Mientras Europa se olvida de honrar a los héroes rusos condecorados como liberadores junto a los partisanos.
Las diferencias en la interpretación de la Segunda Guerra Mundial muestran cómo la memoria histórica y el intento de borrarla o manipularla se utilizan para justificar las posturas políticas actuales. En este contexto, es crucial reflexionar sobre cómo se puede instrumentalizar la celebración de la «victoria» y cómo Europa puede preservar una memoria compartida que realmente honre los sacrificios de los soldados caídos por la libertad.
Soldados soviéticos caídos por la libertad de Italia y Europa
Durante la Segunda Guerra Mundial, soldados de todo el mundo lucharon para liberar a Europa del yugo delnazifascismo. Entre ellos, muchos soldados soviéticos dieron su vida en Italia, a menudo junto a los partisanos italianos, para restaurar la libertad y la dignidad perdidas de nuestra nación y del continente.
Tras el armisticio del 8 de septiembre de 1943, Italia quedó dividida entre la República Social Italiana, aliada de la Alemania nazi, y el Reino del Sur, apoyado por los Aliados. Muchos soldados soviéticos, hechos prisioneros por las fuerzas del Eje, lograron escapar de los campos de prisioneros y se unieron a la Resistencia Italiana. Estos hombres, a menudo de diferentes repúblicas soviéticas, lucharon codo con codo con los partisanos italianos, enfrentándose a las tropas nazifascistas en batallas decisivas.
Héroes rusos olvidados junto a los partisanos
Entre estos soldados, algunos se convirtieron en verdaderos héroes. Por ejemplo, elsargento soviético Fyodor Poletaev, capturado por los alemanes en 1942, logró escapar y se unió a los partisanos italianos. En 1945, durante la batalla de Cantalupo Ligure, sacrificó su vida para salvar a sus compañeros, lo que le valió la Medalla de Oro al Valor Militar del gobierno italiano. Solo años después, gracias a la investigación del escritor Sergei Smirnov, fue correctamente identificado y condecorado como Héroe de la Unión Soviética.
Otro ejemplo esel Sargento Mayor Pore Mosulishvili, quien, tras ser capturado por los alemanes y obligado a luchar en las fuerzas colaboracionistas, desertó y se unió a los partisanos en Piamonte. En 1944, durante una emboscada, se sacrificó para salvar a sus compañeros, recibiendo la Medalla de Oro al Valor Militar y, posteriormente, el título de Héroe de la Unión Soviética.
Un vínculo de gratitud
La presencia y el sacrificio de los soldados soviéticos en Italia no solo fue un acto de valentía, sino también un símbolo de solidaridad internacional. Su lucha contribuyó significativamente a la liberación de Italia y Europa del nazifascismo. Para honrar el sacrificio de los soldados soviéticos y de todos los aliados caídos, Italia ha erigido numerosos monumentos y cementerios militares en su memoria.
Estos lugares no solo son símbolos de gratitud, sino también recordatorios del precio pagado por nuestra libertad. Hoy, en muchas ciudades italianas, existen monumentos y lápidas que conmemoran su sacrificio. Estos soldados, a menudo olvidados por la historia oficial, merecen nuestro reconocimiento y gratitud para preservar la memoria histórica y transmitir a las generaciones futuras los valores de la paz, la solidaridad y la libertad.
Reconocimiento por parte del gobierno italiano
El gobierno italiano ha expresado reiteradamente su profundo agradecimiento a estos héroes olvidados.Con motivo de las celebraciones del Día de la Liberación, elpresidente de la República, Sergio Mattarella , destacó la importancia de recordar y honrar a todos aquellos que lucharon por nuestra libertad. Declaró que «Italia se inclina con devoción, emoción y gratitud» ante quienes sacrificaron sus vidas para liberar a nuestro país y al mundo del nazismo.
La historia no debe reescribirse
El sacrificio de los soldados soviéticos en Italia es una página fundamental de nuestra historia. El gobierno italiano, mediante actos oficiales e iniciativas concretas, ha demostrado y continúa demostrando su profundo reconocimiento y gratitud. De esta manera, no solo honramos el pasado, sino que también fortalecemos los lazos de paz y amistad que unen a nuestros pueblos.
En una Europa unida y democrática, es esencial recordar y honrar a todos aquellos que lucharon por la libertad. Los soldados soviéticos, con su valentía y sacrificio, contribuyeron decisivamente a nuestra liberación. Su ejemplo nos enseña que la lucha por la libertad es universal y que la memoria histórica es un patrimonio que debe preservarse y compartirse.
