200 dólares -o más- por barril. Si a esta situación le agregamos las sanciones impuestas al gas y el petróleo rusos tendríamos un panorama de pesadilla para el mundo, pero, sobre todo, para el Accidente colectivo y sus aliados, Japón y Corea del Sur. China sería abastecida por Rusia (así entenderán la alianza estratégica chino-rusa) y no sufriría, pero Europa y Japón verían hundirse sus economías. En EEUU explotaría el precio de la gasolina, que es la savia que mueve a la economía y la sociedad estadounidense, pues la vida, aquí, gira en torno a los autos y la gasolina barata y, con la gasolina por las nubes, la candidatura de Biden quedaría enterrada en las gasolineras.
Por tan contundente motivo, el presidente de EEUU, Joe Biden, en campaña electoral para las elecciones de noviembre de 2024, no podía, bajo ningún concepto, permitir que Israel respondiera peligrosamente al ataque iraní del 13 de abril pasado.
Un aumento de los precios del petróleo y, por tanto, de la gasolina, habría tenido consecuencias desastrosas para la candidatura de Biden, que sigue debajo de Trump en las encuestas. Aunque no se bloqueara Ormuz, sino sólo se suspendiera el suministro de petróleo iraní -más de un millón de barriles diarios-, habría un impacto sustantivo. Baste recordar que, cuando la OPEP+ redujo, en octubre de 2022, las exportaciones de petróleo en un millón de barriles por día, el precio del petróleo superó los 120 dólares por barril (a Biden ese recorte le provocó una lipotimia, acusando a Arabia Saudita de complicidad con Rusia y de financiar la guerra en Ucrania con el incremento de precios del petróleo, a lo que Riad respondió que tururú, manteniendo el recorte. Biden no manda ni en casa). Así que no, Israel no podía salirse del guion de EEUU, aunque la espuma le chorreara.
Para concluir, el ataque iraní contra Israel fue enorme desde cualquier punto de vista. Teherán lanzó más de 170 drones cargados de explosivos, alrededor de 120 misiles balísticos y unos 30 misiles de crucero, según Israel. Que los derribaran casi todos estaba pactado. Si se hubiera tratado de un ataque con todo el poder iraní, los daños habrían sido catastróficos. Pero no se trataba de eso. El objetivo era demostrar que Irán podía alcanzar Israel en todos sus puntos. También demostrar que Irán tiene cada vez menos miedo a EEUU. Que eso es así porque detrás de Irán están Rusia y China. Que Israel, sin EEUU, no puede nada, salvo asesinar indefensos. Que las trompetas de Jericó sonaron para EEUU e Israel, pero, sobre todo, para Israel. Sonoramente, para Israel.
Todo el mundo miente
Julian Macfarlane*
Todos mienten. Ese fue realmente el objetivo de mi reciente artículo especial para compradores de café que, por cierto, ¡aún puedes conseguirlo si me compras un café!
Lo que significa que las personas que dicen la verdad, como Julian Assange, ¡están en problemas!
No, no te molestes en leer ese libro de Google Critter, Seth Stephens-Davidowitz, que quiere decir que sólo Google dice la Verdad. De todos modos, si al falso académico Stephen Pinker le gusta, no puede ser bueno.
El camino japonés de la verdad
Aquí en Japón hay dos tipos de verdad: la verdad social, que está determinada por los “ mawari ” (literalmente, aquellos que te rodean) y la verdad personal o real. En otras palabras, mientes por los demás, no sólo por ti mismo, para mantener la “ wa ” (armonía). La verdad personal puede ser bastante diferente. Lo cual en realidad es lo mismo en todas partes: en Japón, simplemente está codificado como parte de una moral pública relativista que se enseña a los niños pequeños. Dicho esto, lo que importa es el contexto (en todas partes) y ésta es una cultura de “alto contexto”.
Los japoneses simplemente son sinceros cuando dicen mentiras.
En Occidente, el contexto es diferente: más abstracto. Les decimos a los niños pequeños que deben decir la verdad mientras les enseñamos a mentir y aceptar mentiras.
El problema es que las figuras de autoridad como los padres, los maestros y los libros de texto determinan lo que es verdad y lo que no enmarca el mundo en beneficio del sistema existente. A los niños no se les permite aprender: se les enseña a ser enseñados.
La vida como SAT
Elija la respuesta correcta: A, B, C o D. La vida está estructurada como una prueba de opción múltiple. Cogito ergo sum. Lo siento, realmente no lo piensas. Tampoco eres verdaderamente “ tú ”. Tienes suerte de tener al menos una opción, ¡y mucho menos cuatro!
La historia de la escuela secundaria es mitología. La ciencia política universitaria es adoctrinamiento. La economía es religión.
