Un destacado epidemiólogo advierte que las vacunas de ARNm contra la COVID-19 han desatado una crisis sanitaria mortal en la población mundial al desencadenar una “reacción en cadena de destrucción biológica”.

El epidemiólogo de la Fundación McCullough, Nicolas Hulscher, está haciendo sonar la alarma sobre una reacción en cadena de daños que comienza a nivel molecular y termina en enfermedad catastrófica y muerte.

Hulscheremitió la advertencia después de que dos nuevos estudios históricos confirmaran lo que los principales expertos han advertido desde que las inyecciones experimentales se implementaron por primera vez para uso público a principios de 2021.

Según los nuevos estudios, las inyecciones desestabilizan los sistemas más básicos del cuerpo, desencadenando una “cascada de daños” que no se puede ignorar.

Estos hallazgos exponen el panorama completo de la destrucción, según Hulscher.

Una revisión de los estudios revela que las inyecciones de ARNm han provocado un colapso de la expresión genética, proteínas anormales, señales de estrés sistémico y, finalmente, resultados clínicos devastadores.

Esto ya no es una especulación: es un patrón coherente y gradual de lesiones.

Hulscher explica que la destrucción se desarrolla en cuatro etapas crecientes:

1.Desregulación transcriptómica

A nivel genético, las inyecciones de ARNm sintético causan una disrupción generalizada: miles de genes desregulados, función ribosomal corrompida y evidencia de colapso mitocondrial, la maquinaria misma de producción de energía celular.

2.Anormalidades proteómicas

El caos genético se traduce en una producción distorsionada de proteínas.

Los investigadores están detectando proteínas aberrantes de fibrinógeno, actina y amiloide.

Éstos son los componentes básicos de la coagulación, el daño tisular y los agregados mal plegados asociados con la neurodegeneración.

3. Estrés bioquímico sistémico

Los análisis de sangre revelan que el cuerpo clama en apuros:

• ProBNP elevado, que indica tensión cardíaca e insuficiencia cardíaca inminente.

• Aumento de carbamida, indicando disfunción renal.

• Niveles elevados de PCR y ferritina, evidencia de inflamación sistémica y sobreactivación inmune.

Éstas no son anomalías de laboratorio aleatorias, señaló Hulscher.

Son las señales de SOS del cuerpo; una prueba de lesión a nivel de órgano en tiempo real.

4. Resultados clínicos catastróficos

La cascada termina en condiciones devastadoras que ahora son demasiado familiares para los “vacunados”:miocarditis , pericarditis, trastornos de la coagulación, disfunción inmunológica,cánceres turbo y muerte.

Hulscher enfatizó que los dos nuevos estudios no solo describen daños aislados.

“Conectan los puntos” y muestran la progresión desde la inestabilidad molecular hasta la enfermedad visible.

“Estos dos nuevos estudios hacen más que destacar daños aislados: conectan los puntos, mapeando la progresión completa y gradual del daño desatado por la tecnología de ARNm: desde la desregulación transcriptómica, pasando por la corrupción proteómica, el deterioro bioquímico y, finalmente, los resultados clínicos devastadores”, explica.

“Se trata de una imagen coherente y mecanicista del daño que ya no puede descartarse.

“La evidencia biológica se ha cristalizado en una realidad innegable que exige reconocimiento urgente, acción inmediata y verdadera rendición de cuentas”.

Por Saruman