Los jefes empresariales advirtieron que Alemania enfrenta escasez de electricidad y debería esperar que industrias críticas abandonen el país después de que el gobierno decidiera cerrar las últimas plantas de energía nuclear restantes a favor de la energía renovable.
El jefe de la empresa de energía RWE dijo que teme que Alemania enfrente una escasez de electricidad que hará que los precios en el país que ya está en dificultades se disparen.
TheMail Online informa: Markus Krebber, de 50 años, advirtió que esto pondrá en peligro la ‘competitividad’ de Alemania como centro industrial, lo que significa que las empresas serán expulsadas del país y se llevarán consigo los trabajos que tanto necesitan.
“La prosperidad de Alemania se basa en una industria fuerte”, dijo Krebber a BILD. ‘Un suministro escaso de energía conduce a precios altos, lo que pone en peligro la competitividad de Alemania como ubicación industrial. Estamos viendo los primeros signos de desindustrialización.’
Su dura advertencia sigue a la impactante noticia de que Alemania ha caído en recesión, a diferencia de la economía británica Brexit, que se espera que crezca un 0,4 por ciento en 2023 y que evite una recesión similar.
Los jefes de energía alemanes han culpado de las malas perspectivas del país al ‘desastre’ de energía verde del gobierno que ha provocado el cierre de las últimas plantas de energía nuclear restantes. En cambio, la atención se centra ahora en los suministros de energía renovable de los sitios solares y eólicos.
Pero la naturaleza intermitente de estas fuentes de energía verde, que las hace susceptibles a caídas repentinas durante los períodos nublados o sin viento, significa que el sistema eléctrico de Alemania sigue siendo vulnerable a la escasez de electricidad y la volatilidad de los precios.
Krebber advirtió que esto podría tener un impacto devastador en las industrias de Alemania que intentan en vano apuntalar la economía tambaleante del país.
“Como ubicación industrial, Alemania tiene un problema grave: no tenemos tanta energía disponible como necesitamos”, dijo Krebber a Focus. ‘Esta brecha conduce a precios altos y, por lo tanto, a preocupaciones justificadas sobre la competitividad.’
Todo esto está jugando a favor de los partidos de extrema derecha de Alemania, con la popularidad de Alternativa para Alemania (AfD) aumentando en las encuestas por sus críticas a lo que llama una agenda verde costosa.
La AfD, que cuestiona que la actividad humana sea una causa del cambio climático, ha aprovechado las preocupaciones de algunos votantes sobre el costo de la transición para alejarse de los combustibles fósiles.
El líder de AfD, Tino Chrupalla, dijo que más votantes apreciaron que las políticas de los Verdes, el socio de coalición menor de Scholz que quiere un cambio más rápido para alejarse de los hidrocarburos, trajeron “guerra económica, inflación y desindustrialización”.
“Somos el único partido que no formaría una coalición con estos peligrosos Verdes”, dijo.
Christian Kullmann, CEO del grupo químico Evonik, se unió a Krebber para criticar lo que llamó el ‘desastre de la política energética’ del gobierno y advirtió sobre su impacto en las industrias de Alemania.