Haz una búsqueda en Google. El orden de búsqueda le proporcionará las respuestas “correctas”. La mentira primero. Sí, la verdad puede estar ahí, pero está oculta y se necesita habilidad y perseverancia para encontrarla.
Como escribí en mi artículo especial, la gente acepta las mentiras de los “medios” porque anhelan lo correcto . Lo que significa que el “valor del nombre” es la moneda de confianza.
El New York Times. El Wall Street Journal. El Washington Post. Político. El Financial Times. The Economist. Todos los árbitros de la corrección. Iglesias con diferente arquitectura. Pero el mismo credo.
Pero Sputnik News, RT, Tasnmin Press… ¿y un servidor? Diga que no.
Por supuesto, hay escritores contrarios como Seymour Hersh y Pepe Escobar que han actuado sistemáticamente en lo cierto durante muchos años. Tienen “valor de nombre”. Qué hacer con ellos ?
La respuesta es simplemente alimentar a sus fuentes con información engañosa que luego resultará incorrecta y socavará su posición.
Larry Johnson es amigo tanto de Hersh como de Escobar y ha dedicado un espacio considerable a sus historias recientes sobre las actividades de Estados Unidos e Israel contra Irán en el Medio Oriente. Échale un vistazo.
Como señalé en mi artículo especial, ambas historias –y sus diversas versiones– tienen demasiadas contradicciones, lo que desafortunadamente socava la confianza en relatos más precisos de lo que realmente sucedió.
Veo, luego pienso, luego existo.
Las fotos de antes y después mienten
Para ver hay que mirar de verdad . ¡La foto de antes y después de abajo pretende mostrar la destrucción israelí de un sitio S300!
Esa negrura y ardor que ves en realidad es una red que se ha tendido en el radar de aquí para allá, es una cobertura que proyecta una sombra y está completamente clara!
La forma de esta llamada “quemadura” es rectangular y la izquierda y la derecha están completamente libres de quemaduras y efectos de explosión. ¡Deben distribuirse casi esféricamente! ¡En la imagen ampliada, puedes ver claramente el radar saludable debajo de la red!
🔹 ¡Definitivamente se descarta que un misil balístico impactó en este lugar! ¡No hubo encuentro con pájaros pequeños y el radar está sano! Con estas nuevas imágenes, a mi entender, los iraníes han repelido el ataque de pequeños pájaros
Si realmente miras, verás un rectángulo. ¡Una explosión sería circular y, en el caso de un misil con una ojiva de 500 a 750 kg, mucho mayor!
Humo, espejos y falsas intercepciones
Este es el fuselaje de uno de los 130 misiles balísticos supuestamente disparados contra Israel.
Algunos medios dicen que fue derribado con el sistema David’s Sling de Israel, que es una imitación del Patriot con capacidad de lanzamiento vertical y capacidades de corto alcance.
Otros atribuyen la “intercepción” al sistema Arrow de mayor alcance diseñado para atacar misiles balísticos a medida que alcanzan altitud.
Los interceptores para ambos sistemas son caros: entre 1,5 y 3,5 millones de dólares. La publicidad para compradores extranjeros afirma tener una efectividad del 90%, y los técnicos militares dicen mucho menos. Los estadounidenses también reclaman el 90% del sistema Patriot, pero en la práctica es sólo el 50%.
¡Israel está intentando vender ambos sistemas en el extranjero!
Está bien… niños. ¿Qué pasa aquí?
En primer lugar, consideremos, como detallé en mi artículo especial, que la salva de 130 misiles iraníes incluía muchos señuelos, una táctica que los rusos han utilizado con mucho éxito.
Las ojivas de los misiles se desprendieron, desprendiéndose sus fuselajes. Algunas de las ojivas arrojaron micromuniciones que parecían ojivas normales en el radar y en los detectores térmicos.
El fuselaje notablemente intacto en la imagen de arriba no muestra daños por explosión: simplemente fue arrojado sobre el Mar Muerto.
Si hubiera sido golpeado por un interceptor mientras el fuselaje todavía estaba unido a la ojiva, se habría producido una explosión masiva que habría destruido todo el misil.
Mayor costo
Una consideración adicional es que los israelíes habrían tenido que disparar mucho más que sólo 130 misiles Arrow o David sling, incluso con la tasa de interceptación anunciada del 90% en condiciones perfectas.
Esto se debe a que los señuelos dispararon ojivas MIRV simuladas (que, si se leen los relatos, al principio se supuso que se utilizaron), pero no fue así. Los señuelos arrojaron micromuniciones que parecían ojivas normales en el radar y en los detectores térmicos.
Si los interceptores Arrow consiguieran incluso la mitad de los misiles entrantes antes de que las ojivas entraran en la atmósfera, ¡aún se necesitarían hasta 200 interceptores David Sling!
Mucho dinero .
