Bill Gates ha anunciado de manera escalofriante planes para embalsamar a millones de bebés recién nacidos y extraer sus órganos a través de un nuevo proyecto financiado por la Fundación Gates, disfrazado de investigación de inteligencia artificial sobre bebés fallecidos en unidades de cuidados intensivos neonatales (UCIN), lo que ha provocado una indignación masiva entre los pro-vida por la explotación de vidas vulnerables con fines siniestros.
Según un informe deModernity News , la iniciativa de este multimillonario activista proaborto consiste en preservar los restos de bebés de la UCIN para extraer tejidos y órganos, aparentemente para el avance de la inteligencia artificial en aplicaciones médicas. Sin embargo, los críticos la critican como una grotesca violación de la dignidad humana y un paso hacia la mercantilización de los cuerpos infantiles. El enfoque del proyecto en el embalsamamiento y la disección ha encendido debates éticos, y los defensores de la vida advierten que podría normalizar la devaluación de la vida, especialmente en medio del historial de controvertidos esfuerzos de control demográfico de Gates. A medida que se conocen los detalles, aumentan las demandas de transparencia y la detención del plan antes de que se convierta en una explotación generalizada de órganos bajo el pretexto de la ciencia.
Lifenews.com informa: El proyecto, detallado en el informe, es una colaboración entre la Fundación Gates y diversas instituciones de investigación. Su objetivo es desarrollar tecnologías forenses y de vigilancia basadas en IA mediante el estudio de tejidos preservados mediante un proceso llamado plastinación, que consiste en embalsamar los cuerpos con polímeros para mantener su estructura.
“La Fundación Bill y Melinda Gates está financiando un estudio espantoso que implica embalsamar a bebés muertos con plástico para recolectar sus tejidos para análisis forense y vigilancia con inteligencia artificial”, afirma el artículo, destacando la naturaleza controvertida de la investigación.
El estudio se centra específicamente en los bebés que fallecen en las UCIN, un entorno donde los recién nacidos prematuros o en estado crítico suelen enfrentarse a altas tasas de mortalidad. Si bien el informe no especifica el número exacto de bebés involucrados, señala que los tejidos se están utilizando para entrenar sistemas de inteligencia artificial, lo que probablemente suscita inquietudes éticas entre los grupos provida, quienes argumentan que estas prácticas mercantilizan la vida humana, incluso después de la muerte.
La participación de la Fundación Gates se considera especialmente preocupante dado su historial de financiación del aborto.
Los críticos señalan la falta de transparencia en lo que respecta al consentimiento y las posibles implicaciones para las familias que sufren la pérdida de sus recién nacidos.
El artículo de Modernity News enfatizó el enfoque macabro del proyecto, señalando que “los cuerpos son cortados en secciones y preservados para su análisis”, un proceso que los defensores de la vida pueden sostener que falta el respeto a la dignidad de los fallecidos.
No se ha citado ninguna declaración oficial de la Fundación Gates para abordar estas preocupaciones específicas, lo que deja el debate ético sin resolver.