La iniciativa del gobierno británico de implementar tarjetas de identificación digitales obligatorias (sacada directamente del Foro Económico Mundial y del manual globalista de Bill Gates) ha provocado una reacción masiva.
Según Bill Gates, los ciudadanos de los países occidentales deben someterse al sistema de identificación digital o arriesgarse a ser excluidos de la sociedad.“Si una persona no puede demostrar su identidad, ¿puede aprovechar todas las oportunidades que la sociedad le ofrece?”,escribió Gates en su blog Gates Notes.
Una petición para acabar con el plan en el Reino Unido superó el millón de firmas en sólo 24 horas y sigue aumentando, mientras ciudadanos furiosos rechazan lo que ven como un plan para el control autoritario digital.
La petición había estado circulando discretamente desde mediados de verano, superando poco a poco las 100.000 firmas, hasta que el gobierno lanzó un lanzamiento discreto de su ofensiva contra la identidad el jueves por la noche. Los ministros la presentaron como“medidas de seguridad modernas”, pero los críticos la vieron como lo que es: documentos de identidad de guerra, digitalizados y centralizados en una base de datos gubernamental.
El viernes por la mañana, el Primer Ministro hizo el anuncio formal, y la indignación estalló. La petición superó el millón de firmas en tan solo 24 horas, una clara señal de rechazo público al plan globalista de control digital.
Informe de Breitbart : Al momento de la publicación, la petición contaba con más de 1,2 millones de apoyos. La campaña está disponible en el sitio web oficial de peticiones del gobierno del Reino Unido, donde se puede presentar cualquier causa al público.
Según las normas estatales, si una petición consigue 10.000 firmas, el gobierno está obligado a emitir una respuesta por escrito a los peticionarios. Si la petición alcanza las 100.000, puede ser considerada para su debate en el Parlamento.
En realidad, las peticiones que no se alinean con las intenciones del gobierno suelen ser ignoradas. A diferencia de países que practican la democracia directa, como Suiza, no existe un mecanismo para que las peticiones públicas realmente impulsen cambios.
Sin embargo, la petición es un barómetro potencialmente útil del sentimiento público sobre la cuestión del documento de identidad.
Tal como están las cosas, la oposición ha surgido de un sector sorprendentemente amplio de la vida política británica, desde el partido Reform UK de Nigel Farage hasta los conservadores, los demócratas liberales e incluso rebeldes dentro del gobernante Partido Laborista.