Y esos interceptores explotarían sobre territorio israelí.
“Las gotas de lluvia caen sobre mi cabeza”. No, cariño, eso son escombros. Y estás muerto. No puedes escapar de los Maestros de la Guerra .
Veo, luego pienso, luego existo.
* periodista de investigación, escritor, autor, analista geopolítico y militar radicado en Tokio.
Israel exacerba su ‘deterrence’ financiero frente al nuevo ‘deterrence’ estratégico de Irán
Alfredo Jalife-Rahme
Irán horadó con sus misiles hipersónicos las bases aéreas de Israel al pasar a su ‘deterrence’ estratégica. Fracasó la ‘deterrence’ escatológica de Israel con sus más de 300 bombas nucleares clandestinas en Dimona. ‘Jerusalem Post’ anuncia que Israel y EEUU replicarán con su ‘deterrence’ financiero repleto de sanciones para arrodillar a Irán.
Dentro de la multidimensionalidad de la guerra anhelada del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, contra Irán, Jerusalem Post expone la escalada de una “guerra geofinanciera” de Tel Aviv contra Teherán, al unísono del apretón de tuercas de EEUU, y por extensión del G-7, mediante sus sanciones.
La guerra financiera de EU e Israel contra Irán viene de tiempo atrás como señala el libro clásico de Juan Zárate “Guerras del Tesoro: Desatando una Nueva Era de Guerra Financiera”, donde, desde hace más de 11 años, curiosamente los operadores de la asfixia financiera contra Irán son nada casualmente israelí-estadounidenses.
Más allá del daca y toma entre Israel e Irán con su pletórica narrativa de triunfadores y perdedores —en la que participa alegremente la guerra de propaganda que dominan multimedia de Occidente—, The Jerusalem Post escala la intensidad de la “guerra financiera” contra Irán y propala la letalidad de destruir el sistema financiero que financia al “imperio del mal”, en clara alusión al país persa y no al mismo Israel señalado de apartheid/genocidio.
La categorización nada original del “imperio del mal” fue como EEUU, en la etapa Reagan, tildó a la ex URSS y que ahora el Mossad propina el mismo exorcismo a Irán.
Luego de exagerar la oposición doméstica en Irán —como si fuera mejor el caos interno en Israel y hoy en EU con su asombrosa revuelta de los universitarios pro palestinos—, Jerusalem Post alienta “aprovechar este momento para reforzar las sanciones existentes que concebiblemente arrodillarán y catalizarán la oposición popular al Gobierno de Irán”.
El rotativo israelí cita profusamente a Udi Levy, anterior mandamás de la fuerza de tareas de los servicios secretos del Mossad para combatir las redes financieras y las industrias que apoyan a la paja ajena de las “organizaciones terroristas”.
En una entrevista a Kan Reshet Bet, Udi Levy sentenció que hoy Israel cuenta con una rara oportunidad para una “acción económica estratégica” contra Irán.
A su juicio, “Irán creó una red financiera global que le permite eludir las sanciones mediante una compleja madeja de empresas ficticias que canalizan fondos a los bancos”, cuyo 80% está ubicado en los Emiratos Árabes Unidos. Así Irán financiaría a Hamás, a los hutíes de Yemen, a las milicias en Irak, a Hizbulá y a su “propio programa nuclear”, cuyo sistema fue “descubierto hace dos años”. Udi Levy se jacta de saber todo al respecto con lujo de detalle.
En paralelo, Shlomit Wagman, anterior mandamás de la Autoridad Contra el Blanqueo del Dinero y la Financiación del Terrorismo del Departamento de Justicia de Israel, alega en una entrevista en la Radio del Ejército que las “medidas económicas coordinadas” de la coalición encabezada por EEUU —que derribó presuntamente la mayoría de los más de 300 drones y misiles contra Israel— “pueden efectivamente paralizar la economía de Irán”. Juzga que las sanciones necesitan ser reforzadas en las exportaciones de petróleo de Irán, quien vende la mayor parte de su producción a China (alrededor del 90%). Tan fácil como evitar que China compre el petróleo de Irán, según Wagman.
Según Levy, la respuesta económica coordinada y el reforzamiento de las sanciones, con impacto estratégico de largo alcance, “sería el golpe más significativo que Israel y Occidente podrían asestar a Irán, con ramificaciones de largo alcance. Colocarían a Irán en una situación completamente nueva: la incapacidad de financiarse”.
A mi juicio, las alucinaciones de los israelíes Udi Levy y Shlomit Wagman constituyen doblemente una guerra geoeconómica y geofinanciera contra los BRICS+, que no es nada sencilla y sería de pronóstico reservado y hasta contraproducente para el mismo Occidente porque pondrían en peligro al dólar mismo y a la aceleración de la desdolarización: “Nuevo Orden Geofinanciero Multipolar: Desdolarización y Divisa BRICS”.
La intensificación de la guerra financiera de Israel —extensivo al G-7— contra Irán, es imagen en espejo de la misma guerra financiera que proponen los mismos operadores israelí-estadounidenses para incautar ilegalmente los activos de Rusia en Occidente —alrededor de 300.000 millones de dólares— y que la OTAN pretende usar para apuntalar al Gobierno de Zelenski al borde del colapso.
Irán: La nueva ecuación geopolítica
Sdenka Saavedra Alfaro
Más allá de la guerra mediática y la iranofobia que domina el “lobby sionista” e imperialista en Occidente, en su complot a la República Islámica que lleva 46 años de resistencia a las sanciones y bloqueos que Washington le impone, el que minimiza, manipula y difama todas las acciones que Irán emprende en aras de su lucha y defensa hacia los países explotados y humillados por el sionismo, como el de Palestina que lleva resistiendo 76 años de limpieza étnica, de apartheid, de robo de tierras.
La operación “Verdadera Promesa”, llevada a cabo por Irán, el 13 de abril de esta gestión, respuesta en legítimo derecho, según el artículo 51 de la Carta de San Francisco de las Naciones Unidas, tras el ataque israelí a la sección consular de su Embajada en Damasco-Siria, donde fueron asesinadas 13 personas entre ellos, 7 miembros del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica de Irán, representa un punto de inflexión en la nueva ecuación geopolítica; ya que demostró al mundo ser un mensaje disuasivo de la estrategia de esta República, la que no atacó a civiles, no destruyó, hospitales, escuelas ni residencias.
Solamente derrumbó el “inquebrantable” poderío del sionismo, con sus más de 7 misiles hipersónicos, los que no pudieron ser interceptados por el ejército de Israel, demostrando que la seguridad individual y colectiva del régimen de Tel Aviv está sujeta a la ayuda de sus aliados y patrocinadores como Estados Unidos, Inglaterra y Francia, los que vetan a un cese al fuego al genocidio en la Franja de Gaza, los que se oponen a una declaración condenatoria.
Dentro del contexto de la respuesta de Irán, se encuentra la lucha por la defensa del pueblo palestino que viene resistiendo desde el 7 de octubre, día que se realizó la “Tormenta Al Aqsa”, contra la política de destrucción masiva de Israel en el genocidio perpetrado en el enclave costero que lleva al presente un saldo de más de 34 100 muertos donde la mitad son niños y mujeres.
La agresión israelí en la Franja de Gaza ha cumplido más de 200 días, y las fuerzas de ocupación continúan matando a los palestinos, desafiando el clamor internacional generalizado para que se ponga fin al exterminio, que ha socavado la base moral y geopolítica de la existencia misma de Israel; ya que el ejecutivo de Benjamín Netanyahu lo está llevando al fracaso al infligir en el peor desastre humanitario desde la segunda guerra mundial a Gaza, cultivando una visión racista y arrogante, (Yuval Noah Harari).
La Mossad israelí bajo la capa de Estados Unidos desde hace más de 4 décadas ha venido asesinando no sólo a líderes de Irán sino importantes científicos como a Mohsen Fajrizade, exdirector del Centro de Investigación Física, llevando a cabo diferentes sabotajes, complots, ataques al centro de investigación espacial de Irán, los cuales fueron silenciados por los medios hegemónicos.
Se debe reconocer que la respuesta de Irán obedece no sólo a sus epifanías de su misma ideología y espiritualidad, sino a su confronte con la cultura materialista, capitalista occidental; pues su política exterior respalda la justa lucha de los desheredados frente a los arrogantes en cualquier lugar del mundo, siendo Irán el enclave del Eje de la Resistencia, que aglutina a Yemen, Siria, Irak, El Líbano, los que darán su vida por Palestina.
Sin lugar a dudas el escenario geopolítico ha cambiado, porque Irán mantiene en pausa su verdadera arma económica: El cierre del “Estrecho de Ormuz”, que provocaría una crisis global con el alza imparable del petróleo (Alfredo Jalife-Rahme), demostrando así que la nación persa salvaguarda la lucha y resistencia contra todo tipo de opresión y tiranía, ya que su defensa es un hito histórico no solo para esta nación sino para la comunidad, quienes en su mayoría estaban acostumbrados a callar las acciones barbáricas de Tel Aviv.
Irán se ha convertido en el paradigma de la dignidad y el valor, aun sabiendo que EEUU podría haber respondido por su gendarme, ha tenido el coraje de hacer prevalecer la soberanía no solo de su pueblo, sino de la comunidad internacional, así como el respeto al derecho internacional, siendo clarísimo con la entidad ocupante en Palestina; de que tiene los pasos contados si es que comete otro error, Israel ahora lo sabe.